ANTONIO HEREDIA |
El Metro languidece
El deterioro del servicio y el aumento en los tiempos de espera irritan a los usuarios Desde 2007, se han apeado de los trenes de Madrid 15 millones de viajeros mensuales
Hace un mes, el consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid,
Pablo Cavero, daba una noticia que se le había resistido desde que
asumiera el cargo a principios de 2012: Metro Madrid registraba un repunte de viajeros.
El dato anunciado por el máximo responsable del transporte de la región
era modesto. Los usuarios de la red del suburbano madrileño se habían
incrementado un 3 por ciento en julio en comparación con el mismo mes
del año pasado. Una tímida subida, pero aliviante tras más de un lustro
perdiendo pasajeros de forma constante.
Metro Madrid, "uno de los mejores del mundo", como sigue pregonando el consejero de Transportes, alcanzó en 2007 su máximo histórico de viajeros. Entonces superaba los 60 millones de usuarios mensuales. Con esas cifras, duplicaba en número de pasajeros al suburbano de Barcelona, que registraba entonces algo más de 30 millones de usuarios al mes. Mientras el metro de la capital catalana mantiene en 2014 unas estadísticas similares, desde entonces se han apeado de los trenes de Madrid 15 millones de viajeros, según los datos sobre transporte público que el Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió a primeros de agosto. Con datos del mes de junio, Metro Madrid contaba 46.271.000 usuarios mensuales, un 17 por ciento menos que hace siete años, cuando la crisis todavía no había enseñado los dientes.
Los responsables del metro madrileño siguen culpando a los efectos de la recesión económica, como la destrucción de puestos de trabajo, del descenso de usuarios. "Nosotros estaríamos muy preocupados si viésemos que la demanda de Metro bajara mientras la demanda de otros sistemas de transporte no bajara, pero es algo generalizado", explicaba recientemente Ignacio González Velayos, consejero delegado de Metro Madrid. En efecto, la revisión estadística del INE confirma un descenso del 1,8 por ciento en el conjunto del transporte público nacional. Pero el suburbano madrileño, con una caída del 2,2 por ciento de usuarios respecto a junio de 2013, es el que más pierde de las cinco ciudades españolas con red de suburbano. De hecho, Bilbao, Sevilla y Palma de Mallorca han incrementado su número de viajeros este verano. Según Velayos, el final del curso en universidades y colegios influyen en los datos negativos registrados en junio. "Pero los datos del mes de julio y de agosto apuntan a ser muy positivos", aseguraba el responsable de Metro Madrid hace una semana.
Los usuarios que todavía bajan a las 238 estaciones de la red madrileña ofrecen muchos más argumentos para comprender la prolongada sangría de viajeros. "Yo estoy harto de poner reclamaciones", cuenta David en el andén de Puerta de Arganda, de la Línea 9, mientras espera un convoy que llega con demora. "Está comprobado que el tiempo de espera que marcan los paneles es falso". Los dilatados intervalos entre tren y tren son la principal queja expresada en las redes sociales de internet, convertidas en el altavoz de los 'sufridores del metro'. Así se denomina una cuenta de Twitter donde los usuarios detallan las incidencias que se encuentran bajo tierra. En menos de un año, han divulgado 38.000 mensajes como este, publicado ayer: "Empezamos la mañana esperando 13 minutos en la estación de Chamartín". Muchos de los 'tuits' van acompañados de imágenes donde se muestran los paneles informativos de las estaciones apagados, sin el habitual cronómetro que anticipa el tiempo que tardará en llegar el próximo tren. "Mientes más que los tiempos de espera de los paneles del Metro", propone con sorna otro usuario como nuevo dicho madrileño.
La quejas de los usuarios no son infundadas. El sindicato CCOO asegura que este mes de agosto Metro está incumpliendo la tabla oficial de trenes en servicio. Por ejemplo, el pasado día 8 a la hora de comer circulaban 57 trenes menos de lo previsto en toda la red, según los cálculos del sindicato. Fuentes de Metro afirman que este verano, las tablas son similares a las del año pasado. "Porque se adapta la oferta a la demanda real", añade una portavoz. Los trabajadores del suburbano lo rebaten. "Vienen incumpliendo las tablas de trenes desde el mes de marzo", detalla Teodoro Piñuela, de UGT. Desde CCOO, Ignacio Arriba acusa a la consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid de la "mala planificación" de los recursos de la empresa pública. "Por ejemplo, a principios de año, 96 trabajadores a tiempo parcial pasaron a tiempo completo, y a todos les han colocado las vacaciones en julio", desvela este portavoz sindical. Como consecuencia, una treintena de estaciones están sin jefe de vestíbulo. Se puede comprobar cualquier mañana en Bambú, estación de la Línea 1. "Aquí sólo hay un guardia de seguridad, que no es obligatorio, pero no hay ningún empleado de Metro porque no se ha cubierto una vacante por prejubilación", explica un trabajador que cubre las incidencias de varias estaciones. "Falta personal", añade Ignacio Arriba de CCOO, "pero si el servicio de Metro se ha degradado es porque durante dos años no se ha invertido un céntimo".
