Renfe negociará cambios en los servicios que unen Sevilla con Andalucía y Badajoz
Fomento declara de interés público ocho líneas de media distancia y abre un proceso para reducir el coste de las más deficitarias, entre otras, Llerena
El Gobierno central aprobó ayer un plan para racionalizar
los servicios transporte ferroviario de viajeros de media distancia que
financia el Estado y que supondrá cambios y ajustes en la actual red de
la provincia. A priori parece que se mantendrán todas las líneas, que no
habrá supresiones o cierres inmediatos, aunque sí se prevén recortes de
servicios que, en algunos casos, se mantendrían pero prestados por otro
medio de transporte, como el autobús.
El Ministerio de Fomento dio ayer un primer paso que consiste en la difusión de un listado de servicios de transporte en tren que se consideran de obligación de servicio público. En esta relación figuran ocho conexiones de Sevilla con el resto de provincias andaluzas y Badajoz. En concreto, está garantizado el mantenimiento de los servicios Sevilla-Cádiz, Sevilla-Córdoba, Sevilla-Granada-Almería, Sevilla-Huelva, Sevilla-Jaén, Sevilla-Málaga, Sevilla-Mérida y Sevilla-Osuna. Así como trayectos que se prestan en parte por trenes de alta velocidad, como es el caso de los servicios Jaén-Córdoba-Sevilla-Cádiz y Málaga-Córdoba-Sevilla.
No obstante, Fomento someterá a un "análisis de viabilidad" a todas las líneas que tengan poco tráfico. Y, en función del resultado del análisis, se establecerá un plan para cada línea que puede incluir su cierre inmediato o una nueva estrategia de gestión. En el caso de la provincia de Sevilla, en todos los casos se opta por un cambio en la gestión, pues no está previsto que se eliminen líneas, al contrario que ocurre en otras provincias, como es el caso de Huelva.
El criterio general es garantizar el derecho a la movilidad de todos los ciudadanos, vivan donde vivan. Y, en segundo lugar, optar por el modo de transporte que sea más eficiente y suponga un menor coste para el ciudadano. Según esto, Fomento podría reducir el número de servicios que prestan algunas líneas, o podría sustituir en algunos trayectos el tren por otra oferta intermodal.
En cualquier caso, lo que ha hecho el Gobierno es abrir un proceso que culminará en el próximo mes de septiembre. En el tiempo que resta negociará con la comunidad autónoma el modelo de gestión más adecuado para cada línea, sobre todo, las deficitarias. Y se ofrecen varias opciones: que la Junta de Andalucía asuma el coste de dichas líneas de su bolsillo, porque considere que es un servicio público de obligada prestación; que se reduzca el coste a base de rebajar también la oferta y frecuencia diaria de trenes, suprimiendo la parada de algunos en determinadas estaciones; que se cambie el servicio ferroviario por el de carretera; que se opte por trenes de menor tamaño, con menos plazas, para aumentar el grado de ocupación; o que se aprovechen los servicios de trenes de larga distancia que puedan dar cobertura a esos usuarios.
Fomento, que paga al año más de 450 millones de euros para subvencionar las líneas, pretende ahorrar en los próximos dos años más de 50 millones de euros anuales de costes directos. En la actualidad hay servicios muy poco eficientes. De hecho, el 51,7% de los trenes se destinan a cubrir servicios que sólo usan un 16% de los viajeros y presentan un aprovechamiento inferior al 15%. En estos casos, el Estado llega a aportar hasta 371 euros por billete, frente a los 11 euros que paga el viajero.
Entre los trenes más deficitarios de Andalucía figura el que conecta Sevilla con Almería, que acumuló unas pérdidas de 5,5 millones de euros durante el pasado año. El número de plazas por kilómetro disponibles es de 246 pero sólo se ocupan una media de 99 con unos ingresos de 6,9 millones de euros.
Según los datos de Fomento, el servicio Sevilla-Mérida sería el segundo más deficitario, con 2,9 millones de euros de pérdidas, y el tercero, Sevilla-Llerena, con 1,5 millones. Estos dos últimos ingresaron el último año 171 y 45 millones de euros solamente. En el caso de la conexión con Mérida, el número de viajeros transportado por kilómetro recorrido no llega a tres.
