El tren minero de Samuño registró 567 turistas en su primer fin de semana abierto
Los vagones del convoy, que realiza seis trayectos al día entre El Cadavíu y el pozo San Luis, tuvieron una ocupación del 82% en las dos jornadas
17.06.2013 |PELÁEZEl tren minero del valle de Samuño ya trasladó en sus dos primeros días de apertura a 567 personas desde El Cadavíu hasta el pozo San Luis. El primer fin de semana de funcionamiento del convoy registró, por tanto, un 81,5% de ocupación con una mayor afluencia de visitantes en los tres recorridos que se realizan por la tarde. En total se programan seis viajes diarios, con 58 plazas en cada uno de ellos.
El proyecto del Ecomuseo Minero de Samuño echó a rodar el pasado sábado con una buena acogida de público. Sus primeros viajes de la jornada registraron un lleno total. Por la tarde, se mantuvo una notable afluencia de pasajeros. Al final del día, se contabilizaron 320 personas a bordo del tren. Ayer, segundo día de apertura, fueron 247 los viajeros, que procedían tanto de las Cuencas como de otros puntos de Asturias como Oviedo o Gijón e incluso de País Vasco o Alicante.
El tren minero funcionará hoy de nuevo desde las 10.30 horas. Por la mañana realizará otros dos recorridos, con salida a las 11.30 y 12.30 horas. Por la tarde, habrá otros tres viajes, a las 16.00, las 17.00 y las 18.00 horas. Estos horarios tienen vigencia toda la semana con excepción del martes, que permanecerá cerrado, hasta el 15 de septiembre.
La visita tiene una duración total de dos horas. Los pasajeros que suben al tren minero se internan por el camino del carbón hasta el pozo San Luis en un recorrido que tiene dos kilómetros de longitud. En ese trayecto pueden observar la zona de la bocamina La Trechora y pasar por el pequeño falso túnel para continuar por la superficie hasta el socavón Emilia. Comienza entonces el tramo final del recorrido, que llega a la caña del pozo San Luis, y que constituye con sus 980 metros de longitud, el mayor tramo de mina que se puede visitar en España a bordo de un ferrocarril.
Los turistas tienen entonces que bajarse de los vagones y acceder al ascensor que les subirá desde los 32 metros de profundidad (unos once pisos de altura), en la primera planta del pozo, a la superficie. Mientras llegan arriba escuchan los sonidos de las tradicionales «jaulas» que trasladaban a los mineros.
Un guía, el técnico de Turismo del Ayuntamiento de Langreo, Óscar Rodríguez Cavielles, acompaña a los visitantes al socavón Isabel y a la Sala de Máquinas del pozo. Posteriormente, explica las labores que se realizaban en instalaciones adyacentes, la lampistería y la casa de aseos, además de mostrar varias máquinas ferroviarias guardadas en una de las construcciones.
Desde ahí se inicia el camino de vuelta hasta la estación de El Cadavíu.
fuente http://www.lne.es
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