El pasado mes de febrero, dos trenes descarrilaron en la Línea 10 sin provocar daños personales. Los sindicatos atribuyeron los accidentes a los recortes en labores de mantenimiento. "También ha pasado con las escaleras mecánicas, a veces no se podían arreglar porque no había repuestos", asegura el portavoz de CCOO. La profusión de averías es también una queja habitual de los usuarios. En la estación de Barrio del Pilar, unas escaleras estuvieron fuera de servicio durante varias semanas este invierno. UGT desveló entonces que la dirección de Metro había suspendido repentinamente una convocatoria para reforzar su plantilla de técnicos de mantenimiento de escaleras con 47 nuevas plazas. De nuevo, desde la dirección de Metro la versión es contrapuesta, y recuerdan que a lo largo de este año se invertirán 22 millones de euros en mantenimiento, como demuestran la 'Operación Túnel' puesta en marcha este verano para renovar 34 kilómetros de tuneles de cinco líneas de la red. "Claro, ahora sí invierten, porque el año que viene hay elecciones", apostilla Ignacio Arriba de CCOO.
La espectacular expansión de la red de Metro acometida desde finales de los noventa fue una de las principales bazas electorales que sustentaron en la presidencia de la Comunidad de Madrid a Alberto Ruiz-Gallardón y a Esperanza Aguirre, apuntalando la hegemonía política del PP en la región durante la última década. Sin embargo, Ignacio González sólo podrá cortar la cinta de inauguración de una nueva estación en el barrio de Mirasierra, dedicada al guitarrista Paco de Lucía, antes de los comicios autonómicos de 2015. Para entonces, quizás haya perdido el tren al que suben a diario, con incomodidad, muchos de sus votantes, como Juan Manuel, harto de salir "cocido" del vagón. "Nos tratan como borregos, porque estaremos en crisis, pero los precios del Metro no los han bajado, al contrario", apunta molesto mientras espera en un andén.
Fuente RAY SÁNCHEZ (El Mundo)
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Metro Madrid, "uno de los mejores del mundo", como sigue pregonando el consejero de Transportes, alcanzó en 2007 su máximo histórico de viajeros. Entonces superaba los 60 millones de usuarios mensuales. Con esas cifras, duplicaba en número de pasajeros al suburbano de Barcelona, que registraba entonces algo más de 30 millones de usuarios al mes. Mientras el metro de la capital catalana mantiene en 2014 unas estadísticas similares, desde entonces se han apeado de los trenes de Madrid 15 millones de viajeros, según los datos sobre transporte público que el Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió a primeros de agosto. Con datos del mes de junio, Metro Madrid contaba 46.271.000 usuarios mensuales, un 17 por ciento menos que hace siete años, cuando la crisis todavía no había enseñado los dientes.
Los responsables del metro madrileño siguen culpando a los efectos de la recesión económica, como la destrucción de puestos de trabajo, del descenso de usuarios. "Nosotros estaríamos muy preocupados si viésemos que la demanda de Metro bajara mientras la demanda de otros sistemas de transporte no bajara, pero es algo generalizado", explicaba recientemente Ignacio González Velayos, consejero delegado de Metro Madrid. En efecto, la revisión estadística del INE confirma un descenso del 1,8 por ciento en el conjunto del transporte público nacional. Pero el suburbano madrileño, con una caída del 2,2 por ciento de usuarios respecto a junio de 2013, es el que más pierde de las cinco ciudades españolas con red de suburbano. De hecho, Bilbao, Sevilla y Palma de Mallorca han incrementado su número de viajeros este verano. Según Velayos, el final del curso en universidades y colegios influyen en los datos negativos registrados en junio. "Pero los datos del mes de julio y de agosto apuntan a ser muy positivos", aseguraba el responsable de Metro Madrid hace una semana.
