¡Viajeros al tren!
El Museo del Ferrocarril abre sus puertas en Navidad para mostrar parte de la historia de la región
El Museo del Ferrocarril abre sus puertas en Navidad para mostrar parte de la historia de la región
03.01.14 - JUAN C. FLORES-GISPERT | SANTANDER.
El viaje más romántico es el que se hace en tren.
Lo dicen los escritores, las películas y los relatos. En el Museo del
Ferrocarril de Santander, la asociación de amantes de este medio de
comunicación explica cada tarde los pormenores de una parte de historia
de Santander y Cantabria, la que se desliza por las vías de hierro. La
campaña de Navidad de puertas abiertas del museo atrae cada tarde a cien
personas.
En la entrada un jefe de estación y una guardesa
de vías dan la bienvenida a los visitantes y, de inmediato, hasta la
sala con una maqueta de sesenta metros cuadrados y los trenes circulando
y saliendo y entrando de los túneles: un tren a vapor, uno diésel y el
moderno AVE. Maquetas, fotografías, trajes, piezas únicas, locomotoras
restauradas y una 'jardinera' que en verano recorría la capital llevando
a los viajeros del tranvía.
Cristian Suárez, presidente de la Asociación de
Amigos del Ferrocarril, que agrupa alrededor de 50 personas explica que
«tratamos de divulgar a niños y mayores la historia del ferrocarril y el
patrimonio ferroviario».
Cientos de fotografías explican la historia de las
minas cántabras y sus ferrocarriles; los trenes que circulaban por el
Santander de principios de siglo hacia las playas y las estaciones y
líneas históricas como el tren Ontaneda-Astillero con parada en La
Concha de Villaescusa. El patrimonio de la asociación está formado por
una amplia biblioteca y piezas de gran interés, como la locomotora
'Peñacastillo', maquetas de estaciones desaparecidas en Santander en
1936, como la de la Costa y el Norte, que dieron paso a las nuevas
estaciones de 1943 y 1947.
Una colección de carteles históricos de promoción
del uso del ferrocarril, faroles de locomotoras, placas ovaladas de las
compañías ferroviarias, carteles de cristal para poner los horarios (y
los retrasos) de los trenes forman el patrimonio de esta asociación sin
ánimo de lucro. Entre las grandes piezas están la locomotora
'Peñacastillo' (1912), que 'trabajó' en Nueva Montaña Quijano; la
locomotora de Renfe para limpiar las vías del tren (1962); una
locomotora con motor Rolls Royce (1962); una máquina de vía estrecha
(1954) recuperada del chatarrero de Los Corrales de Buelna o la
locomotora a vapor 'Udías' (1911) del ferrocarril minero de Udías, que
acabó sus días laborales en la mina 'Santa Amelia' de las minas de
Reocín y de ahí al museo, donde se exhibe como Bien Inventariado por el
Gobierno junto con la 'Peñacastillo'.
fuente Diario Monañes
No hay comentarios:
Publicar un comentario