El coste económico de un viajero por kilómetro en tren se sitúa en 0,1 euros, mientras que en el autobús es un 40% inferior, mientras que el coste medioambiental y el social es menor en el caso del tren.
El Ministerio de Fomento dio ayer un primer paso que consiste en la difusión de un listado de servicios de transporte en tren que se consideran de obligación de servicio público. En esta relación figuran ocho conexiones de Sevilla con el resto de provincias andaluzas y Badajoz. En concreto, está garantizado el mantenimiento de los servicios Sevilla-Cádiz, Sevilla-Córdoba, Sevilla-Granada-Almería, Sevilla-Huelva, Sevilla-Jaén, Sevilla-Málaga, Sevilla-Mérida y Sevilla-Osuna. Así como trayectos que se prestan en parte por trenes de alta velocidad, como es el caso de los servicios Jaén-Córdoba-Sevilla-Cádiz y Málaga-Córdoba-Sevilla.
No obstante, Fomento someterá a un "análisis de viabilidad" a todas las líneas que tengan poco tráfico. Y, en función del resultado del análisis, se establecerá un plan para cada línea que puede incluir su cierre inmediato o una nueva estrategia de gestión. En el caso de la provincia de Sevilla, en todos los casos se opta por un cambio en la gestión, pues no está previsto que se eliminen líneas, al contrario que ocurre en otras provincias, como es el caso de Huelva.
El criterio general es garantizar el derecho a la movilidad de todos los ciudadanos, vivan donde vivan. Y, en segundo lugar, optar por el modo de transporte que sea más eficiente y suponga un menor coste para el ciudadano. Según esto, Fomento podría reducir el número de servicios que prestan algunas líneas, o podría sustituir en algunos trayectos el tren por otra oferta intermodal.
En cualquier caso, lo que ha hecho el Gobierno es abrir un proceso que culminará en el próximo mes de septiembre. En el tiempo que resta negociará con la comunidad autónoma el modelo de gestión más adecuado para cada línea, sobre todo, las deficitarias. Y se ofrecen varias opciones: que la Junta de Andalucía asuma el coste de dichas líneas de su bolsillo, porque considere que es un servicio público de obligada prestación; que se reduzca el coste a base de rebajar también la oferta y frecuencia diaria de trenes, suprimiendo la parada de algunos en determinadas estaciones; que se cambie el servicio ferroviario por el de carretera; que se opte por trenes de menor tamaño, con menos plazas, para aumentar el grado de ocupación; o que se aprovechen los servicios de trenes de larga distancia que puedan dar cobertura a esos usuarios.
Fomento, que paga al año más de 450 millones de euros para subvencionar las líneas, pretende ahorrar en los próximos dos años más de 50 millones de euros anuales de costes directos. En la actualidad hay servicios muy poco eficientes. De hecho, el 51,7% de los trenes se destinan a cubrir servicios que sólo usan un 16% de los viajeros y presentan un aprovechamiento inferior al 15%. En estos casos, el Estado llega a aportar hasta 371 euros por billete, frente a los 11 euros que paga el viajero.
Entre los trenes más deficitarios de Andalucía figura el que conecta Sevilla con Almería, que acumuló unas pérdidas de 5,5 millones de euros durante el pasado año. El número de plazas por kilómetro disponibles es de 246 pero sólo se ocupan una media de 99 con unos ingresos de 6,9 millones de euros.
Según los datos de Fomento, el servicio Sevilla-Mérida sería el segundo más deficitario, con 2,9 millones de euros de pérdidas, y el tercero, Sevilla-Llerena, con 1,5 millones. Estos dos últimos ingresaron el último año 171 y 45 millones de euros solamente. En el caso de la conexión con Mérida, el número de viajeros transportado por kilómetro recorrido no llega a tres.
El coste económico de un viajero por kilómetro en tren se sitúa en 0,1 euros, mientras que en el autobús es un 40% inferior, mientras que el coste medioambiental y el social es menor en el caso del tren.
fuente: http://www.diariodesevilla.es
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