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04 enero 2014

Campaña de Navidad de puertas abiertas del museo del Ferrocarril de Santander

¡Viajeros al tren!

El Museo del Ferrocarril abre sus puertas en Navidad para mostrar parte de la historia de la región

03.01.14 - JUAN C. FLORES-GISPERT | SANTANDER.

El viaje más romántico es el que se hace en tren. Lo dicen los escritores, las películas y los relatos. En el Museo del Ferrocarril de Santander, la asociación de amantes de este medio de comunicación explica cada tarde los pormenores de una parte de historia de Santander y Cantabria, la que se desliza por las vías de hierro. La campaña de Navidad de puertas abiertas del museo atrae cada tarde a cien personas.
En la entrada un jefe de estación y una guardesa de vías dan la bienvenida a los visitantes y, de inmediato, hasta la sala con una maqueta de sesenta metros cuadrados y los trenes circulando y saliendo y entrando de los túneles: un tren a vapor, uno diésel y el moderno AVE. Maquetas, fotografías, trajes, piezas únicas, locomotoras restauradas y una 'jardinera' que en verano recorría la capital llevando a los viajeros del tranvía.
Cristian Suárez, presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril, que agrupa alrededor de 50 personas explica que «tratamos de divulgar a niños y mayores la historia del ferrocarril y el patrimonio ferroviario».
Cientos de fotografías explican la historia de las minas cántabras y sus ferrocarriles; los trenes que circulaban por el Santander de principios de siglo hacia las playas y las estaciones y líneas históricas como el tren Ontaneda-Astillero con parada en La Concha de Villaescusa. El patrimonio de la asociación está formado por una amplia biblioteca y piezas de gran interés, como la locomotora 'Peñacastillo', maquetas de estaciones desaparecidas en Santander en 1936, como la de la Costa y el Norte, que dieron paso a las nuevas estaciones de 1943 y 1947.
Una colección de carteles históricos de promoción del uso del ferrocarril, faroles de locomotoras, placas ovaladas de las compañías ferroviarias, carteles de cristal para poner los horarios (y los retrasos) de los trenes forman el patrimonio de esta asociación sin ánimo de lucro. Entre las grandes piezas están la locomotora 'Peñacastillo' (1912), que 'trabajó' en Nueva Montaña Quijano; la locomotora de Renfe para limpiar las vías del tren (1962); una locomotora con motor Rolls Royce (1962); una máquina de vía estrecha (1954) recuperada del chatarrero de Los Corrales de Buelna o la locomotora a vapor 'Udías' (1911) del ferrocarril minero de Udías, que acabó sus días laborales en la mina 'Santa Amelia' de las minas de Reocín y de ahí al museo, donde se exhibe como Bien Inventariado por el Gobierno junto con la 'Peñacastillo'.

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