27 mayo 2014

El Ayuntamiento de Don Benito alquilará a Adif un local para ubicar el museo del ferrocarril

El museo del ferrocarril de Don Benito (Badajoz) se ubicará en una nave que el ayuntamiento arrendará a Adif

El Ayuntamiento de Don Benito (Badajoz) arrendará a la entidad pública empresarial Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) una nave para ubicar ella el museo del ferrocarril de la localidad.

 

Este arrendamiento se llevará a cabo mediante el preceptivo contrato que suscribirán el alcalde de Don Benito, Mariano Gallego, y el delegado de Patrimonio y Urbanismo Sur de Adif, Fernando Gómez Gallego, y que este lunes ha sido aprobado por unanimidad por el pleno de la corporación municipal.
 
El inmueble objeto del arrendamiento será un muelle cubierto de 503 metros cuadrados de superficie. Además, el consistorio dombenitense alquilará también a Adif un terreno anexo de 707 metros cuadrados. La vigencia del contrato del arrendamiento será de ocho años y la cuota a abonar por parte del Ayuntamiento de Don Benito es de 720 euros anuales (más IVA).

Según ha indicado el Ayuntamiento de Don Benito en nota de prensa, la firma de este contrato será "un paso más" dentro de las gestiones que viene realizando Mariano Gallego para lograr la creación de un museo del ferrocarril en la localidad.

En base a estas gestiones, ha indicado el consistorio, las previsiones apuntan a que este museo contará con elementos procedentes de viejos trenes y de estaciones ferroviarias, como relojes o banderolas.

Por último, ha avanzado que el próximo museo del ferrocarril de Don Benito estará situado a pocos metros del Museo del Automóvil, que fue inaugurado a mediados del pasado mes de febrero.

fuente Teintreresa

La Policía Nacional ha detenido en Madrid a siete grafiteros

Detenidos siete grafiteros por daños por valor de un millón de euros en trenes de Madrid

Formaban el grupo más activo de la capital. Accionaban el freno de mano de los trenes y aprovechaban los minutos que tarda el maquinista en ponerlo en marcha para hacer las pintadas.

 

La Policía Nacional ha detenido a siete grafiteros, tres de ellos menores, por causar daños a trenes de Renfe en Madrid por valor de más de un millón de euros, informa este Cuerpo. Con esta operación se desmantela un grupo organizado muy activo conocido como "LFC", al que se imputan 185 delitos de daños y 71 de desórdenes públicos. Los arrestados utilizaban el método del "palancazo", consistente en accionar la palanca de freno de emergencia de los trenes para realizar las pintadas y además grababan la acción delictiva con la intención de difundirla posteriormente a través de las redes sociales.

La investigación se inició en el mes de octubre de 2011 cuando los agentes identificaron a varios integrantes de un crew de grafiteros conocido por las siglas "LFC". Tras las primeras pesquisas los investigadores localizaron un gran número de pintadas firmadas con los nombres Haok, Leye, Rail, May, Snap Shark y Tape. Poco después averiguaron que todos ellos son integrantes de un mismo grupo y consiguieron relacionar estas pintadas con el crew investigado.

El grupo utilizaba el método del "palancazo", que consiste en que dos o tres miembros del grupo accionan el freno de emergencia para detener el tren, de tal forma que los grafiteros aprovechan los cinco o diez minutos que tarda el maquinista en iniciar de nuevo la marcha para realizar las pintadas. Además de pintar grafitis solían golpear los vagones con bates de béisbol, lanzaban piedras y otros objetos y grababan el acto vandálico para difundirlo en las redes sociales.

La localización de los miembros del grupo ha resultado bastante difícil debido a que adoptaban medidas de seguridad para evitar identificaciones por la Policía. De esta forma, siempre ocultaban sus rostros y empleaban un tiempo récord en sus actuaciones delictivas y además solían realizar los grafitis cuando los trenes se encontraban en lugares de difícil acceso o estacionados en depósitos.

La Policía ya detuvo el pasado mes de febrero a cuatro jóvenes, entre ellos dos menores, que presuntamente realizaron durante un año y medio numerosos grafitis en vagones de diferentes líneas de cercanías de Madrid, con daños que podrían ascender a más de 62.000 euros. Previamente, en noviembre del año pasado detuvo al grafitero más activo del suburbano de Madrid, un joven español de 31 años con el sobrenombre LOSE, considerado un líder por los grupos que se dedican a hacer pintadas, al que se le atribuyeron daños superiores a los 31.000 euros.

fuente Público

26 mayo 2014

En Valladolid se formarán los nuevos mecánicos de trenes

Castilla y León ofertará un ciclo de FP en mantenimiento de material ferroviario

La Consejería de Educación ultima el diseño curricular de este módulo y otros cuatro itinerarios en paisajismo, conservación del medio natural, atención a dependientes y muebles.

