¿Cuestión política?, ¿viabilidad económica?, ¿un trazado
poco adecuado? ¿O de todo un poco? El caso es que el gran proyecto del
anterior equipo de gobierno municipal socialista lleva tres años en
cocheras sin que se sepa si realmente habría cuajado entre la sociedad
jienense.
El 19 de mayo de 2011, el lunes hace tres años, dejó de funcionar en pruebas
por orden judicial, tras una denuncia del dueño de la empresa
concesionaria de autobuses por competencia desleal, ya que los viajeros
podían subirse gratis. En la semana del 9 al 13 de mayo de 2011 se
subieron al tranvía 35.671 personas.Desde entonces, además de un cambio
político en el Consistorio (el 22 de mayo ganaba las elecciones el PP)
se han sucedido los argumentos en uno u otro sentido, sin que se vea el
final al recorrido del tranvía que parece haber llegado a vía muerta. Se
ha convertido así en el único de España que una vez finalizado no ha
llegado a ponerse en marcha. El único de los doce que se construyeron
durante los años del boom inmobiliario, comenzando con el de Valencia en
1994. El de Vélez Málaga sí recorrió las calles durante un tiempo,
aunque después se paralizó e incluso vendieron sus vagones. El resto
sigue funcionando, unos mejor que otros, incluso ampliando sus líneas.
No parece que la cuestión del tranvía sea cosa de color político ya que
la mayoría de las ciudades donde está funcionando están gobernadas por
el PP e incluso algunas cuentan con una deuda municipal mayor
que la de Jaén. Aunque, siempre se tendrá en cuenta que en plenas
elecciones el ahora alcalde de Jaén dijo en VIVA JAÉN que nunca se
subiría al tranvía. Lo único claro es que después de tres años, unas
infraestructuras que costaron 120 millones de euros, cambiaron el
urbanismo de la ciudad como no se había hecho en siglos y se realizaron
en un tiempo récord, solo están siendo utilizadas como aparcamiento
improvisado en horas punta.
El 26 de
julio de 2013 el alcalde entregaba las llaves del tranvía a la Junta de
Andalucía en Sevilla. Desde entonces, la única luz que se puede ver al
final del túnel es quizás el anuncio de la Consejería de Fomento de
realizar un plan de viabilidad del transporte urbano de la ciudad, en el
que se incluiría el tranvía. Un anuncio realizado a primeros de año y
del que solo se sabe que está en proceso. El último varapalo fue hace
unas semanas y llegó del Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu,
aconsejando un uso alternativo al tranvía incluso apuntando a que
deberían depurarse responsabilidades por no haberse realizado con
anterioridad a la construcción de la infraestructura un informe de
viabilidad más estricto.
La oferta oculta
En estos tres años, el alcalde de Jaén, siempre ha repetido que ninguna
de las empresas a las que se le ofreció la explotación del sistema
tranviario había considerado ponerlo en marcha. “Salen huyendo” suele
decir cuando conocen las cifras y el coste del servicio. Sin embargo,
durante un año aproximadamente, Ferrocarriles de Cataluña auditó el
sistema tranviario con la intención de ponerlo en funcionamiento, pero
finalmente desistió, principalmente, porque el Ayuntamiento de Jaén
anunció que no estaba dispuesto a subvencionarlo con un solo euro, algo
que sí se hace con el de autobuses urbano, al que se dedica anualmente
alrededor de un millón de euros. En cualquier caso, la sociedad jienense
nunca ha conocido la oferta realizada por Ferrocarriles de Cataluña,
más que de lo que el equipo de gobierno trasladó y sin que el informe se
haya hecho público.
fuente
Andalucía Información