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09 mayo 2016

El Museo del Ferrocarril de Madrid restaura dos coches de su colección

El Museo del Ferrocarril de Madrid restaura dos coches de su colección

El Museo del Ferrocarril de Madrid se ocupa de la renovación de dos coches emblemáticos, el coche-restaurante WR-3569, más conocido com el “Coche cafetería”, y el coche CC 3358, denominado "los verderones".


Restauración del coche-restaurante WR-3569

 

Las obras de renovación del “Coche cafetería”, serán realizadas por la empresa especializada Comsa Emte, con el fin de adecuarlo a la licitación, del servicio de restauración.

El coche-restaurante WR-3569 comenzó a prestar servicio el 26 de septiembre de 1930, siendo el último de una serie de ocho coches construidos totalmente en España por la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) en los astilleros de Nervión, con sede en Sestao (Vizcaya). De construcción metálica, estos coches estaban destinados a circular por la Península, por lo que su caja era de gálibo ibérico.


Cinco años después de abrir sus puertas en 1984, el Museo del Ferrocarril de Madrid se planteó utilizar este coche como cafetería. Para adaptarlo a este nuevo uso, hubo que acometer una restauración integral del vehículo, trabajo que realizó in situ el equipo de restauración del Museo a lo largo del primer semestre de 1990. Desde entonces, el servicio de cafetería del Museo se presta en el interior de este histórico coche, que, además, ha sido utilizado para el rodaje de numerosos largometrajes y series de televisión, así como sesiones fotográficas y anuncios publicitarios.

Las obras se prolongarán durante 15 días y entre las actuaciones previstas en el interior, destaca la instalación de un nuevo equipo de aire acondicionado; la revisión de la instalación eléctrica, con la sustitución de la actual iluminación de luz fría por alumbrado led de luz cálida en las zonas comunes; pintura en paredes y techo; carpintería y barnizado; sustitución/reposición de pavimento en la cocina y desde la puerta de acceso hasta la barra; reparación/revisión de puertas y ventanas; y reparación de elementos decorativos, como estores, cortinas, abrillantado de adornos metálicos, así como el diseño de anuncios de época y su impresión a color.

En el exterior, se pintará la escalera de acceso, previo lijado, y se procederá a pintar y rotular el coche. También se revisarán las conexiones eléctricas, evitando el cableado a la vista, y se repararán las luces de los testeros. Asimismo, se reparará la madera del estribo de acceso al coche y se realizará el pulido de metales. Por último, se realizará una limpieza general del coche tanto interior como exterior.
 

Coche CC 3358: concluida su restauración exterior

 

Seis meses después de iniciados los trabajos, Intefer ha concluido la restauración exterior del coche CC 3358. Este coche, construido por La Brugeoise en Bélgica, en 1925, para los servicios de largo recorrido de la compañía MZA, era en origen de primera clase, y pertenecía a la serie AWffv 37 a 84.
Estos coches eran conocidos como los “Verderones”, y las cajas de estos coches eran de madera forrada con chapas metálicas; el interior, lujosamente decorado con maderas nobles, y sus asientos, tapizados en gris, tenían fundas de ganchillo con las iniciales de MZA.

Cada coche tenía cuarenta y dos plazas de primera clase en ocho departamentos, con calefacción de vapor tipo Westinghouse y alumbrado eléctrico. Estaban dotados de estacionamiento y freno de vacío, con una tara de 39.680 kilogramos.

En 1941, al pasar al parque de material de Renfe, la serie se renumeró como AA 337-384, pero, entre 1955 y 1958, se inicia la metalización de los coches de primera clase, y este coche se incluye en la serie de tercera clase CC 3301 al 3360, asignándole la matrícula CC 3358. Posteriormente, fue reconvertido a segunda clase, con la numeración BB4 3358, y pasa a Comfersa, entonces filial de Renfe.


En noviembre de 1986, a través de Emfesa dedicada a la enajenación de materiales ferroviarios y actual filial de Adif, llega al Museo del Ferrocarril de Madrid para formar parte de su colección de material rodante.

En 1997, el coche experimenta una última transformación para utilizar su interior como sala de exposiciones temporales, con la denominación de Sala de Arte 3.000.

El coche ha sido restaurado respetando su apariencia original entre 1955 y 1962, con idéntico fileteado e inscripciones, y uso de la tipografía de la época. Ha requerido un profundo saneado de la caja, al encontrarse sus materiales de recubrimiento –emplastecidos antiguos y pinturas exteriores- en avanzado estado de deterioro.

Los nuevos estribos en madera fabricados, se han tratados con métodos tradicionales para garantizar su conservación. Los marcos de las ventanas, que presentaban varias capas de pintura, se han limpiado en profundidad dejándolos en su primitivo aluminio visto natural.

En la actualidad, se está trabajando en la finalización de los últimos detalles del interior del coche, que se seguirá utilizando como sala polivalente de exposiciones.

Se han corregido desperfectos en la estructura del interior, instalado nuevo alumbrado de bajo consumo y renovado los recubrimientos existentes por otros ignífugos. Además, se ha tenido que renovar la totalidad de la instalación eléctrica, y se ha instalado un sistema de retroiluminación en las ventanas. El coche también se ha climatizado con equipos de aire acondicionado.

fuente FFE 

 

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