 

La Consejería de Educación tiene ya avanzada la regulación del título de Técnico de Mantenimiento de Material Rodante Ferroviario, un ciclo de Formación Profesional Dual que se impartirá a partir del próximo curso en un instituto de Valladolid en colaboración con Renfe. Este ciclo, que sólo se podía realizar hasta hasta ahora en el Instituto Francesc Xavier Lluch i Rafecas de Villanueva y Geltrú (Barcelona), se sumará a la oferta de la Comunidad, que incorporará también otros cuatro módulos en paisajismo, conservación del medio natural, atención a dependientes y muebles.

El departamento de Juan José Mateos ha elaborado ya los proyectos de decreto por el que se establece el currículo de estos títulos, que se encuentran expuestos a información pública en el portal de Gobierno Abierto de la Junta de Castilla y León, para que se puedan impartir el próximo curso. Entre ellos, el más novedoso es el referido al mantenimiento de material ferroviario -grado medio- para lo que el Ejecutivo autonómico tendrá que suscribir un acuerdo con la operadora, siguiendo el modelo de los convenios que mantiene con Renault.

El ciclo tendrá una duración de 2.000 horas, distribuidas en dos cursos, aunque sólo las prácticas laborales absorberán 380, abarcando el tercer trimestre del último año. Los módulos previstos son: motores, sistemas auxiliares del motor diésel, tracción eléctrica, frenos, circuitos auxiliares, confortabilidad y climatización, 'bogie', tracción y choque, así como orientación laboral e iniciativa emprendedora y formación en centros de trabajo.

Asimismo, en las sesiones que impartirá un instituto de Valladolid, que la Junta todavía no ha determinado, se realizarán operaciones de mantenimiento y montaje de componentes y accesorios en las áreas de mecánica, neumática, electricidad y electrónica del material rodante ferroviario. Además, estas tareas se ajustarán a los procedimientos y tiempos establecidos según la normativa específica y cumpliendo con los requerimientos de calidad, seguridad y protección ambiental establecidos.

En el proceso de elaboración del currículo de este título la Junta ha recabado el dictamen del Consejo Escolar y el informe del Consejo de Formación Profesional de Castilla y León. Además, hasta la próxima semana se podrán hacer aportaciones al borrador del decreto, que posteriormente seguirá la tramitación habitual hasta ser aprobado por el Gobierno autonómico y publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).


fuente La Opinión de Zamora

Tras la fibra óptica y los aparcamientos, Adif ahora vende Vialia Málaga

La gestión de Vialia pasa a manos brasileñas tras un traspaso de 63 millones

El centro comercial de la estación sigue siendo propiedad del Estado pero Adif y Riofisa traspasan su explotación durante los próximos 44 años



Para los que dudaban de la existencia de esos inversores extranjeros que, según dicen, tanto interés están mostrando por el mercado inmobiliario español, los 63 millones de euros que acaba de pagar un consorcio brasileño por la gestión de Vialia Málaga pueden ser una poderosa razón para creer. El traspaso de la que es considerada la joya de todos los centros comerciales construidos por la empresa pública Adif en estaciones ferroviarias españolas ha supuesto un importante hito por el alto precio que han pagado los compradores. Un dinero que se repartirá entre la propia Adif y la promotora Riofisa, ya que ambas comparten la propiedad de Necsa, la empresa que ha vendido la explotación de los 64.000 metros cuadrados construidos (45.456 de superficie alquilable, repartidos entre un centenar de locales) anexos a la estación María Zambrano. Así lo confirmaron ayer fuentes de Adif.
La abultada cifra, adelantada por el diario 'Expansión', llama aún más la atención porque lo que se ha vendido no es el edificio en sí, que es y seguirá siendo propiedad del Estado, según recalcaron las citadas fuentes. Lo que se ha traspasado al grupo brasileño es el derecho de explotación del centro comercial durante los próximos 44 años, que son los que le quedaban de concesión a Necsa. 

