Alicante frena el AVE del turismo
La ausencia de autobuses-lanzadera en la estación molesta a los visitantes. Benidorm y Torrevieja exigen a Rajoy y Fabra una conexión directa
Alicante se ha convertido en un tapón y en un quebradero de cabeza
para los turistas que llegan con el AVE arrastrando sus maletas con la
intención de llegar a sus destinos turísticos en Benidorm o Torrevieja.
La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, del PP, ha vetado el uso de
lanzaderas, autobuses directos desde la estación hasta los destinos,
argumentando motivos de tráfico. Se trata de la única capital de
provincia conectada con el AVE que carece de este servicio, según
aseguran los hosteleros. La negativa de la regidora irrita a los
turistas, que sufren las molestias y solivianta a los empresarios del
sector y a los regidores de las principales ciudades turísticas.
“Castedo piensa que la calle es suya”, afirma el presidente de los
hoteleros de Benidorm, Antoni Mayor. “Con esta polémica solo pretende
tapar sus escándalos judiciales”, agrega Gema Amor, responsable de
Turismo en Benidorm.
El viaje en el nuevo AVE entre Madrid y Alicante se hace corto, los
problemas surgen cuando uno llega a la estación de Alicante. La nueva
línea de alta velocidad que une la capital de España con la costa
alicantina se inauguró en el pasado mes de junio con la promesa del
Gobierno de reducir el tiempo del trayecto, que en la actualidad oscila
entre 2.20 y 2.40 horas, a 2.05 y con el compromiso de buscar una
solución para que los autobuses pudieran recoger a los turistas en la
misma estación. Sin embargo, el tiempo pasa, el tren tarda lo mismo y la
polémica de las lanzaderas lejos de solucionarse se encona cada día
más.
Los turistas que llegan en tren a Alicante dispuestos a pasar unos días de vacaciones en cualquier localidad turística de la Costa Blanca deben sortear varios obstáculos antes de llegar a su destino. La mayoría de ellos son personas mayores, cargadas con grandes maletas, que se ven obligados a ir arrastrando sus equipajes hasta la estación de autobuses de Alicante o coger un taxi pagando. “No está nada señalizado y es un desastre”, se queja una jubilada madrileña dispuesta a pasar unos días en Benidorm con unas amigas. Por si fuera poco, cuando llegan a la nueva estación de autobuses, en el puerto, deben esperar a que salga su autocar discrecional. “Menos mal que estamos jubilados y no tenemos prisa, tardamos más en llegar a Benidorm que de Madrid hasta Alicante”, se queja otro turista. Los taxistas tampoco es que estén haciendo su agosto y se quejan porque la mayoría de pasajeros utiliza coches particulares o se marcha.
El número de pasajeros procedentes de Madrid ha aumentado un 50% desde que s epuso en marcha el nuevo AVE. En el último trimestre ha transportado una media de 6.500 pasajeros diarios, la ocupación media es del 80% y se está convirtiendo en una de las líneas más rentables. El escollo pendiente siguen siendo las lanzaderas.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Alicante, presidido por Sonia Castedo, se ha cerrado en banda y ha vetado a los autobuses de línea que operen en las inmediaciones de la estación por la “importante congestión del tráfico”, según argumenta el concejal Juan Seva. “No cabe ni una parada de autobús urbano, es imposible, y el colapso sería total”. El responsable del tráfico en Alicante recuerda que en la confluencia de la avenida Salamanca confluyen varias arterias de tráfico, con fases semafóricas muy breves.
Castedo se alía con los taxistas de la capital en esta cruzada que está irritando a buena parte de la provincia de Alicante. Según varias fuentes consultadas en ninguna capital conectada con AVE ocurre esto, y todas tienen servicios de lanzaderas. Antoni Mayor, presidente de la patronal hotelera Hosbec de Benidorm, tilda de “despropósito” lo que está pasando. “Se debería penalizar a los políticos que lo hacen mal, Castedo, que ha perdido el juicio, piensa que la calle es suya, y por intereses electoralistas no deja a los autobuses trabajar”, afirma el hotelero que tilda de “ratonera” la actual estación de tren en Alicante.
Los destinos turísticos de la costa están hartos de esperar y exigen la mediación del propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para que medien y fuercen a la alcaldesa de Alicante a que permita operar a los autobuses lanzadera. El 50% de los viajeros del AVE de Madrid tienen como destino Benidorm. “Son excusas peregrinas”, afirma Gema Amor, concejal de turismo y teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Benidorm que recuerda que este tipo de servicios se prestan en otras estaciones como en Valencia, donde los autobuses llevan a los pasajeros hasta Dénia. Amor recuerda que la llega del AVE a Alicante es una “reivindicación histórica de toda la provincia, no solo de la capital”, y considera que hay decisiones que son “supramunicipales”.
Mayor refuta los argumentos del edil de tráfico en Alicante y recuerda que por cada autobús que recogiera a pasajeros se evitarían “10 o 15 coches particulares, que son los que colapsan el tráfico ahora en las inmediaciones de la estación”. Los hoteleros están muy molestos con la alcaldesa de Alicante ya que en las puertas de la Semana Santa y el inminente verano los turistas que llegan en AVE sufren todo un calvario antes de llegar a su destino.
