El Gobierno descarta reabrir el tren Ruta de la Plata a medio plazo
El nuevo plan de infraestructuras solo lo contempla como una futura línea de AVE en el horizonte de 2024
El nuevo plan de infraestructuras solo lo contempla como una futura línea de AVE en el horizonte de 2024
El nuevo plan de infraestructuras del Gobierno trae una
mala y una buena noticia para el casi mítico tren Ruta de la Plata. El
Pitvi, que así se llama el documento de más de 386 folios hecho público
por el Ministerio de Fomento la semana pasada, no contempla a corto
plazo la reapertura de la línea, como vienen reclamando muchos sectores
económicos y sociales del norte de Extremadura y de Castilla y León. La
parte medio llena del vaso está en que sí se incluye como una futura
línea de alta velocidad desde León hasta que se encuentre con la vía del
AVE Madrid-Lisboa.
En todo caso, se podría decir que el nuevo plan es casi
ciencia ficción, por cuanto se fija como horizonte 2024 y hay que tener
en cuenta el escenario de profunda recesión que vive España. Además, hay
que contemplar que el anterior plan de infraestructuras, el Peit ideado
por la socialista Magdalena Álvarez, apenas se ha cumplido. Como era de
prever, estos planes del Gobierno de Rajoy no cuentan con dotación
presupuestaria ni con plazos concretos.
Hablar hoy de nuevas líneas de alta velocidad es casi una
quimera; por eso es más relevante el hecho de que el departamento que
dirige Ana Pastor no ha escuchado las reivindicaciones ciudadanas y por
el momento no reabre el Ruta de la Plata. Este tren, enraizado en el
recuerdo de muchos extremeños, seguía la milenaria calzada romana entre
Gijón y Sevilla. En 1984 dejó de funcionar el tramo entre Astorga (León)
y Plasencia debido a las pérdidas económicas que presentaba. De nada
han servido las movilizaciones para su reapertura.
En 2009, un estudio encargado por las cámaras de comercio
del oeste peninsular a una consultora externa determinó que el Ruta de
la Plata era rentable para el transporte de mercancías, mientras que el
de pasajeros se debería plantear con posterioridad.
Un año después, siete organizaciones constituyeron la
Plataforma en Defensa del Ferrocarril Vía de la Plata. Nació formado por
Adenex, Ecologistas en Acción, el Sector Ferroviario de CC OO, la
Federación de Transportes de UGT, Izquierda Unida y la Plataforma por el
Ferrocarril de Llerena.
En realidad, lo que hace el Pitvi es marcar sobre un mapa
lo que la Unión Europea considera que son las líneas prioritarias para
España. El pasado mes de febrero incluyó una línea de AVE entre León y
Plasencia dentro del mallado en el que quiere convertir el entramado
ferroviario español. En cambio, no declaraba como prioritario el trazado
entre Mérida y Puertollano, vital para las aspiraciones extremeño del
Eje-16.
Escépticos y esperanzados
Cuando se anunciaron estos planes a Miguel Fuentes,
responsable del sector ferroviario de CC OO Extremadura, ya le llamó la
atención que la idea del Gobierno fuera convertir en alta velocidad la
Ruta de la Plata, un proyecto que particularmente no cree que vaya a
hacerse realidad.
«Si dicen que van a hacer posible un AVE por el oeste
reabriendo la Ruta de la Plata deberían estar anunciándolo a bombo y
platillo, porque sería como para tirar cohetes. Sin embargo desde
febrero, que es cuando se dieron a conocer los planes, nadie ha dicho
nada y esto ha pasado prácticamente inadvertido», indica.
Particularmente cree que lo mejor sería recuperar y
mejorar la línea convencional, «lo que exigiría una inversión importante
pero siempre infinitamente inferior a la que supondría la alta
velocidad». La suya es una apuesta por un tren que circulase entre 120 y
160 kilómetros, «más adaptado a la realidad».
Desde la Cámara de Comercio de Cáceres se aplaude el
hecho de que el plan de convertir la Vía de la Plata en una línea de
alta velocidad «se haya plasmado en papel», indica su director general,
Jorge Prieto.
«Es positivo que la conexión de Extremadura con el norte
haya quedado recogida de esta manera y si es como alta velocidad,
mejor», dice.
Las cámaras de comercio del oeste peninsular, entre las
que se encuentran la cacereña y la de Badajoz, han desarrollado un papel
especialmente significativo en la defensa de la recuperación de esta
línea ferroviaria. De hecho fueron las impulsoras en 2009 del Manifiesto
de Plasencia, la propuesta de resurrección que hasta ahora se ha
defendido con más firmeza. Se trata de un documento en el que se
reafirman en su defensa de una reapertura que justifican en el deseo de
empujón económico para la comunidad autónoma y el resto de las que
atraviesa el viejo trazado.
Su idea es que se recupere como una línea mixta, de
transporte para uso de mercancías y viajeros y el 'pero' que le ven al
proyecto es que el horizonte que se marca sea 2024. Demasiado tiempo,
creen, en el que pueden cambiar mucho las cosas.
«Estamos hablando de 12 años, puede haber una revisión de lo proyectado y que lo que ahora se recoge se someta a cambios».
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