Tres familias
Según fuentes consultadas, los inversores, que son tres familias procedentes del citado país sudamericano, han encomendado la gestión de esta inversión al fondo británico-estadounidense Henderson, que en Málaga es conocido por ser socio de Myramar en el centro comercial de Fuengirola. Los compradores examinaron la cartera de centros comerciales de Necsa -que incluye también el de la estación de Salamanca y el de la estación de la plaza de Armas de Sevilla- y se decantaron por el de Málaga, que ostenta un porcentaje de ocupación del 95% y tiene una alta estabilidad entre sus inquilinos, según destacan desde Adif. Se trata de la primera operación que protagoniza este consorcio brasileño en España, pero probablemente no será la última.
Además del desembolso inicial, los nuevos explotadores del centro comercial y de ocio Vialia tendrán que abonar anualmente a Adif el canon de explotación que ya soportaba Necsa. Su cuantía no ha sido desvelada, pero sí se sabe que comprende un componente fijo y otro variable en función de los ingresos que genere el recinto. En principio, está previsto que se mantenga a Jones Lang Lasalle como firma gestora al frente de Vialia Málaga, con el mismo equipo humano que había hasta ahora.
El centro comercial Vialia Málaga fue inaugurado a finales de 2006 y es uno de los más grandes dentro de una estación de trenes en España. Cuenta con una superficie construida de 64.000 metros cuadrados y una zona comercial de 45.456 metros cuadrados. En 2013, más de 14,4 millones de personas visitaron el recinto, que cuenta con locales de moda, decoración, regalos, restauración y ocio, así como con un multicines Yelmo. Su poder de atracción de consumidores aumentó a raíz de la implantación de una gran superficie de la cadena de electrodomésticos Media Markt en 2008.
Lo cierto es que el mercado de centros comerciales ha entrado en ebullición en los últimos meses a raíz de la entrada de inversores de otros países que han convertido estos recintos en su objeto de deseo. «Se está vendiendo lo que no se ha vendido en cuatro años», apunta un experto consultado. En 2013, las compras de centros comerciales rondaron los 600 millones de euros, un 147% más que el año anterior, según la Asociación Española de Centros Comerciales (AECC). Una cifra que ya se ha superado en los primeros tres meses de 2014 con operaciones tan sonadas como la venta de la cartera de las galerías comerciales de Carrefour por unos 900 millones de euros.

fuente Sur

La estación Rosa de Lima podría quedar sin terminar

ADIF baraja dejar sin terminar la estación pese a la llegada del AVE

La pretensión de abaratar en lo posible la llegada de la alta velocidad a Burgos puede acabar dejando a medias el acondicionamiento de la flamante estación Rosa de Lima, inaugurada en diciembre de 2008 y que fue preparada para acoger los trenes AVE el día que fueran una realidad, solo a falta de unos pequeños retoques.
En aquel entonces se dejó sin montar la vía que da acceso al último andén de la estación, el situado más al norte, pegando con la ladera. Además, en este mismo andén quedó sin rematar el pavimento, sin instalar ascensor ni rampa mecánica. Y tampoco se completó el paso inferior bajo las vías, a medio construir pero cerrado desde el interior de la estación.
En teoría cuando llegaran los trenes de alta velocidad todo eso debería finalizarse, pero sucede que el momento económico actual no es el mejor y que los responsables de ADIF están dando vueltas a una solución más barata y provisional que de momento, con la llegada del AVE procedente de Valladolid, no aprovecharía el potencial de la terminal burgalesa.
Fuentes cercanas al proyecto apuntan a que la solución que baraja el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias dejaría sin terminar el edificio de la estación, a la espera de que un día la alta velocidad se prolongue hacia elPaís Vasco.
Según esa propuesta, a la que ha tenido acceso este periódico, no se acabará el último de los andenes, utilizándose sólo los dos actuales, y de las tres vías con andén que existen se dejarían dos con ancho ibérico (convencional) y solo una con ancho internacional (para la alta velocidad).
Siguiendo este esquema, la adecuación de Rosa de Lima se limitaría a alargar el andén central unos 100 metros para lograr dos zonas de estacionamiento de trenes de alta velocidad. Allí podrían detenerse convoyes cortos, pero será más complicado el cruce de otros de mayor longitud, como los Alvia S-130. Una parte del andén, además, quedará fuera de la protección de la marquesina (con la consiguiente incomodidad para los viajeros, que ya de por sí sufren la climatología en este punto, abierto a los vientos del norte y sin mampara de protección), y las mismas fuentes apuntan a que en caso de avería o retraso de algún tren pueden generarse problemas de gestión de la propia estación y sus combinaciones.
El documento de trabajo interno de ADIF contempla esta situación provisional a partir del año 2015 (fecha oficial para la terminación de la línea, aunque los últimos problemas en la obra de Estépar amenaza con hacerla imposible), e incluye también la versión definitiva, aunque sin fecha de referencia, para cuando la alta velocidad prosiga hacia el norte. En ese caso sí que se utilizaría el tercer andén, pero habría que hacer nuevas obras de adecuación para modificar la situación provisional que ahora se plantea, con el consiguiente coste añadido.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias no ha contestado a las peticiones de este periódico para aclarar en qué momento se encuentran estos proyectos y si aún existe posibilidad de modificarlos.
Los cambios en la estación de Burgos que actualmente están a debate en el seno de ADIF derivan directamente de la necesidad de reubicar el cambiador de ancho de vías al norte de la terminal capitalina. A mediados de febrero este periódico reveló que el organismo ferroviario había previsto inicialmente dejar las vías de alta velocidad 15 kilómetros al sur de Burgos, enQuintanilleja, de forma que los trenes de ancho tendrían que cambiar allí su ancho para proseguir hacia el norte en tanto se decide la solución al AVE entre Burgos y Vitoria. Se trataba así de aprovechar la obra actual de construcción de vía nueva (que precisamente acaba en Quintanilleja) y no había que gastarse más dinero.
Sin embargo, para los intereses locales esto suponía no solo una pérdida en tiempo de viaje, pues los trenes tendrían que frenar mucho antes de lo debido (el cambio de ancho exige un paso muy lento por él, a apenas 5 kilómetros por hora), sino la imposibilidad de que a Burgos llegaran trenes de alta velocidad ‘pura’ como los que actualmente tiene Valladolid con Madrid, aunque luego no pudieran seguir hacia el País Vasco.

