Esgrime las cifras de Siemens con orgullo y recuerda que es la empresa «que más innova de Europa» al crear 40 patentes cada año.
Innovación, innovación, innovación. Es el mantra contra la crisis que
repite Rosa Mª García (Madrid, 1965), que hace escasas semanas cumplió
un año al frente de Siemens España. Hace marca, también, por el país. Si
bien lamenta la ausencia de grandes licitaciones de obra pública,
destaca las virtudes de las empresas nacionales. Y valora que España
apueste su salida de la crisis a la exportación. En su opinión, hay
sustancia para ello.
-¿Qué le parece el plan de infraestructuras del Gobierno?
-Es realista y equilibrado. A todos nos gustaría que
hubiesen más inversiones, pero los presupuestos no son infinitos, sobre
todo cuando la mayor parte de nuestros fondos se destinan a pagar las
prestaciones de desempleo, los intereses de la deuda y las pensiones.
Aún así, hay que seguir trabajando en las infraestructuras. Debemos
continuar siendo un país de gran atractivo turístico. Y para ello, es
básico el mantenimiento de nuestras infraestructuras y contar con buenos
medios de transporte. También es necesario un buen Corredor
Mediterráneo de mercancias ya que somos un país exportador que utiliza
muy poco el ferrocarril para esta utilidad. Y cercanías para que las
ciudades funcionen, ya que son los motores de crecimiento de la economía
nacional.
-¿Cuál es la visión que tiene una multinacional como Siemens de España?
-Es importante que el Ejecutivo se acostumbre a hacer más
con menos y por ello debe encontrar las áreas de ineficiencia. Tenemos
que poner en valor nuestras energías renovables. Somos un paraíso en
ello, ya que tenemos sol y tenemos viento. Nuestro problema es que todo
lo que producimos lo debemos consumir, ya que no hemos sabido negociar
con Europa líneas de transmisión eléctrica que nos permitan evacuar la
energía que producimos y que, por ejemplo, podrían abastecer Alemania
cuando desenchufe sus centrales nucleares. Hay que hacer una labor
política muy importante con la UE para que no solo se aprueben
corredores ferroviarios sino también energéticos hacia Europa.
-En este punto, ¿qué le parece el plan de crecimiento europeo?
-Los planes europeos son interesantes, pero el problema es
que el 20% del primer tramo de inversión lo tiene que afrontar cada país
antes de que financie la UE. Algo difícil en estos momentos. De todas
formas, en Siemens siempre estamos en contacto con los países europeos
para ver sus problemas y de qué manera podemos participar. Por ejemplo,
le hemos remitido al Ministerio de Fomento un proyecto tecnológico para
que los trenes españoles, al atravesar los Pirineos, puedan modificar el
ancho de vía y el voltaje hacia el resto de Europa.
-¿Hay que apostar por la innovación?
-Por supuesto. Quizá por ello, el de I+D en 2012 es uno de
los recortes que más se puede cuestionar. Porque la inversión es del
1,39% de nuestro PIB, muy bajo en comparación con Alemania, Finlandia o
Japón, que invierten más de un 3%. Y el único culpable no es solo el
Gobierno, sino que también lo son las empresas españolas, que ponen el
50% de la inversión mientras que en Alemania es más del 60%. En este
momento yo priorizaría una innovación que genere patentes y productos,
ya que así se genera un círculo virtuoso. Si tienes poco dinero para
innovar, inviertes y creas una patente. Porque si el producto tiene
éxito, lo venderás y pagarás impuestos que, a su vez, servirán, en
parte, para financiar universidades. Y esto permitirá que aumente el
presupuesto para I+D y así crear más productos. Hay inversiones en
innovación que son importantes pero no generan riqueza automáticamente,
lo que ahora mismo es urgente, por lo que se pueden relegar.
-¿Qué hay sobre los recortes anunciados por Siemens desde Alemania?
