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19 octubre 2013

En menos de diez días dos trenes de la línea Collanzo-Baíña tuvieron que interrumpir el viaje

Un tren de la línea Collanzo-Baíña, en la estación de Levinco.El tren falla en Aller

El servicio ferroviario se interrumpió dos veces en los últimos diez días por averías de los convoyes de Feve

19.10.2013 | C. M. BASTEIRO
En menos de diez días, dos convoyes de la antigua compañía Feve -ahora integrada en Renfe- que cubría la línea Collanzo-Baíña tuvieron que interrumpir el viaje por sendas averías. Los sucesos no causaron importantes retrasos, pero echan leña al fuego encendido recientemente con las críticas de usuarios y Ayuntamiento de Aller por la falta de espacio en los nuevos trenes.
El alcalde de Aller, David Moreno, encendió la mecha asegurando que «los usuarios del concejo viajan como sardinas en lata» con las nuevas unidades de un solo vagón y Renfe dio una rápida respuesta. Los usuarios dicen que en los últimos días se ha puesto en servicio otro tren más antiguo y más espacioso, pero el remedio no parece mejor que la enfermedad porque, desde entonces, se han sucedido las averías.
La primera avería que paralizó la línea ocurrió el pasado martes día 8 de octubre, cuando un convoy que viajaba en sentido Collanzo quedó parado en la vía a la altura de Levinco. La empresa ferroviaria cuenta siempre con un tren de reserva en Figaredo, que fue el encargado de remolcar al convoy averiado desde Levinco hasta el taller. Durante ese jornada la línea acumuló un retraso de unos cinco minutos, algo que pasó prácticamente desapercibido para los usuarios.
El tren de reserva no tuvo mucho tiempo para descansar porque la segunda avería se produjo el pasado jueves por la tarde. Ocurrió cuando el convoy que cubría el servicio de las cuatro, un coche doble de la serie 2300, se quedó parado en mitad de la vía en Piñeres. El tren iba lleno de estudiantes y la espera se hizo larga. «No nos dijeron qué pasaba y estuvimos allí tirados un buen rato», explicó un viajero del tren averiado.
Renfe sí que explicó más tarde que el «parón» se produjo por un fallo mecánico en el motor. Un fallo que obligó a poner en marcha otra vez el convoy de Figaredo y a transportar a los viajeros en un autobús hasta Collanzo. La empresa cubrió por carretera otros cuatro servicios entre Moreda y Collanzo para poder retirar el tren. Según fuentes de Renfe, «los traslados se realizaron desde Moreda porque era el lugar más apropiado para poder solucionar la incidencia con la mayor brevedad posible».
Los viajeros, en esta última ocasión, sí que han mostrado su enfado: «Nos parece que nos toman el pelo, siempre estamos así», señaló un estudiante que viaja entre Cabañaquinta y Moreda.
La polémica por el servicio en el concejo viene de lejos. Los usuarios llevaban años reclamando el cambio de los antiguos convoyes, que tenían vagones construidos en los años cincuenta. Con la puesta en marcha de los trenes modernos, llegó el problema del espacio y ahora son las averías.

fuente La Nueva España

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