Talgo apunta hacia el tren mexicano en espera de retomar el AVE de Brasil
Miguel Ángel Gavira / Sao Paulo
23/12/2013 Talgo reconduce su estrategia en
Latinoamérica tras el anuncio del Gobierno brasileño de que se retrasa
el AVE de Brasil. El fabricante ferroviario se centrará en el proyecto
de compra de nuevos trenes en México, según explicó a este periódico
Joao Constantino Meireles, director de desarrollo de negocio del área
latinomericana.
"Ahora que este
proyecto está congelado como mínimo un año estamos mirando hacia México,
que quiere sacar tres proyectos de trenes en 2014", explica Meireles, que asistía a un acto de presentación de la nueva ruta de Air Europa a Sao Paulo en el Instituto Cervantes.
En principio, no se trataría de trenes de alta velocidad,
sino de largo recorrido. "Todavía no han salido los pliegos. De momento,
estamos trabajando con las ingenierías que están haciendo los estudios y
sí podríamos ir con el Patito, el modelo reúne las condiciones que
solicitan. También se podría pujar con coches remolcados Depende de lo
que digan las ingenierías del producto", recalca el directivo de Talgo
en Latinoamérica.
Estudios en 2014
Según han
confirmado las autoridades mexicanas al fabricante español, se prevé que
estos estudios preliminares estén listos para finales del primer
trimestre de 2014. "Hay que hacer números para saber si podría ser
rentable, pero no es un concurso de alta velocidad", añade Meireles.
No obstante, Talgo sigue muy de cerca el proceso de
licitación del AVE Rio de Janeiro-Sao Paulo, que se retraso en
septiembre del año pasado. Desde la compañía se explica que las
garantías que ofrecía el Gobierno "eran muy bajas" y que no había
"condiciones para participar".
Pese a ello, el directivo de Talgo nota mucha voluntad
política del Gobierno para sacar el proyecto adelante. "El problema es
que ahora hay una fase de precampaña, otra de campaña y después, casi
con toda seguridad, habrá una fase de segunda vuelta, que es cuando se
va a decidir todo".
Con este calendario político,
Meireles detalla que "siendo realistas el proceso se comenzará a retomar a mediados de 2015. Eso
es lo que nos han dicho en privado fuentes del Gobierno". No hay que
olvidar que una vez que se anuncia el comienzo del proceso, después hay
todo un trabajo para poder preparar el pliego de condiciones.
La postura oficial del Gobierno es un retraso de, como
mínimo, un año sin dar fechas concretas. Lo que sí tiene que cambiar en
el nuevo proceso, a juicio del directivo de Talgo, es todo lo
relacionado con los aspectos financieros. "Al ser una concesión necesita
una fuerte inversión por parte de las empresas y lo que nos tiene que
ayudar el Gobierno brasileño es a conseguir inversores locales". En el
concurso que se retrasó se logró en cierta medida ya que iban a
participar, entre otros, el correo brasileño y algunos fondos privados
del país.
El problema para Meireles es que "las cartas de
participación salieron 15 días antes de la fecha de la entrega de la
oferta y las condiciones no estaban cerradas. Eso es lo que falta por
conseguir para cuando se reanude el proyecto: que el Gobierno nos ayude
con la oferta financiera del concurso".
Interés por el 'Avril'
Respecto
al producto que iba a ofertar el consorcio español liderado por Talgo,
Meireles confirmó a elEconomista, que la empresa había tenido muchas
conversaciones con el Gobierno, quien le había transmitido que no quería
tener riesgos. "Con nosotros no los tenía, porque nuestro tren corre a
300 kilómetros por hora y está certificado y homologado. En este
escenario, el Avril es, al fin y al cabo, una evolución tecnológica del
Pato", explica.
Talgo le transmitió en todo momento al Gobierno brasileño
que no tiene sentido sacar un concurso con trenes de ahora que se van a
entregar en 2020.
"No nos podían pedir el tren del año 2010 porque iban a tener un producto desactualizado. En cambio, proponerle el Avril es asegurarle un producto de la próxima década", recuerda Meireles.
Sobre el papel, lo lógico es que dentro de año y medio se
presentan los mismos miembros del consorcio, entre los que destacaban
Indra, Cobra (que se retiró por la precipitación del concurso) y
Elecnor. Al mismo tiempo, todos los protagonistas del Ministerio de
Fomento participarían en calidad de subcontratados: Renfe, Adif y la
consultora Ineco.
Lo que sí que tiene claro Meireles es que no tienen ningún
sentido fusionar la oferta de CAF y de Talgo. "Vamos a ser sinceros: son
productos distintos. Lo nuestro es la alta velocidad", sentencia.
fuente
El Economista