De ‘tren de la Warner’ a tren fantasma
La línea de Cercanías a San Martín de la Vega y al parque temático, que costó 85 millones, cumple su primer año sin servicio azotada por vándalos y ladrones de cobre
El ramal de Cercanías entre Pinto y San Martín de la Vega, conocido popularmente como el tren de la Warner
porque también incluía una parada dentro del parque temático, se ha
convertido en un año en un tren fantasma. En el tiempo que lleva sin
servicio —el 4 de abril cumplió su primer aniversario—, el deterioro de
la infraestructura es palpable. “A la parada de la Warner no se puede
acceder desde fuera, y allí hay una seguridad privada que impide que se
robe el material existente o que se cometan actos vandálicos. En cambio,
la estación de San Martín de la Vega se ha convertido en un foco de
delincuencia debido al abandono y a la falta de seguridad de esta
infraestructura”, critican Rafael Martínez y Sergio Neira, concejales
del PSM de San Martín de la Vega.
Además de con la autovía, la historia de la C-3 está íntimamente relacionada con la construcción del Parque Warner. Los primeros estudios que proponían la construcción de un monorraíl desde la estación de Valdemoro fueron rechazados por la Consejería de Obras Públicas y finalmente se optó por construir una nueva línea de cercanías desde Pinto. La línea fue inaugurada en abril de 2002, un mes antes de la apertura de la Warner, por el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón, tras una inversión de 85 millones de euros. Diez años después, se cerró. “La línea de tren coincidió con la puesta en servicio de la nueva autovía M-506”, recuerda María Isabel Moreno, diputada regional de IU. La carretera costó otros 24 millones.
El Ejecutivo autonómico también llegó a poseer el 46% del parque Warner, en la que invirtió 368 millones. Un año después de alcanzar la presidencia de Madrid, Esperanza Aguirre, comenzó a cuestionar la rentabilidad de la inversión del proyecto, hasta que en 2006 la Comunidad vendió a Fadesa su participación del 46% (unos meses después Parques Reunidos asume la gestión del recinto). El año pasado Aguirre volvió a desentenderse de la gestión de su predecesor ordenando el cierre de la línea ferroviaria “debido a la baja demanda”. “Esta línea se ha demostrado que no era rentable, le costaba al Consorcio de Transportes cerca de cuatro millones al año [son 3,3 millones]”, reconoció el director general de infraestructuras, Raimundo Herráiz Romero en la comisión de Transportes de la Asamblea en una comparecencia a finales de marzo. Herráiz justificó la decisión en que “la línea del ramal de Pinto a San Martín de la Vega llegó a un momento en el que la ocupación media de los trenes era de 16 viajeros/tren”.
“El despilfarro en la gestión del PP, sin una adecuada planificación de las infraestructuras del transporte, ha agravado considerablemente las repercusiones de la crisis económica en nuestro sistema de transporte”, critica José Manuel Franco, parlamentario regional del PSM. Los socialistas se plantean iniciar acciones judiciales ante “el incumplimiento del convenio” firmado entre el Ayuntamiento y la Comunidad en 1999, por el cual San Martín de la Vega aportó 17,7 millones para la cofinanciación de las obras de la línea a cambio de que se incluyera al municipio en la red de cercanías.
“Mientras, está desapareciendo catenaria”, denuncia Moreno. “Se han dado algunos actos de vandalismo. Todos sabemos el valor que tiene el cobre, nosotros no nos hemos librado de eso”, admitió Herráiz. La Comunidad está hablando con Adif para ver “la mejor manera” de mantener la infraestructura. Entre otras medidas, Adif está haciendo labores de vigilancia y de inspección de la línea. Mientras, la idea del Consorcio de Transportes es desmontar la infraestructura “que pueda ser de utilidad para Adif y que se pueda utilizar en otras líneas donde se puedan necesitar”.
fuente http://ccaa.elpais.com
Además de con la autovía, la historia de la C-3 está íntimamente relacionada con la construcción del Parque Warner. Los primeros estudios que proponían la construcción de un monorraíl desde la estación de Valdemoro fueron rechazados por la Consejería de Obras Públicas y finalmente se optó por construir una nueva línea de cercanías desde Pinto. La línea fue inaugurada en abril de 2002, un mes antes de la apertura de la Warner, por el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón, tras una inversión de 85 millones de euros. Diez años después, se cerró. “La línea de tren coincidió con la puesta en servicio de la nueva autovía M-506”, recuerda María Isabel Moreno, diputada regional de IU. La carretera costó otros 24 millones.
El Ejecutivo autonómico también llegó a poseer el 46% del parque Warner, en la que invirtió 368 millones. Un año después de alcanzar la presidencia de Madrid, Esperanza Aguirre, comenzó a cuestionar la rentabilidad de la inversión del proyecto, hasta que en 2006 la Comunidad vendió a Fadesa su participación del 46% (unos meses después Parques Reunidos asume la gestión del recinto). El año pasado Aguirre volvió a desentenderse de la gestión de su predecesor ordenando el cierre de la línea ferroviaria “debido a la baja demanda”. “Esta línea se ha demostrado que no era rentable, le costaba al Consorcio de Transportes cerca de cuatro millones al año [son 3,3 millones]”, reconoció el director general de infraestructuras, Raimundo Herráiz Romero en la comisión de Transportes de la Asamblea en una comparecencia a finales de marzo. Herráiz justificó la decisión en que “la línea del ramal de Pinto a San Martín de la Vega llegó a un momento en el que la ocupación media de los trenes era de 16 viajeros/tren”.
“El despilfarro en la gestión del PP, sin una adecuada planificación de las infraestructuras del transporte, ha agravado considerablemente las repercusiones de la crisis económica en nuestro sistema de transporte”, critica José Manuel Franco, parlamentario regional del PSM. Los socialistas se plantean iniciar acciones judiciales ante “el incumplimiento del convenio” firmado entre el Ayuntamiento y la Comunidad en 1999, por el cual San Martín de la Vega aportó 17,7 millones para la cofinanciación de las obras de la línea a cambio de que se incluyera al municipio en la red de cercanías.
“Mientras, está desapareciendo catenaria”, denuncia Moreno. “Se han dado algunos actos de vandalismo. Todos sabemos el valor que tiene el cobre, nosotros no nos hemos librado de eso”, admitió Herráiz. La Comunidad está hablando con Adif para ver “la mejor manera” de mantener la infraestructura. Entre otras medidas, Adif está haciendo labores de vigilancia y de inspección de la línea. Mientras, la idea del Consorcio de Transportes es desmontar la infraestructura “que pueda ser de utilidad para Adif y que se pueda utilizar en otras líneas donde se puedan necesitar”.
fuente http://ccaa.elpais.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario