Renfe encarga a Grant Thornton que enderece el desastre de su filial de Mercancías
La firma cobrará 114.950 euros por aportar "soluciones para el aseguramiento de su viabilidad" y propuestas para la "reconfiguración y valoración" de la división, la más deficitaria del grupo, con un Ebitda negativo de 36 millones en 2012.
Renfe analiza alternativas para el futuro de su división de Mercancías, la más deficitaria, y ha contratado a la consultora Grant Thornton para que le asesore en tareas de "apoyo en el proceso de reconfiguración y valoración" de su filial y para que colabore en el "diseño de soluciones para su viabilidad", según la empresa pública.
Renfe no ha querido dar más detalles sobre un contrato que se ha adjudicado por el procedimiento negociado sin publicidad, por lo que las condiciones del mismo no son públicas y por el que Grant Thornton, que se ha impuesto a otras tres firmas de consultoría, cobrará 114.950 euros.
La decisión llega tras el troceamiento de Renfe aprobado por el Gobierno en septiembre pasado en cuatro sociedades (mercancías, viajeros, talleres y materiales rodantes), que muchos ven como antesala de la privatización de la totalidad o parte de esas filiales.
El problema para la de Mercancías es que, tal y como está, es "invendible", apuntan fuentes del sector. La división (1.483 empleados a cierre de 2012, un 10,6% de su plantilla total), con un nivel de productividad muy inferior al de sus competidoras privadas, facturó el año pasado un 14,5% menos (177,5 millones de euros) y registró unas pérdidas operativas de 36,42 millones.
Incapaz de cortar la sangría de números rojos y la caída de los volúmenes de carga de los últimos ejercicios, Renfe Mercancías cuenta con activos, como su extenso (y sobredimensionado) parque de locomotoras y vagones, que sí serían de interés en una posible venta parcial, señalan en el sector. El grupo se gastó en 2006 más de 400 millones de euros en 100 locomotoras Bombardier cuyo factor de utilización es hoy muy inferior al esperado entonces.
Desde hace tiempo se ha especulado con el posible interés por esa división de la estatal alemana Deutsche Bahn, una de las más potentes del mundo en transporte de mercancías, que en abril pasado firmó un acuerdo con Renfe auspiciado por la ministra Ana Pastor con el genérico objetivo de "cooperar en el ámbito del transporte de mercancías por ferrocarril en el mercado de la UE".
Cuota de mercado del 85%
Renfe Mercancías tiene una cuota de mercado del 85% que le convierte prácticamente en el único operador relevante de una actividad que empezó a liberalizarse en 2005, aunque con escasos réditos hasta ahora.
Sus competidoras privadas aseguran que no pueden competir con la operadora pública, que se beneficia de su posición de dominio para ofrecer unas tarifas que pueden llegar a ser un 30% más baratas que las de sus rivales. Pero ese control del mercado no se traduce en buenos resultados.
El deficiente funcionamiento del transporte ferroviario de mercancías incide negativamente en la competitividad de la economía española, en la que tiene un peso mucho más relevante el transporte por carretera. En España, sólo un 4% de las mercancías se mueven por ferrocarril, frente al 17% de la Unión Europea.
fuente VozPópuli
Renfe no ha querido dar más detalles sobre un contrato que se ha adjudicado por el procedimiento negociado sin publicidad, por lo que las condiciones del mismo no son públicas y por el que Grant Thornton, que se ha impuesto a otras tres firmas de consultoría, cobrará 114.950 euros.
La decisión llega tras el troceamiento de Renfe aprobado por el Gobierno en septiembre pasado en cuatro sociedades (mercancías, viajeros, talleres y materiales rodantes), que muchos ven como antesala de la privatización de la totalidad o parte de esas filiales.
El problema para la de Mercancías es que, tal y como está, es "invendible", apuntan fuentes del sector. La división (1.483 empleados a cierre de 2012, un 10,6% de su plantilla total), con un nivel de productividad muy inferior al de sus competidoras privadas, facturó el año pasado un 14,5% menos (177,5 millones de euros) y registró unas pérdidas operativas de 36,42 millones.
Incapaz de cortar la sangría de números rojos y la caída de los volúmenes de carga de los últimos ejercicios, Renfe Mercancías cuenta con activos, como su extenso (y sobredimensionado) parque de locomotoras y vagones, que sí serían de interés en una posible venta parcial, señalan en el sector. El grupo se gastó en 2006 más de 400 millones de euros en 100 locomotoras Bombardier cuyo factor de utilización es hoy muy inferior al esperado entonces.
Desde hace tiempo se ha especulado con el posible interés por esa división de la estatal alemana Deutsche Bahn, una de las más potentes del mundo en transporte de mercancías, que en abril pasado firmó un acuerdo con Renfe auspiciado por la ministra Ana Pastor con el genérico objetivo de "cooperar en el ámbito del transporte de mercancías por ferrocarril en el mercado de la UE".
Cuota de mercado del 85%
Renfe Mercancías tiene una cuota de mercado del 85% que le convierte prácticamente en el único operador relevante de una actividad que empezó a liberalizarse en 2005, aunque con escasos réditos hasta ahora.
Sus competidoras privadas aseguran que no pueden competir con la operadora pública, que se beneficia de su posición de dominio para ofrecer unas tarifas que pueden llegar a ser un 30% más baratas que las de sus rivales. Pero ese control del mercado no se traduce en buenos resultados.
El deficiente funcionamiento del transporte ferroviario de mercancías incide negativamente en la competitividad de la economía española, en la que tiene un peso mucho más relevante el transporte por carretera. En España, sólo un 4% de las mercancías se mueven por ferrocarril, frente al 17% de la Unión Europea.
fuente VozPópuli