Derivada del cambiador
La publicación hizo recapacitar a los responsables ministeriales, que tras reunirse con los senadores del PP por Burgos admitieron el cambio y anunciaron que la instalación se colocaría en la salida norte de Rosa de Lima. En efecto, en los esquemas de situación prevista en 2015 así figura, pero esto obliga a modificar no solo la propia estación sino toda la variante ferroviaria, donde también está por ver si se tienden nuevas traviesas de ancho internacional o se sustituyen las existentes (desde Valladolid el AVEllegará en vía única con varios puntos de adelantamiento y estacionamiento a lo largo del recorrido).

fuente Diario de Burgos

25 mayo 2014

Desde 2012 el Ave andaluz ha trasportado ocho millones de viajeros y el avión 2.5



El AVE andaluz abre una brecha con el avión de cinco millones de viajeros

El tren transporta a ocho millones de personas desde 2012 y el avión 2,5 millones La distancia aumenta en 1,5 millones en 2013 Incluso la conexión con Barcelona se ha visto afectada

 

Cada día, de lunes a jueves,18 trenes AVE que suman 12.500 plazas aproximadamente recorren el trayecto entre Sevilla y Madrid. Por aire, la única compañía que ofrece el servicio entre el aeropuerto de San Pablo y el de Barajas-Adolfo Suárez, Iberia Express, fleta seis vuelos al día (tres de ida y tres de ida) en un Airbus A320 de 180 asientos cada uno. En total, son 1.080 plazas, prácticamente el 10% de las que ofrece el AVE. En Sevilla la alta velocidad se ha apropiado de este trayecto y acumula no sólo el 90% de las plazas sino también de los pasajeros en la comparación con el avión.

Algo muy parecido, pese al menor tiempo de rodaje del AVE, ocurre con Málaga. Justo antes de su entrada en servicio, el 24 de diciembre de 2007, 28 de cada 100 viajeros preferían ir a Madrid en tren pero 72 usaban el avión. La tendencia se cruzó con la llegada de la alta velocidad (ver gráfico) y se ha agrandado año a año: ahora el 83,6% elige ir a través de raíles y sólo el 16,3% por aire.

Los últimos dos años, y sobre todo el último, han acentuado la tendencia, por dos razones: la agresiva política de precios de Renfe para aumentar la ocupación de los trenes y una caída de la demanda interna que ha perjudicado más al avión, más rápido pero también (teóricamente) más caro. En febrero de 2013, la operadora de ferrocarriles redujo un 11% los precios y ofreció descuentos hasta un 70%, con promociones que permiten viajar por 22,65 euros de Sevilla a Madrid; por un sólo euro más, 23,8, entre Málaga y la capital, y por 18,65 si el inicio es en Córdoba.

Resultado: en poco más de un año, entre enero de 2012 y abril de 2014, los trayectos de avión desde Andalucía que coinciden con el AVE han perdido 694.033 pasajeros, mientras que los de tren han ganado 877.300. La brecha entre los dos medios de transporte se ha agrandado en un millón y medio de personas en sólo 28 meses, y llega ya a los 5,5 millones de viajeros. Mientras han enlazado con Madrid, Barcelona y Valencia por Aeropuerto 2,5 millones, por tren lo han hecho más de ocho millones.

Incluso las conexiones en avión con Barcelona y Valencia han sufrido, a pesar de la teoría de que conforme aumentan las horas de recorrido el tren deja de ser competencia. Eso, por ejemplo, es lo que piensan en Vueling, que opera desde Málaga y Sevilla a Barcelona con entre 4 y 7 frecuencias diarias, según la época del año. No existe ningún plan para competir con el AVE. "Este asunto se sale de la estrategia comercial de Vueling. Hablamos de un viaje de seis horas (en realidad es algo menos, entre 5.30 y 5.45 horas) y con transbordo en Madrid. Por tanto, queda fuera de nuestra estrategia y no entramos a valorarlo", se señala. Desde Ryanair se asegura que el tren "no es competencia" porque no sólo enlazan con Barcelona más rápido (en hora y media) sino que ofrecen mejores precios. "Contamos con unas tarifas mucho más asequibles que las del tren. Se puede volar desde 20 euros". El portavoz de Ryanair invita al periodista a comprobarlo a través de un link y, al menos aparentemente, es así.

