La Generalitat
de Cataluña se ha propuesto ‘expulsar’ a Renfe de su red de Cercanías:
busca otro operador para los trenes regionales y ha contactado con la
SNFC francesa
Apartar a Renfe de la red de Cercanías de Cataluña. Es el objetivo
que se ha propuesto la Generalitat, y por eso trabaja para conseguir
cerrar un acuerdo con un operador alternativo que explote sus trenes
regionales. Ha mantenido contactos con el organismo estatal ferroviario
de Francia (SNCF) para que preste el servicio en la comunidad.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes próximas a la Generalitat, el presidente Artur Mas tiene encima de la mesa un plan para desplazar a Renfe de la red de Cercanías de Cataluña.
Hasta ahora, Renfe es el operador encargado de
prestar ese servicio, además de hacerlo con la media y la larga
distancia que discurren por la comunidad, utilizando la infraestructura
propiedad de ADIF, el administrador dependiente del ministerio de Fomento.
Sin embargo, después de que el Gobierno central aprobara en julio pasado la liberalización del transporte ferroviario, la Generalitat tiene vía libre para elegir el operador que preste el servicio de Cercanías en la Comunidad.
Contactos de la Generalitat con la francesa SNCF
Fuentes del sector ferroviario revelan a ECD que altos cargos de la Generalitat han mantenido ya los primeros contactos con la Société Nationale des Chemins de Fer Français (SNFC), el operador estatal francés de transporte ferroviario, el homólogo de Renfe en el país vecino.
SNFC se ha mostrado interesada, según estas fuentes, en estudiar al detalle la oferta procedente de Cataluña, y por tanto por sustituir a Renfe como operador de las Cercanías.
La SNFC va a perder el monopolio ferroviario en Francia, igual que ha
ocurrido en España tras el proceso de liberalización puesto en marcha
por el ministerio de Fomento, y por ello el operador francés está abierto a negociar un contrato de explotación con la Conselleria de Territori i Sostenibilitat catalana.
Las competencias en Cercanías están transferidas
El Gobierno de Zapatero y la Generalitat acordaron en 2009 el traspaso a Cataluña de los trenes de Cercanías, con lo que el Gobierno catalán asumió la gestión de este servicio ferroviario a partir del 1 de enero de 2010.
Aparte de eso, el Ejecutivo de Artur Mas está ahora reclamando a Fomento, en el marco de las negociaciones con Hacienda para obtener liquidez del Estado a través del Fondo de Rescate Autonómico, que cumpla con las inversiones prometidas en la red en Cataluña, que se fijaron en su día en 4.000 millones de euros.
Las deudas con Renfe alcanzan los 400 millones
Sin embargo, fuentes del Gobierno consultadas por ECD explican que
Cataluña tiene contraída a su vez una deuda con Renfe por el servicio de
Cercanías prestado que alcanza casi los 400 millones de euros.
Concretamente, debe 140 millones de euros este ejercicio por la explotación de los trenes de Rodalies (el servicio de cercanías en Cataluña). A esta cuantía se deben sumar otros 291 millones correspondientes a los tres años anteriores (2010, 2011 y 2012).
Mientras, en la Generalitat reprochan al Ejecutivo central que, de los 4.000 millones de euros previstos en el plan de infraestructuras ferroviarias 2008-2015, Fomento sólo ha ejecutado el 7 %, lo que supone una inversión de 277 millones.
Se giró la ‘C’ en el logo de Cercanías
En 1989 nació dentro de Renfe la división de Cercanías.
Se encargó un anagrama representativo, y se optó por un círculo, a
juego con la marca de Renfe de aquel momento, también circular, sobre el
que se inscribió una C blanca.
Este logo no duró mucho tiempo, ya que en 1992, con la catalana Mercé Sala en la presidencia de Renfe, se giró para que dejase de ser una C y se convirtiese en algo abstracto.
De esta manera, el mismo símbolo podía representar las palabras que se utilizan en las otras lenguas co-oficiales para nombrar las Cercanías, como Rodalies (Cataluña) o Aldirikoak (País Vasco). Es el logo que se ha utilizado hasta la actualidad.
fuente
http://www.elconfidencialdigital.com