Adif
ha licitado las obras de ejecución del proyecto constructivo de
reparación y rehabilitación de la cubierta de la estación de Toledo. Los trabajos
cuentan con un presupuesto de 421.524,3 euros y un plazo de ejecución
de diez meses
Las obras a realizar consisten en la
rehabilitación de la cubierta y el acondicionamiento de la primera
planta, para ello está prevista la sustitución de tejas, canalones y
bajantes creando una nueva red enterrada de aguas pluviales. Asimismo,
se procederá al acondicionamiento de la tabiquería, los falsos techos,
carpinterías y pavimentos.
De igual forma se restaurará la torre,
para ello se repararán las carpinterías exteriores, se sustituirán los
cristales rotos y se limpiarán las heces de las palomas, al tiempo que
se procederá al sellado de grietas y eliminación eflorescencias.
De
estilo neomudéjar, la estación de Toledo es un claro ejemplo del rico
legado patrimonial de la arquitectura ferroviaria española. El actual
edificio comenzó a construirse el 4 de marzo de 1914 y entró en servicio
en 1917, sustituyendo a uno anterior de 1857.
Declarada Bien de
Interés Cultural, con la categoría de Monumento, desde 1991, e integrada
en el Patrimonio Histórico Español, es obra del arquitecto Narciso
Clavería, marqués de Manila, quien redactó un proyecto cercano a los dos
millones de pesetas para la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a
Zaragoza y Alicante (MZA).
Su planta se desarrolla sobre una
superficie de 12.600 m2 y sus elementos constructivos fueron el
ladrillo, la piedra, el hierro y el cemento, materiales básicos que se
conjugaron de forma notable para erigir un monumento de tal dimensión
artística y arquitectónica.
La estación de Toledo está compuesta
por un edificio de viajeros del que sobresale una marquesina de hierro
sostenida por delgadas columnas. A cada lado del pabellón central
existen sendos adosados que continúan el estilo de la fachada principal,
aunque son de dos alturas. Además, en el extremo izquierdo de la
estación encontramos una curiosa torre de reloj, poco habitual en las
estaciones, y que imita los minaretes y campanarios de las iglesias
construidas en estilo neomudéjar.
Esta obra arquitectónica fue
reformada en el año 2005, con motivo de la puesta en servicio de la
Línea de Alta Velocidad Madrid-Toledo.
Las tareas de
rehabilitación requirieron un cuidado exquisito y una labor de
recuperación casi artesanal, en su empeño de conservar el diseño
original, especialmente en las obras relacionadas con el edificio
principal: la rehabilitación de la marquesina original, el arreglo de
las bajantes y faroles, la restauración de la carpintería interior y
exterior, y la renovación de la torre de la estación y de su reloj
original.
Asimismo, se recolocó la valla histórica de la
estación, con su verja original, obra de Julio Pascual, que fue objeto
de tareas de limpieza y restauración.