Pero los números son los números y sea por la crisis o por la irrupción de los nuevos precios del AVE las conexiones con Barcelona se han desplomado en los últimos dos años en cuanto al número de pasajeros. La línea estrella del aeropuerto de Sevilla, la que genera más tráfico cada año, ha pasado de 964.129 en 2012 a 787.402 en 2013. Y Málaga es un caso parecido: de 779.054 a 587.996. La caída, bastante apreciable, coincide con un empujón del AVE no menos significativo. El trayecto de alta velocidad por tren a Barcelona desde Málaga ganó 112.200 pasajeros y el de Sevilla 148.500. Conclusión: el avión a Barcelona desde Málaga y Sevilla pierde 370.000 usuarios, en números redondos, y el AVE consigue 260.000. Hay que tener presente en este caso que un porcentaje bastante importante de los usuarios del AVE no van directamente a Barcelona sino a algunas de las ciudades intermedias del trayecto, como por ejemplo, en el caso de Barcelona, Zaragoza.

Con Valencia es más complicado establecer comparaciones, ya que las conexiones directas por tren son más recientes, junio de 2012 en el caso de Sevilla y julio de 2013 en el de Málaga. Renfe sólo ofrece el dato del crecimiento del 23% (70.200 viajeros) en el Sevilla-Valencia entre enero y abril de 2014 con respecto al año anterior. Aun así, las estadísticas aeroportuarias no dejan lugar a la duda: en términos relativos, el de Valencia ha sido el que más ha caído, un 39% en 2013 respecto a 2012 en el caso de Málaga y un 26% en el de Sevilla entre enero y abril de este año. La lógica es implacable: el aeropuerto con menos frecuencias es el que más sufre.

En la evolución de este año, la situación varía algo. Ni el avance del AVE es tan importante, salvo algún caso puntual como el Málaga-Madrid, ni el avión está retrocediendo tanto. Es más: en algunos casos se observa un cierto rebote, como en los trayectos entre Sevilla y Barcelona, Sevilla y Velencia y Málaga y Madrid. Las fuentes consultadas atribuyen estos buenos datos a una cierta recuperación de la demanda interna y del turismo de negocios, que funciona mucho haciendo escalas. También tiene que ver que, sobre todo en el caso de Madrid, las compañías aéreas están empezando a recoger los frutos de las estrategias comerciales para contrarrestar la política de precios de Renfe. Habrá que ver cómo continúa la batalla.

Clave de la propagación internacional de la alta velocidad

Cómo el AVE intenta conquistar el mundo

La experiencia en alta velocidad de nuestro país abre las puertas a las empresas españolas en los grandes concursos del sector.
Pocos casos son tan paradigmáticos a la hora de demostrar el desarrollo económico de un país como la alta velocidad. Una proyección de músculo con la que subirse al carro de la modernidad y con la que muchas de las nuevas potencias mundiales buscan además sacudirse los complejos de inferioridad que todavía persisten en su memoria colectiva. Así pues, la fiebre por la alta velocidad, la de los 300 kilómetros por hora (por debajo es velocidad alta, que no es lo mismo), se ha expandido sin freno por todo el globo, provocando que muchos de estos ojos ansiosos miren directamente a España.
Nuestro país es, sin duda, uno de los pioneros en esta materia a escala internacional. Así lo pone de manifiesto la red doméstica de la que hacemos gala y contratos en el extranjero como el del AVE a la Meca, donde la ingeniería española está encontrando nuevas soluciones con las que hacer frente a las difíciles condiciones del desierto. El éxito en este último proyecto es clave para la propagación internacional de la alta velocidad nacional, habida cuenta de que en los próximos cinco años los concursos para construir infraestructuras de este tipo se multiplicarán por todo el mundo.

América

El continente americano es uno de los que más oportunidades presenta para las empresas españolas. Tanto Estados Unidos como México y Brasil prevén desarrollar importantes proyectos de este tipo en el corto plazo. El más avanzado es sin duda el que ya se está construyendo en California, con el propósito principal de conectar las ciudades de San Francisco y Los Ángeles, separadas por casi 600 kilómetros. El primero de los tramos en que está dividida la obra fue adjudicado hace menos de un año y las autoridades ya han sacado a licitación el segundo. Un concurso de 1.200 millones para construir 90 kilómetros de vías al que han sido invitadas OHL, ACS y Ferrovial.
El coste total de este proyecto, que en un futuro lejano podría extenderse hasta Vancouver (Canadá) y San Diego en el sur, se estima en cerca de 50.000 millones de euros (68.000 millones de dólares).
En EEUU también existe otro proyecto de alta velocidad en la Costa Este para unir Boston con la capital, Washington, pasando por Nueva York, aunque en este caso la existencia de trenes de velocidad alta y expresos, sumado al debate de si realmente sería posible o no rentabilizar tan ingente inversión, ha paralizado de momento este ambicioso proyecto.
En el caso de México, la llegada de Peña Nieto a la presidencia del país ha dado un importante impulso a la inversión en infraestructuras. Dentro de este plan de modernización, el ferrocarril es una parte importante. Y la construcción de una línea de alta velocidad entre Ciudad de México y Santiago de Querétaro, con una distancia de 220 kilómetros, parece una prioridad. De hecho, entre los medios de comunicación cunde la ilusión frente a este proyecto que tendrá un coste cercano a los 2.400 millones de euros (41.000 millones de pesos mexicanos). Gerardo Vázquez, director del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, fue claro al respecto sobre el próximo concurso para hacer realidad la alta velocidad en México, al asegurar que las compañías de España, Francia, Alemania, China, Japón y Canadá, son las únicas que cuentan con la tecnología necesaria para el desarrollo del proyecto.
Brasil es el tercer país de América que también tiene en mente abrir las puertas a la alta velocidad conectando Río de Janeiro con Sao Paulo. Una línea con 610 kilómetros incluido el ramal de Campinhas valorada en 13.000 millones. El concurso para la adjudicación de las obras fue cancelado en 2013 pero está previsto que se reactive a finales de este año. Para optar por este proyecto se unieron Renfe, Adif e Ineco; así como Cobra (ACS), Talgo, Indra, Elecnor, Abengoa, Thales, Bombardier y Dimetronic del sector privado.

