Pastor se encomienda a Guindos y Nadal para poder privatizar el AVE de Renfe
El Ministerio de Fomento ha remitido al Ministerio de Economía y a la Oficina de Presidencia del Gobierno (OEP) el
plan de liberalización de transporte ferroviario de viajeros, cuyo
'core business' se centra en las líneas de alta velocidad. El popular AVE de Renfe es claro objeto de deseo por parte de varios inversores privados y la ministra Ana Pastor se
ha encomendado a los responsables teóricamente más liberales del equipo
económico del Gobierno antes de que uno de sus proyectos estrella entre
en la vía muerta de Hacienda.
El fiasco de la pretendida empresa de Autopistas Nacionales con la que se deseaba rescatar a las concesionarias en suspensión de pagos ha levantado ampollas en la relaciones de trabajo entre los representantes de Fomento y Hacienda. Ana Pastor ha aprendido la lección de lo mucho que manda su colega Cristóbal Montoro como
encargado de despachar con su firma los grandes asuntos económicos. El
intendente general del Estado es un hueso muy duro de roer y la ministra no quiera tropezar otra vez con la misma piedra del que está investido como guardián infranqueable de la caja pública.
El camino elegido ahora es de vía ancha y pasa por obtener el certificado de calidad de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) en
su condición de juez independiente para dictaminar la conveniencia de
repartir el gran pastel de Renfe. El informe de la ministra está a punto
de recibir el acuse de recibo por parte del supervisor mayor del Reino
y, por si acaso es necesario avalar el natural desarrollo técnico del
regulador con algún respaldo político, Ana Pastor ha decidido enviar
previamente la correspondiente copia al ministro de Economía, Luis de Guindos, y también al zar económico de Moncloa, Álvaro Nadal.
El
proyecto elaborado por los servicios técnicos de Fomento tiende a
garantizar el futuro de Renfe en pugna comercial con, al menos, un nuevo operador ferroviario que obtendría su licencia mediante un concurso público.
El calendario previsto para la ejecución práctica de todo el proceso se
estima en un plazo no inferior a dos años, si bien el Gobierno estudia
la posibilidad de reservar un segundo título habilitante condicionado a la evolución del mercado a lo largo de este periodo.
Luis de Guindos durante la cumbre del G-20 en Sydney (Reuters).
Liberalización total o parcial, he ahí la cuestión
El debate más incierto que está por resolver y que afecta a los intereses de los diferentes inversores industriales reside en determinar si la liberalización será total o se establecerá a partir de un plan gradual de privatización en los distintos corredores ferroviarios. Compañías como Veloi Rail (Grupo Planeta), Acciona, Ferrovial, OHL y Comsa, además de Alsa y Arriva-Deutsche Bahn están
realizando también una intensa labor de ‘aproximación’ al Gobierno con
el fin de asegurar que la privatización tiene un carácter global desde
un principio.
La licitación parcial mermaría el atractivo para
estas empresas privadas ya que no es lo mismo abordar el negocio en los
corredores que unen Madrid con Levante o Andalucía que hacerlo en el
mucho más prospero y rentable AVE que conecta Madrid con Barcelona. El
Ministerio de Fomento considera que la liberalización debe conciliar el desarrollo de Renfe con un mayor nivel de competencia en el sector ferroviario. De ahí la importancia del dictamen que rubrique el presidente de la CNMC, José María Marín Quemada.
La evolución reciente del mercado ferroviario representa, en este momento, el mayor aval
que tiene el Ministerio de Fomento para cumplir sus planes sin la
interferencia de otros departamentos gubernamentales con mayor poder de
persuasión ante el presidente Mariano Rajoy. La ‘tarta’
del ferrocarril, por lo menos en lo que concierne al tráfico de
pasajeros, presenta ahora un signo muy favorable. No en vano Renfe cerró
el año con un registro récord tras alcanzar la cifra de 25 millones de viajeros.
Más
importante si cabe que el dato absoluto es la confirmación de un cambio
de tendencia que venía siendo de carácter negativo en los últimos años.
En 2013, por el contrario, la demanda en trenes de AVE y Larga Distancia creció un 13,4%, mientras que en trenes exclusivamente de Alta Velocidad lo hizo casi en un 21%.
La política comercial de Renfe, con bajadas de tarifas, precios
dinámicos y políticas de descuento, ha sido determinante para la
reactivación del tren y puede serlo ahora para marcar el listón a los
nuevos operadores. Si es que alguno consigue y se muestra verdaderamente
convencido de hacer negocio.
fuente
el confidencial