Los usuarios que todavía bajan a las 238 estaciones de la red madrileña ofrecen muchos más argumentos para comprender la prolongada sangría de viajeros. "Yo estoy harto de poner reclamaciones", cuenta David en el andén de Puerta de Arganda, de la Línea 9, mientras espera un convoy que llega con demora. "Está comprobado que el tiempo de espera que marcan los paneles es falso". Los dilatados intervalos entre tren y tren son la principal queja expresada en las redes sociales de internet, convertidas en el altavoz de los 'sufridores del metro'. Así se denomina una cuenta de Twitter donde los usuarios detallan las incidencias que se encuentran bajo tierra. En menos de un año, han divulgado 38.000 mensajes como este, publicado ayer: "Empezamos la mañana esperando 13 minutos en la estación de Chamartín". Muchos de los 'tuits' van acompañados de imágenes donde se muestran los paneles informativos de las estaciones apagados, sin el habitual cronómetro que anticipa el tiempo que tardará en llegar el próximo tren. "Mientes más que los tiempos de espera de los paneles del Metro", propone con sorna otro usuario como nuevo dicho madrileño.
La quejas de los usuarios no son infundadas. El sindicato CCOO asegura que este mes de agosto Metro está incumpliendo la tabla oficial de trenes en servicio. Por ejemplo, el pasado día 8 a la hora de comer circulaban 57 trenes menos de lo previsto en toda la red, según los cálculos del sindicato. Fuentes de Metro afirman que este verano, las tablas son similares a las del año pasado. "Porque se adapta la oferta a la demanda real", añade una portavoz. Los trabajadores del suburbano lo rebaten. "Vienen incumpliendo las tablas de trenes desde el mes de marzo", detalla Teodoro Piñuela, de UGT. Desde CCOO, Ignacio Arriba acusa a la consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid de la "mala planificación" de los recursos de la empresa pública. "Por ejemplo, a principios de año, 96 trabajadores a tiempo parcial pasaron a tiempo completo, y a todos les han colocado las vacaciones en julio", desvela este portavoz sindical. Como consecuencia, una treintena de estaciones están sin jefe de vestíbulo. Se puede comprobar cualquier mañana en Bambú, estación de la Línea 1. "Aquí sólo hay un guardia de seguridad, que no es obligatorio, pero no hay ningún empleado de Metro porque no se ha cubierto una vacante por prejubilación", explica un trabajador que cubre las incidencias de varias estaciones. "Falta personal", añade Ignacio Arriba de CCOO, "pero si el servicio de Metro se ha degradado es porque durante dos años no se ha invertido un céntimo".
El pasado mes de febrero, dos trenes descarrilaron en la Línea 10 sin provocar daños personales. Los sindicatos atribuyeron los accidentes a los recortes en labores de mantenimiento. "También ha pasado con las escaleras mecánicas, a veces no se podían arreglar porque no había repuestos", asegura el portavoz de CCOO. La profusión de averías es también una queja habitual de los usuarios. En la estación de Barrio del Pilar, unas escaleras estuvieron fuera de servicio durante varias semanas este invierno. UGT desveló entonces que la dirección de Metro había suspendido repentinamente una convocatoria para reforzar su plantilla de técnicos de mantenimiento de escaleras con 47 nuevas plazas. De nuevo, desde la dirección de Metro la versión es contrapuesta, y recuerdan que a lo largo de este año se invertirán 22 millones de euros en mantenimiento, como demuestran la 'Operación Túnel' puesta en marcha este verano para renovar 34 kilómetros de tuneles de cinco líneas de la red. "Claro, ahora sí invierten, porque el año que viene hay elecciones", apostilla Ignacio Arriba de CCOO.
La espectacular expansión de la red de Metro acometida desde finales de los noventa fue una de las principales bazas electorales que sustentaron en la presidencia de la Comunidad de Madrid a Alberto Ruiz-Gallardón y a Esperanza Aguirre, apuntalando la hegemonía política del PP en la región durante la última década. Sin embargo, Ignacio González sólo podrá cortar la cinta de inauguración de una nueva estación en el barrio de Mirasierra, dedicada al guitarrista Paco de Lucía, antes de los comicios autonómicos de 2015. Para entonces, quizás haya perdido el tren al que suben a diario, con incomodidad, muchos de sus votantes, como Juan Manuel, harto de salir "cocido" del vagón. "Nos tratan como borregos, porque estaremos en crisis, pero los precios del Metro no los han bajado, al contrario", apunta molesto mientras espera en un andén.
Fuente RAY SÁNCHEZ (El Mundo)