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07 diciembre 2013

Un millón de euros en estudios... para nada

El tren «fantasma» del millón de euros

En 1985, Soria perdía su conexión ferroviaria con Calatayud. Desaparecía una línea que también llegaba hasta Teruel y Valencia, por un lado, y hasta Burgos, por el otro. A finales de los años 90, se volvió a reivindicar su recuperación, y la oportunidad llegó con el AVE. España planificaba la expansión de su red de Alta Velocidad y Calatayud había logrado entrar en ella de forma preferente, con parada propia en la línea Madrid-Barcelona. La ocasión se quiso aprovechar en aquel momento por el Ayuntamiento zaragozano, cuajó la idea de construir una nueva línea ferroviaria ligada a la Alta Velocidad, una «lanzadera» entre Calatayud y Soria. De esa forma, se subsanaba el déficit de comunicaciones que arrastraba -y sigue arrastrando- la provincia castellano y leonesa, conectándola al corredor hasta Cataluña a través de territorio aragonés, y el que había sido su nudo histórico de conexión a la red ferroviaria nacional.
Las instituciones sorianas y el Ayuntamiento de Calatayud se unieron en favor de esta idea, que se hizo realidad en el año 2000, cuando la «lanzadera» entre ambas ciudades fue incluida en el Plan de Infraestructuras del Estado diseñado por el Gobierno de Aznar. En el mes de noviembre, se licitó el estudio informativo de la línea, que estuvo listo en 2002 y se sometió de inmediato a información pública. Pero más de diez años después, todo aquello quedó en nada. En realidad, en menos que nada, porque encima ha costado mucho dinero, del orden de un millón de euros dilapidados en estudios que a la postre no han tenido utilidad alguna. Ni el proyecto se hizo ni mucho menos las obras.

Años de enredo político

¿Por qué? Por falta de voluntad política. En los Presupuestos Generales del Estado de 2004, los últimos del Gobierno de Aznar, se consignaron 27 millones de euros para empezar la construcción de la línea Soria-Calatayud. Pero en marzo de aquel año el PP perdió las elecciones y José Luis Rodríguez Zapatero llegó a La Moncloa. Y ahí se paró en seco la tramitación de este proyecto. El PSOE apostó por dar a Soria otras alternativas de conexión ferroviaria con Madrid, modernizando su vetusta línea que discurre hacia Almazán, Sigüenza y Guadalajara. Pero todo quedó en un enredo de ideas y promesas que nunca se hicieron realidad. Y, al final, Soria se quedó compuesta y sin conexión ferroviaria. Así sigue.
Si en 2004 no se hubiera echado a la cuneta el proyecto de la «lanzadera» Soria-Calatayud, quizás hoy en día sería una realidad. Sin embargo, actualmente Soria tiene lo mismo que hace más de diez años, un auténtico desastre de comunicaciones ferroviarias. Baste un dato: para viajar en tren desde Soria hasta Zaragoza hay que hacerlo a través de Guadalajara. Y el viaje en tren entre Soria y Madrid dura casi tres horas, cuando con la conexión a través de Calatayud podría hacerse en no más de hora y media. La actual línea que comunica Soria con Madrid está anticuada y cada año registra un chorreo de incidencias. Según datos reconocidos oficialmente por el Ministerio de Fomento, en 2012 los trenes que circulan por ella llegaron a sumar más de 300 averías en doce meses. Y cuando hay avería, el recorrido se demora. En la Nochevieja de 2012, un tren llegó a su destino con más de hora y media de retraso.
La solución de conectar a Soria a la red del AVE a través de Medinaceli y Sigüenza era en sí misma insuficiente. Habría hecho falta una inversión multimillonaria para solucionar únicamente la conexión con Madrid, pero los sorianos que quisieran viajar a Zaragoza o Barcelona se verían condenados a tener que dar una absurda vuelta por Guadalajara. La conexión natural era Calatayud, pero el PSOE la descartó.
El caso es que, al final, ni un proyecto ni el otro. El actual Gobierno central ha descartado la conexión ferroviaria entre Soria y la zona de Medinaceli y Sigüenza. No la ve viable. Menos aún en un momento en el que la crisis ha hecho mirar con lupa las inversiones en infraestructuras, porque las arcas públicas andan caninas.

Estudios por triplicado

Lo peor de todo es que, para no hacer nada, se han gastado en estos diez últimos años un millón de euros. Primero, el Ministerio de Fomento adjudicó en noviembre de 2002 el estudio informativo para la «lanzadera» Soria-Calatayud, que costó 477.000 euros -79,4 millones de pesetas de las de entonces-. Pero luego llegó el Gobierno de Zapatero y enterró este proyecto, ingeniando otras alternativas que también quedaron en nada, pero que siguieron costando dinero en estudios. La Diputación de Soria se gastó 23.000 euros en elaborar un informe técnico, y el Gobierno de Zapatero adjudicó en mayo de 2011 otro más, por 517.867 euros, para «el estudio de alternativas» con las que conectar al AVE Madrid-Barcelona la vetusta línea de ferrocarril que va de Soria a Almazán, Sigüenza y Guadalajara. En total, lo dicho: un millón de euros para nada.

fuente ABC

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