Oportunidades en Asia

Al otro lado del mundo, en el continente asiático, las autoridades de muchos países también están preparando importantes proyectos ferroviarios vinculados a la alta velocidad. No obstante, no todos estos mercados son aptos para las empresas españolas. En China, por ejemplo, el país con más kilómetros de alta velocidad del mundo, entrar es prácticamente imposible por la potencia de las empresas públicas nacionales, mientras que en Japón sucede algo parecido por la larga trayectoria ferroviaria que atesoran muchas de sus empresas.
Sin embargo, una cosa muy distinta sucede en India, Rusia y Turquía, tres zonas en las que el desembarco de las empresas españolas en materia de alta velocidad ya se ha producido o al menos las posibilidades de que eso suceda son muy altas. OHL, por ejemplo, ya ha ejecutado la construcción de uno de los tramos que restan para completar la conexión con este tipo de trenes entre Estambul y Ankara, concretamento un tramo bajo el estrecho del Bósforo en la antigua Constantinopla. Pero los planes del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan van más allá, con nuevas obras entre Ankara y las ciudades de Izmir y Sivas entre otras.
En total, Turquía ha invertido hasta la fecha algo más de 11.000 millones de euros para la construcción y operación de 1.000 kilómetros de alta velocidad y su objetivo a hasta 2023 pasa por ampliar la red en otros 10.000 kilómetros.
Más al norte, en Rusia, el Ejecutivo de Vladimir Putin ha iniciado el periodo de consultas para dar el pistoletazo de salida al concurso del AVE ruso. Después de conectar Moscú y San Petersburgo con un tren de altas prestaciones, pero que no es estrictamente alta velocidad al circular por debajo de 250 kilómetros por hora, la idea ahora consiste en conectar la capital del país con Kazán, situada a 820 kilómetros al este de Moscú.
Según el Kremlin, empresas de España, Francia, Alemania, Italia y China se han interesado ya por este proyecto, que incorpora una novedad con respecto a todos los que se han hecho hasta ahora. Y es que la velocidad de los trenes en este recorrido será de hasta 400 kilómetros por hora. Un reto tecnológico con el que Rusia quiere situarse a la vanguardia mundial. El coste de la obra, sin precedentes, según las estimaciones (que no dejan de variar), es de más de 20.000 millones de euros. Asimismo, los primeros concursos para su construcción podrían empezar a finales de este mismo año.

Siete recorridos posibles

En la India también se ha apostado por crear una red de alta velocidad a imagen y semejanza de China. De hecho, las autoridades del país han estado visitando recientemente a su vecino para ver de cerca las ventajas de una red de este tipo. De momento, en Nueva Delhi ya han elaborado un total de siete estudios de viabilidad para saber qué rutas serían las más rentables. No hay que olvidar que este es uno de los puntos críticos de la alta velocidad. Las inversiones que requiere son tan importantes que lograr rentabilizarlas es el principal quebradero de cabeza al que se enfrentan los promotores de este tipo de infraestructuras. Así, entre la empresas que han analizado una de estas rutas se encuentran las españolas Ineco, Prointec y Ayesa. Todavía no hay una fecha definitiva sobre cuándo empezarán los primeros concursos de adjudicación pero los medios indios podrían comenzar entre el año que viene y el siguiente.
Dos regiones en las que la alta velocidad española también tiene interesantes posibilidades de seguir expandiéndose son Oriente Medio y Australia. En este último, el Gobierno acaba de presentar un plan para unir Melbourne y Brisbane con un coste estimado de 56.000 millones de euros. En total son 1.800 kilómetros de vía, que se construirían en poco más de once años. El objetivo pasa por tener lista esta infraestructura para el ejercicio 2025.
En cuanto a Oriente Medio, las experiencias del AVE a la Meca serán cruciales para que en los próximos años se ponga en marcha una ambiciosa iniciativa para conectar todos los países de la región mediante alta velocidad.
Así, desde Kuwait, pasando por Arabia Saudí, Baréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Omán podría circular en el futuro otro de los muchos trenes bala que inundarán el mundo.

fuente El Economista

150 años de evolución de la línea ferroviaria entre Cádiz y Madrid


Cádiz-Madrid en 25 horas

Hace 150 años el primer tren a la capital tardó más de un día Hoy está a punto de bajar de las 4 horas de viaje

 
Francisco Romero (agachado) junto a Ventura, fogonero militar, y Francisco en la Locomota 1.740.
 