-Nosotros anunciamos en julio un ERE en la división
española. Lo digo con tristeza porque cada despido es un fracaso para
nosotros. Era un ERE de 200 personas pero que al final se quedó en 141
personas. El plazo para el expediente acaba a finales de marzo y
esperamos que sean menos los despidos. Si lo hemos hecho tan largo es
porque estamos bucando opciones para reducir el número de gente que va a
salir ofreciendo formación, años sabáticos a quién quiera, proponiendo
carrera internacional a otros... Porque hay mucho talento y no queremos
desperdiciarlo. ¿Qué va a pasar en Alemania? No sé si este plan supondrá
más despidos en España. Internacionalmente la compañía va a tener unos
resultados en línea con lo esperado. Pero yo creo que todas las empresas
deben hacer procesos de higiene, sean grandes o pequeñas. Ver dónde
pueden ahorrar costes, qué productos, divisiones o procesos son
ineficientes... Simplificar la estructura, ya que nos hemos dado cuenta
de que lo perfecto a veces es enemigo de lo bueno.
-¿Cómo valora la reforma laboral?
-A nosotros y a muchos empleados nos ha servido porque
hemos podido reducir jornada o explorar alternativas al despido. A
veces, voluntarias por parte de los propios trabajadores.
-¿Se han planteado desinvertir en España por la crisis?
-No. Hemos descubierto que España es muy buena en muchos
aspectos. Estamos utilizando empleados españoles para construir
corredores ferroviarios en Iberoamérica o África, ya que aquí no hay
proyectos. Nuestros trabajadores están muy bien reconocidos en Alemania y
se están yendo de forma temporal allí a hacer proyectos. España tiene
un talento muy reconocido por lo que muchos de nuestros departamentos
están moviendo sus cuarteles generales para orientarse a zonas en
desarrollo. Muchas veces no nos damos cuenta de la potencia de las
empresas españolas. Compañías que a lo mejor en España tienen pequeños
proyectos, pero en el resto del mundo son muy fuertes. Y quieren
trabajar con nosotros porque nos conocen. Quizá en España no se van a
crear nuevas empresas pero sí van a aumentar su produción y por eso hay
que ofrecerles líneas de crédito. Mucha parte de nuestro negocio en
España depende de la exportación y del trabajo de las grandes empresas
españolas.
-¿Descartán integrarse en algún consorcio español en proyectos extranjeros?
-A veces participaremos, como con el consorcio del metro de
Santo Domingo. En otros, aportaremos tecnología. Siemens es experta en
trabajar en condiciones metereológicas muy extremas, desde Rusia a zonas
con altas temperaturas. Habrá consorcios nacionales que nos
subcontraten a pesar de que no formemos parte de ellos.
-¿Les interesa la futura liberalización del sector ferroviario nacional en relación a algún proyecto?
-El Gobierno debe sacar sus propuestas primero. En el AVE
de Galicia se han anunciado dos tramos más pero en los que han salido,
estamos. Mantenemos relaciones fluidas con Renfe, conocen nuestras
finanzas y se han ofrecido a nosotros y a nuestra competencia para
adquirir parte de lo que ahora van a privatizar, o hacer participaciones
público-privadas. El Gobierno nos está escuchando.
-¿Le preocupa el estigma de que el país esté al borde del rescate?
-Al país le interesaría tener una prima de riesgo de 200
puntos. Me preocupa que se ponga la palabra Grecia y España en la misma
frase. Son economías distintas, España tiene un problema grave de
endeudamiento pero posee una economía real muy vigorosa, lo que se palpa
en el reconocido prestigio de sus grandes empresas, escuelas de
negocios, constructoras, ingenierías... Desde fuera se nos ve de color
gris, pero cuando te acercas hay tonos negros y blancos encabezados los
blancos por nuestras compañías. Debemos resolver el excesivo
endeudamiento para volver a ser una historia de éxito. Y no lo duden, lo
seremos.
-¿Cree que las medidas aplicadas por el Gobierno son correctas?
-El Ejecutivo está tomando las decisiones económicas
adecuadas y hay que darle tiempo. Hay que dejar claro que para salir de
la crisis España necesita a Europa y Europa necesita a España. Las
alianzas economicas entre España y Alemania a veces se infravaloran.
Ellos son nuestro segundo cliente y nuestro primer suministrador. Si
España no crece Alemania se resiente. Por ello, Alemania da las recetas
que le funcionaron con buena voluntad, como se pudo comprobar en la
última cumbre empresarial hispano-germana. Porque ahora España está
haciendo lo mismo que Alemania en el año 2003. El año que viene y
posiblemente el siguiente, serán duros, pero vamos a salir adelante.
Nuestra economía no es de barro, sino que contamos con grandes empresas
que saben hacer muy bien las cosas y están altamente reconocidas.