Los autobuses reclaman más velocidad ante las agresivas tarifas del AVE
Elevar la velocidad en autopistas, mantenerla en autovías y bajarla en carreteras, posible solución
Jorge Chamizo.– El
mercado de transporte está en retracción y la pelea por cada viajero es
máxima. La rebaja drástica de precios aplicada por Renfe en sus trenes
de alta velocidad ha puesto en guardia a todas las empresas y sectores.
El de transporte de viajeros por carretera es uno de los más afectados y
ha pasado a la ofensiva. Para ser más competitivas, las empresas de
transporte de viajeros en autobús han solicitado al Gobierno poder
elevar su límite máximo de velocidad en autovías y autopistas hasta los
110 kilómetros por hora desde los 100 kilómetros por hora actuales.
También es una baza ante la previsible autorización del gobierno a que
los coches circulan a 130 kilómetros en algunas autopistas y autovías.
La
patronal de los autobuses realiza esta petición ante el proyecto de
modificación del Reglamento General de Circulación y argumentando que el
autobús es uno de los modos de transporte más seguros.
Para
fundamentar su petición, las empresas han realizado un estudio sobre el
eventual impacto de esta medida, sobre aspectos tan sensibles como la
seguridad. Alegan que "aunque no se puede negar que la
velocidad es un factor
de riesgo en carretera, la medida tendría un efecto reducidísimo
al
obligar a un colectivo en el que el número de víctimas mortales por
accidente es muy reducido". Según datos de la Dirección General de
Tráfico (DGT) recogidos en el estudio, el promedio de víctimas mortales
por accidente que viajaban en autobús o autocar es del 0,07 por ciento
del total, una relación que en 2012 fue de una persona frente a las
1.304 fallecidas a lo largo del año.
Asimismo, la Federación
Española Empresarial de Transporte de Viajeros (ASINTRA), ha apuntado
que la diferencia de velocidades de los vehículos en una misma vía
"puede traducirse en un
aumento de los accidentes por maniobras de adelantamiento".
El argumentario se completa afirmando que la
ampliación de los márgenes de velocidad
tendría importantes beneficios
en
términos de reducción de emisiones de CO2, potenciaría el uso del
transporte colectivo y beneficiaría a los viajeros, que verían reducidos
los tiempos de duración de sus viajes.
Las patronales, Fenebús y
Asintra, también esgrimen la profesionalidad de los conductores de este
tipo de transportes, "que tienen que pasar un curso anualmente, en el
que las empresas invierten cerca de 6 millones de euros al año", y el
buen estado de los vehículos.
Ambas organizaciones han destacado la mejora de la seguridad
en los trayectos
de estos vehículos que «han experimentado una reducción anual media
del número de accidentes en vías interurbanas del 5,3%, mientras que el promedio del total de vehículos ha sido del 4,1%".
Las
empresas de transporte en autobús ya recibieron hace unas semas una
compensación por la política de tarifas agresivas de Renfe, una empresa
que recibe dinero público y que podría ser acusada de competencia
desleal. El precio del billete de autobús regular interurbano registró
una subida extraordinaria media del 3% en marzo, gracias a una Orden del
Ministerio de Fomento.
Se trata de un incremento de carácter
extraordinario que el Gobierno autoriza a las empresas concesionarias de
servicios de transporte público de viajeros en autobús para
compensarlas por el encarecimiento del combustible.
"Las
importantes variaciones experimentadas en el precio de los combustibles,
especialmente desde comienzos de 2010, aconseja proceder a la revisión
de las tarifas de los servicios públicos regulares permanentes y de uso
general de transporte de viajeros por carretera", indicaba la orden
ministerial que hoy publica el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Renfe y lo que había que haber hecho
De
momento, la estrategia de precios de Renfe está dando resultados y está
captando bastante tráfico. La operadora ha transportado a 775.8675
viajeros en sus trenes AVE de Larga Distancia en lo que va de año, lo
que supone un incremento del 12,3% respecto a 2012 y permite que los
trenes de este servicio circulen con una ocupación del 80% de su
capacidad.
Renfe destaca que esta pasada Semana Santa sus trenes
AVE transportaron 426.472 viajeros, un 19% más en comparación al año
anterior. Los trenes registraron una ocupación media del 75%.
Según
sus datos, el pasado 1 de abril la compañía ferroviaria registró un
récord de pasajero AVE en un sólo día, al contabilizar 91.638 usuarios
coincidiendo con la operación retorno de la Semana Santa.
Al
mismo tiempo, Asintra rechaza que la modificación de este texto que
propone el gobierno reduzca la velocidad máxima de los autobuses en las
carreteras convencionales hasta 80 kilómetros por hora, frente a los 90
kilómetros por hora actuales.
El sector denuncia que esta
disminución de velocidad restará competitividad al "principal modo de
transporte público, el más utilizado por los usuarios y el más seguro de
los que circulan por carreteras". La patronal indica además que esta
reducción podría suponer a las empresas reordenar gran parte de sus
servicios de transporte escolar.
Según explica, la normativa de
condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores fija la
duración máxima del viaje, de forma que, según se indica, los viajeros
no deben estar más de una hora en el vehículo en traslados escolares. La
reducción de velocidad obligaría a las empresas a reestructurar todos
los horarios y a realizar grandes inversiones.
fuente
http://www.capitalmadrid.com