La compañía Baile comercializa desde hace más de un año un billete combinado de tren y autobús desde Alicante a L’Altet y Santa Pola. Los autocares recogen a los pasajeros en la confluencia de Óscar Esplá con Avenida de Aguilera, en las inmediaciones de la estación. El Ayuntamiento descarta que se trate de una lanzadera, ya que es una “concesión histórica” que no opera desde la misma estación de tren.
La Consejería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, admite que está trabajando para que los principales municipios de la provincia de Alicante estén conectados con la estación del AVE de Alicante, y dados los inconvenientes planteados se estudia la posibilidad de que salgan desde Villena.
fuente El País
Los turistas que llegan en tren a Alicante dispuestos a pasar unos días de vacaciones en cualquier localidad turística de la Costa Blanca deben sortear varios obstáculos antes de llegar a su destino. La mayoría de ellos son personas mayores, cargadas con grandes maletas, que se ven obligados a ir arrastrando sus equipajes hasta la estación de autobuses de Alicante o coger un taxi pagando. “No está nada señalizado y es un desastre”, se queja una jubilada madrileña dispuesta a pasar unos días en Benidorm con unas amigas. Por si fuera poco, cuando llegan a la nueva estación de autobuses, en el puerto, deben esperar a que salga su autocar discrecional. “Menos mal que estamos jubilados y no tenemos prisa, tardamos más en llegar a Benidorm que de Madrid hasta Alicante”, se queja otro turista. Los taxistas tampoco es que estén haciendo su agosto y se quejan porque la mayoría de pasajeros utiliza coches particulares o se marcha.
El número de pasajeros procedentes de Madrid ha aumentado un 50% desde que s epuso en marcha el nuevo AVE. En el último trimestre ha transportado una media de 6.500 pasajeros diarios, la ocupación media es del 80% y se está convirtiendo en una de las líneas más rentables. El escollo pendiente siguen siendo las lanzaderas.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Alicante, presidido por Sonia Castedo, se ha cerrado en banda y ha vetado a los autobuses de línea que operen en las inmediaciones de la estación por la “importante congestión del tráfico”, según argumenta el concejal Juan Seva. “No cabe ni una parada de autobús urbano, es imposible, y el colapso sería total”. El responsable del tráfico en Alicante recuerda que en la confluencia de la avenida Salamanca confluyen varias arterias de tráfico, con fases semafóricas muy breves.
Castedo se alía con los taxistas de la capital en esta cruzada que está irritando a buena parte de la provincia de Alicante. Según varias fuentes consultadas en ninguna capital conectada con AVE ocurre esto, y todas tienen servicios de lanzaderas. Antoni Mayor, presidente de la patronal hotelera Hosbec de Benidorm, tilda de “despropósito” lo que está pasando. “Se debería penalizar a los políticos que lo hacen mal, Castedo, que ha perdido el juicio, piensa que la calle es suya, y por intereses electoralistas no deja a los autobuses trabajar”, afirma el hotelero que tilda de “ratonera” la actual estación de tren en Alicante.
Los destinos turísticos de la costa están hartos de esperar y exigen la mediación del propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para que medien y fuercen a la alcaldesa de Alicante a que permita operar a los autobuses lanzadera. El 50% de los viajeros del AVE de Madrid tienen como destino Benidorm. “Son excusas peregrinas”, afirma Gema Amor, concejal de turismo y teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Benidorm que recuerda que este tipo de servicios se prestan en otras estaciones como en Valencia, donde los autobuses llevan a los pasajeros hasta Dénia. Amor recuerda que la llega del AVE a Alicante es una “reivindicación histórica de toda la provincia, no solo de la capital”, y considera que hay decisiones que son “supramunicipales”.
Mayor refuta los argumentos del edil de tráfico en Alicante y recuerda que por cada autobús que recogiera a pasajeros se evitarían “10 o 15 coches particulares, que son los que colapsan el tráfico ahora en las inmediaciones de la estación”. Los hoteleros están muy molestos con la alcaldesa de Alicante ya que en las puertas de la Semana Santa y el inminente verano los turistas que llegan en AVE sufren todo un calvario antes de llegar a su destino.
Villena, la alternativa
Torrevieja y Benidorm, junto con otros municipios, ante la negativa del Ayuntamiento de Alicante están negociando una alternativa que pasaría porque los turistas pararan en la estación del AVE en Villena y desde allí directamente les llevaran hasta su destino. El tiempo de trayecto sería similar y ya han pedido a Renfe que venda unos billetes combinados de tren y autobús para poder comercializarlos antes del próximo verano. “La opción de Villena sería el mal menor”, admite Antoni Mayor, quien considera que la estación del AVE de Alicante se debería haber situado en las afueras de Alicante para evitar los actuales problemas, y “la de Villena no hacía falta”.La compañía Baile comercializa desde hace más de un año un billete combinado de tren y autobús desde Alicante a L’Altet y Santa Pola. Los autocares recogen a los pasajeros en la confluencia de Óscar Esplá con Avenida de Aguilera, en las inmediaciones de la estación. El Ayuntamiento descarta que se trate de una lanzadera, ya que es una “concesión histórica” que no opera desde la misma estación de tren.
La Consejería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, admite que está trabajando para que los principales municipios de la provincia de Alicante estén conectados con la estación del AVE de Alicante, y dados los inconvenientes planteados se estudia la posibilidad de que salgan desde Villena.
fuente El País