Siguiendo el rastro de las antiguas vías en tren turístico
El Museo conmemora el 130 aniversario del ferrocarril en la ciudad con un recorrido urbano
El silbido de una
vieja locomotora de vapor nos pone en ambiente. A las puertas del
acristalado Sexto Edificio del Museo, una máquina y un vagón de madera
nos teletransportan con la imaginación a los primeros ferrocarriles. Nos
disponemos a viajar en el tiempo para recordar por dónde discurría el
tren desde su llegada a Pontevedra en 1884 hasta que en los años sesenta
se construyó la actual estación y dejó de utilizarse la primigenia de
la praza de Galicia.
El
Museo ha querido conmemorar el 130 aniversario del ferrocarril en la
ciudad proponiendo este recorrido, al tiempo que se celebra en el
edificio Sarmiento la exposición sobre la historia del tren de juguete
español, con las trescientas piezas de la prestigiosa colección
Quiroga-Monte.
Los primeros en subir al coqueto vagón son dos
turistas madrileños, Isabel y Miguel, y dos pontevedresas de adopción,
Pilar y Ángeles. «Yo no nací aquí, pero mi marido aún se acuerda de la
antigua estación en la plaza de Galicia», señala Ángeles. Como es obvio,
esta plaza es parte de la ruta, que arranca desde el mismo Sexto
Edificio y tiene su primer rastro del tren en la vista desde la avenida
del Uruguay de los pilotes del antiguo puente del ferrocarril en A
Barca, abierto en 1899 y que permitió viajar ya hasta Santiago. La
megafonía -aunque en este primer viaje casi se oye mejor fuera que
dentro del tren- narra a continuación la crónica de los periódicos de la
época sobre el viaje de ensayo y la inauguración de la línea
Redondela-Pontevedra en 1884.
Ya desde la plaza de Galicia, en la que la actual
marquesina recuerda dónde se ubicaba la estación -ahora centro urbano
pero entonces «las afueras» de la ciudad-, la línea discurría por Reina
Victoria, con dos pasos a nivel, hasta el paseo de Colón, aunque por
debajo del nivel actual de la calle. La vía del puente servía para los
más arriesgados como paso entre la ciudad y la fábrica de ladrillos del
marqués de Riestra, y muchos jóvenes en verano utilizaban también este
puente como trampolín hacia el Lérez. Quienes quieran seguir esa vieja
línea podrán hacerlo también hoy y el 16 de mayo.
fuente La Voz de Galicia