Francisco Romero y Ortega en la estación de Cádiz inaugurada en los años 60. Detrás se puede ver la de 1905.
 
En el extremo derecha, la primitiva estación de Cádiz de 1867.

En cuestión de semanas la duración del viaje por tren entre Cádiz y Madrid estará por debajo de las cuatro horas y aún se rascarán unos minutos más cuando esté terminada toda la duplicación de la línea férrea entre nuestra ciudad y Sevilla. Son tiempos más que asumibles, que nos permiten incluso realizar viajes de ida y vuelta a la capital en una misma jornada.

Nada que ver con lo que pasaba hace 150 años, cuando comenzó a funcionar la primera línea ferroviaria entre Cádiz y Madrid, con las primitivas locomotoras a vapor y vagones (y asientos) de madera. Entonces, y nos situamos en 1867 (los intentos de unir ambas ciudades datan de 1852), este mismo trayecto consumía 25 horas de duración en cada sentido, ¡más de una jornada!, en un viaje que no parecía que fuera eterno... simplemente lo era y donde a las paradas en las ciudades con estación intermedias se unía las que se hacían para aprovisionarse del agua con la que funcionaba la máquina de tracción.

Hace 150 años, este tren lograba una velocidad máxima de 29,14 kilómetros a la hora (apenas cinco más que la locomotora que realizó el trayecto entre Stockton y Darlington en 1825, en el primer viaje con este sistema de transporte en el mundo). Hoy, en los tramos de la alta velocidad entre Sevilla y Madrid, el Alvia que realiza este trayecto desde la Bahía puede tener puntas superiores a los 200 kilómetros a la hora. Y encima, el recorte se ha hecho más corto, de 726 kilómetros a los 626 actuales, gracias a los nuevos trazados de la red ferroviaria, especialmente con la apertura de túneles que han facilitado de forma notable el tránsito de estas unidades.

Lo cierto es que el tiempo de viaje hasta la capital ha sido hasta hace poco un auténtico suplicio, y más cuando no se tenían las comodidades y las ofertas de ocio que hoy ofrece este transporte público.

Un estudio elaborado por Ana Cabanes y Raúl González, para la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, ofrece un listado de tiempos de viaje en las principales líneas españolas desde que el tren funciona en nuestro país. La evolución, a la baja, de estas cifras va en paralelo a la propia evolución de la economía del país y el lento desarrollo que han tenido las comunicaciones en España hasta hace apenas dos décadas. Si en 1867 el viaje era de 25 horas, en 1892, un cuarto de siglo más tarde, aún se tardaban 19 horas, aunque los primeros trenes expresos alcanzaban ya los 40 km/hora de velocidad. En 1930 se había logrado bajar hasta las 12 horas, pero la Guerra Civil y la destrucción de buena parte de las infraestructuras disparó de nuevo la manecilla del reloj: 16 horas y media el viaje en 1950. Los años del desarrollo, con la llegada de los tecnócratas al poder en la década de los sesenta, mejoró las máquinas más que las líneas, especialmente con la expansión del Talgo, la estrella de los ferrocarriles españoles. En 1970, el viaje ya está por debajo de los 10 horas; 8 en 1980 y poco más de 7 horas en 1990. La Alta Velocidad nacida en 1992 fue ya en no va más, mostrando el contraste de un viaje rápido y cómodo entre Sevilla y Madrid, y el viaje lento y algo menos cómodo entre la capital hispalense y Cádiz, hasta ahora en la que las eternas obras de duplicación de la vía férrea están a punto de terminar el horizonte de bajar de las 4 horas lo que en el origen de los tiempos se hacía en 25 es una realidad al alcance de la mano, y del billete del pasajero.

Una parte de esta historia de trenes entre las dos ciudades está fresca en la memoria de los ferroviarios que han cubierto durante años y años la línea y han visto la evolución de las máquinas, las traviesas, los recorridos, las estaciones y los propios viajeros. Quienes trabajan, o han trabajado, en el tren es un colectivo muy especial. Su implicación en su labor ha ido más allá de la edad laboral, conformando asociaciones que han mantenido los lazos de unión ya jubilados.

