El Museo del Ferrocarril de Madrid restaura dos coches de su colección
El Museo del Ferrocarril de Madrid se ocupa de la renovación de dos coches emblemáticos, el coche-restaurante WR-3569, más conocido com el “Coche cafetería”, y el coche CC 3358, denominado "los verderones".
Restauración del coche-restaurante WR-3569
Las obras de renovación del “Coche cafetería”, serán realizadas por la
empresa especializada Comsa Emte, con el fin de adecuarlo a la
licitación, del servicio de restauración.
El coche-restaurante WR-3569 comenzó a prestar servicio el 26 de
septiembre de 1930, siendo el último de una serie de ocho coches
construidos totalmente en España por la Sociedad Española de
Construcción Naval (SECN) en los astilleros de Nervión, con sede en
Sestao (Vizcaya). De construcción metálica, estos coches estaban
destinados a circular por la Península, por lo que su caja era de gálibo
ibérico.
Cinco años después de abrir sus puertas en 1984, el Museo del Ferrocarril de Madrid se planteó utilizar este coche como cafetería. Para adaptarlo a este nuevo uso, hubo que acometer una restauración integral del vehículo, trabajo que realizó in situ el equipo de restauración del Museo a lo largo del primer semestre de 1990. Desde entonces, el servicio de cafetería del Museo se presta en el interior de este histórico coche, que, además, ha sido utilizado para el rodaje de numerosos largometrajes y series de televisión, así como sesiones fotográficas y anuncios publicitarios.
Las obras se prolongarán durante 15 días y entre las actuaciones
previstas en el interior, destaca la instalación de un nuevo equipo de
aire acondicionado; la revisión de la instalación eléctrica, con la
sustitución de la actual iluminación de luz fría por alumbrado led de
luz cálida en las zonas comunes; pintura en paredes y techo; carpintería
y barnizado; sustitución/reposición de pavimento en la cocina y desde
la puerta de acceso hasta la barra; reparación/revisión de puertas y
ventanas; y reparación de elementos decorativos, como estores, cortinas,
abrillantado de adornos metálicos, así como el diseño de anuncios de
época y su impresión a color.
En el exterior, se pintará la escalera de acceso, previo lijado, y se
procederá a pintar y rotular el coche. También se revisarán las
conexiones eléctricas, evitando el cableado a la vista, y se repararán
las luces de los testeros. Asimismo, se reparará la madera del estribo
de acceso al coche y se realizará el pulido de metales. Por último, se
realizará una limpieza general del coche tanto interior como exterior.
Coche CC 3358: concluida su restauración exterior
Seis meses después de iniciados los trabajos, Intefer ha concluido la
restauración exterior del coche CC 3358. Este coche, construido por La
Brugeoise en Bélgica, en 1925, para los servicios de largo recorrido de
la compañía MZA, era en origen de primera clase, y pertenecía a la serie
AWffv 37 a 84.
Estos coches eran conocidos como los “Verderones”, y las cajas de estos
coches eran de madera forrada con chapas metálicas; el interior,
lujosamente decorado con maderas nobles, y sus asientos, tapizados en
gris, tenían fundas de ganchillo con las iniciales de MZA.
Cada coche tenía cuarenta y dos plazas de primera clase en ocho
departamentos, con calefacción de vapor tipo Westinghouse y alumbrado
eléctrico. Estaban dotados de estacionamiento y freno de vacío, con una
tara de 39.680 kilogramos.
En 1941, al pasar al parque de material de Renfe, la serie se renumeró
como AA 337-384, pero, entre 1955 y 1958, se inicia la metalización de
los coches de primera clase, y este coche se incluye en la serie de
tercera clase CC 3301 al 3360, asignándole la matrícula CC 3358.
Posteriormente, fue reconvertido a segunda clase, con la numeración BB4
3358, y pasa a Comfersa, entonces filial de Renfe.
En noviembre de 1986, a través de Emfesa dedicada a la enajenación de materiales ferroviarios y actual filial de Adif, llega al Museo del Ferrocarril de Madrid para formar parte de su colección de material rodante.
En 1997, el coche experimenta una última transformación para utilizar
su interior como sala de exposiciones temporales, con la denominación de
Sala de Arte 3.000.
El coche ha sido restaurado respetando su apariencia original entre
1955 y 1962, con idéntico fileteado e inscripciones, y uso de la
tipografía de la época. Ha requerido un profundo saneado de la caja, al
encontrarse sus materiales de recubrimiento –emplastecidos antiguos y
pinturas exteriores- en avanzado estado de deterioro.
Los nuevos estribos en madera fabricados, se han tratados con métodos
tradicionales para garantizar su conservación. Los marcos de las
ventanas, que presentaban varias capas de pintura, se han limpiado en
profundidad dejándolos en su primitivo aluminio visto natural.
En la actualidad, se está trabajando en la finalización de los últimos
detalles del interior del coche, que se seguirá utilizando como sala
polivalente de exposiciones.
Se han corregido desperfectos en la estructura del interior, instalado
nuevo alumbrado de bajo consumo y renovado los recubrimientos existentes
por otros ignífugos. Además, se ha tenido que renovar la totalidad de
la instalación eléctrica, y se ha instalado un sistema de
retroiluminación en las ventanas. El coche también se ha climatizado con
equipos de aire acondicionado.
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