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23 abril 2013

Falta convencer a Talgo y CAF

Fomento impulsa una única oferta española por el AVE de Brasil

Concursos valorados en unos 13.000 millones


La ministra de Fomento, Ana Pastor, y su número dos, Rafael Catalá, se han puesto al frente de la crisis suscitada por los distintos intereses de empresas españolas volcadas en la próxima licitación del tren de alta velocidad Río de Janeiro-São Paulo, con concursos valorados en unos 13.000 millones de euros. El Gobierno, en su afán de acompañar a las empresas españolas en busca de grandes contratos internacionales, apoyó en el proceso brasileño, a través de Renfe, Adif e Ineco, a un grupo encabezado por Talgo. Esto motivó la protesta de CAF, el otro gran fabricante español que estaba formando su propio equipo.
Renfe lideraba hasta entonces la configuración y estrategia del consorcio, pero con la polémica abierta entre Talgo y CAF, cuyas relaciones son más que gélidas, es la propia ministra la que obliga a ambas compañías a integrar sus intereses en un solo consorcio. De lo contrario, avisó de que retirará su apoyo.
Algunas de las compañías inmersas en el proceso, como la firma especializada en señalización y comunicaciones Thales, se ha abierto a una solución pactada que posibilite maximizar las probabilidades españolas en el concurso brasileño. Las primeras conversaciones del equipo de Pastor con ambos fabricantes no han obtenido frutos y, según distintas fuentes, se busca la mayor información posible para ver cómo pueden convivir los dos rivales. Talgo parte con la ventaja de su fuerte experiencia en alta velocidad, mientras CAF juega la baza de producir en Brasil.
El respaldo de Fomento se antoja indispensable a la vista de que alguno de los rivales, como es el caso del consorcio galo de Alstom, tiene el apoyo del operador público, en este caso SNCF.
El Gobierno brasileño espera la participación del consorcio español, del francés, un grupo alemán de empresas con Siemens al frente, los japoneses encabezados por Mitsui, los canadienses con Bombardier, y un último consorcio surcoreano con Hyundai como referente. También ha confirmado su puja la firma pública italiana Ferrovie dello Stato.
Obra y equipamiento por separado
El concurso brasileño incorpora la novedad de que será adjudicado en primer lugar la operación, material rodante y el paquete de equipamiento de señalización y comunicaciones. La pugna de constructoras por la obra civil vendrá después y estará marcada por la opinión del operador y sus socios tecnológicos.
El primer concurso está valorado en unos 3.700 millones. Talgo dio un primer paso el año pasado con la formación de un consorcio en el que se incluía a la española Invensys Rail Dimetronic. Esta última debería entenderse con Thales para integrar en el único consorcio pretendido por Fomento soluciones de señalización y control de tráfico que ya han demostrado su interoperabilidad en España. A ese nivel, parece no haber grandes problemas.
Las ofertas deben entregarse el próximo mes de agosto, la apertura de sobres se espera para el 19 de septiembre y la firma del contrato se produciría a finales de febrero de 2014.

Una pugna con final previsto en febrero

l El Gobierno brasileño ha transmitido a las empresas interesadas en equipar la línea de alta velocidad Río de Janeiro-São Paulo que los trenes deben estar probados y rodando antes del 27 de febrero de 2014, fecha en la que se firmará el contrato de adjudicación. CAF tiene en fase de pruebas su tren de alta velocidad Aoris. Talgo, por su parte, pretende presentar al concurso de Brasil su nuevo modelo Avril.
l La línea de alta velocidad entre Río de Janeiro y São Paulo, con extensión a Campinas, tendrá 511 kilómetros. El Gobierno busca una solución ferroviaria que ofrezca una velocidad de 350 kilómetros por hora. La previsión de entrada en operación se va hasta el año 2020. La concesión de la operación y mantenimiento está prevista para 40 años y durante 30 años el principal apoyo financiero sería el del banco público BNDES. En el primer concurso se disputa la protección acústica, electrificación, telecomunicaciones, señalización y control de los trenes. En un segundo proceso se licitará la construcción.
l El Estado tendrá un 45% del capital de la concesionaria a través de la Empresa de Planificación y Logística (EPL).
l Un requisito que suele ser fundamental a la hora de trabajar en Brasil es la producción en el propio país. Un 60% de los componentes utilizados en los trenes deberían estar fabricados allí. CAF tiene una planta en Hortolandia capaz de montar el modelo Oaris. Además, atesora experiencia en tranvía, metro y cercanías en Brasil. Un bagaje que la firma vasca quiere capitalizar en el concurso del tren de alta velocidad.
l Como fabricante en el país, CAF forma parte de la Asociación Brasileña de la Industria Ferroviaria (Abifer), que ha declarado aptos par el concurso a los modelos AGV de Alstom, el Zefiro de Bombardier, el Velaro de Siemens y el Oaris español.

fuente  http://cincodias.com

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