Ramón Lasala Osuna tiene 90 años. Comenzó a trabajar en el ferrocarril en 1940. Años duros, especialmente duros. Sin apenas medios. Ramón habla con Diario de Cádiz desde la sede de la Asociación Sevillana de Amigos del Ferrocarril, en la estación hispalense de Santa Justa, a escasos metros de las vías donde estacionan los trenes de alta velocidad, antítesis de las viejas locomotoras de carbón que él manejó hace ya 75 años.

"Desde un principio me gustaba trabajar en las máquinas por lo que me pusieron como ayudante fogonero, convirtiéndome a los 23 años en el maquinista más joven de las instalaciones de Utrera, siendo también titular de una de las máquinas, la 4.119 (él, como otros ferroviarios, dedicaba horas y horas más allá de su tiempo de trabajo al cuidado de estos equipos, que por su antigüedad y por la falta de herramientas y complementos obligaban a importantes labores de mantenimiento). Trabaje en la línea con Cádiz hasta el punto que iba hacia la ciudad cuando ocurrió la Explosión de 1947. Estaba en Utrera y desde allí oímos un estampido. Pudimos llegar hasta El Puerto, donde nos pararon hasta que entramos en Cádiz en la mañana del 19, ofreciendo la ciudad una imagen desoladora".

La precariedad en todo tras la Guerra Civil era patente en el sector ferroviario. "¡No sé ni cómo andábamos! Las máquinas estaban hechas polvo. El carbón que se utilizaba no tenía fuerza, no generaba apenas energía por lo que los viajes se hacían eternos".

El largo trayecto con Madrid obligaba, en esta segunda mitad del siglo XX a realizar numerosas paradas para la toma de agua, debido a la escasa capacidad de los depósitos del tren. Se paraba para ello en El Puerto, Jerez, Utrera, Los Rosales, Almodóvar, Córdoba, Andújar, Espeluy, Linares-Baeza, Vadollanos, Santa Elena, Santa Cruz de Mudela, Manzanares, Alcázar de San Juan, Aranjuez... que unidas a las paradas para la recogida de pasajeros convertía al viaje en una peculiar ruta turística. La llegada de las locomotoras 3.007 permitió una mayor reserva de agua y una disminución de estas paradas, como destaca Francisco Romero, otro de nuestros contertulios ferroviarios.

"Hacíamos chapuzas. Llegábamos a Cádiz y nos llevábamos horas trabajando, incluso nos pasábamos por la factoría de Astilleros donde nos daban piezas de recambio que nosotros no teníamos", retorna en el relato Ramón Lasala. "Hemos pasado mucho con el vapor, incluso una explosión mató a un maquinista". Mucho sufrimiento que, sin embargo, no evitó que rechazase en un primer momento su traslado a una de las primeras máquinas de diesel. Con el tiempo, también acabó siendo "su máquina".

Francisco Romero Peña, 78 años y nacido en El Puerto de Santa María. Entró también como fogonero en Atocha-Madrid aunque pronto se trasladó a Sevilla integrándose en el servicio de la línea de Cádiz-Madrid en el trayecto entre la Bahía y Alcázar de San Juan, primero con máquina de vapor, después en el Expreso y en el Rápido.

Eran tiempos, recuerdo, en el que el viaje entre Sevilla y Cádiz se invertían cerca de tres horas y media. "En el viaje que realizábamos en el Expreso, teníamos que realizar una parada de 20 minutos a la espera de otra unidad, acoplándose dos composiciones que se reforzaban con cambios de máquinas lo que alargaba el tiempo de viaje.

Por su edad, Francisco Romero trabajó con máquinas diesel y eléctricas. "¡Se cruzaba Despeñaperros (la complicada frontera física con el centro del país) de maravillas; nada que ver con el vapor".

Coincide con Lasala en la dureza del trabajo que realizaban. Pero, también, en la atracción que tenían con el mismo. "Todo lo que te cuente es poco", comenta Romero cuyo amor al tren le viene de familia pues su padre fue también ferroviario, estando al frente de la 3.307, una de las máquinas más potentes de la flota y que incluso podía alcanzar los 160 km/hora.

Su vida en Renfe está llena de anécdotas. "Recuerdo los fines de semana cuando con la llegada del pasaje procedente del barco de Canarias, con el que se llenaban hasta 16 coches, con un peso que nos obligaba a utilizar hasta dos locomotoras para salvar la subida de El Portal". Mucha carga y, también, mucho retraso. Nada que ver con la puntualidad actual de los trenes españoles. "A la hora era muy difícil que vinieran. Una vez, en Zafra llegó el tren procedente a su hora... ¡el problema es que iba con 24 horas de retraso!" En 1992 Renfe dio un paso trascendental en su desarrollo con la puesta en servicio de la Alta Velocidad. Francisco Romero optó por no presentarse como maquinista de las nuevas unidades, aunque era uno de los empleados de la Compañía con mayor experiencia y mejor valorado.

fuente Diario de Cádiz