Un accidente de tren en Buenos Aires causa más de 80 heridos leves
El choque se produjo en la misma línea ferroviaria donde murieron 51 personas en 2012 y tres el pasado junio
Otro accidente de tren en Buenos Aires. De nuevo un tren que impacta
contra el tope de contención del andén número dos de la estación Once,
en el centro de Buenos Aires. Otra vez decenas de ambulancias tuvieron
que acudir a las instalaciones de la línea de tren Sarmiento, la que
usan decenas de miles de obreros cada día para desplazarse hasta la
capital. Y, otra vez, un maquinista quedó detenido e incomunicado en un
primer momento, a disposición del juez. Afortunadamente, esta vez no
murió nadie, tan solo –por decirlo de alguna manera- han
resultado heridas unas 80 personas, ninguna de gravedad. El accidente se
produjo a las 7:35. Y los motivos por los que el tren no frenó aún se
desconocen.
¿Falló el maquinista Julio Benítez, falló el deteriorado sistema ferroviario argentino o fue una combinación de ambos factores? La justicia ni siquiera ha podido responder aún a esa pregunta en el caso del choque que ya se registró en esa línea el pasado junio, cuando murieron tres personas. Y tampoco ha logrado responderla respecto al accidente del 22 de febrero de 2012, cuando fallecieron 51 personas y 700 resultaron heridas.
A diferencia de lo que ocurrió en el choque del año pasado, esta vez se produjo el pequeño milagro de que cedió el “paravalanchas” de la estación ante el impulso del tren, con lo cual la máquina se alzó por encima del andén y así se evitó que los vagones quedasen aplastados unos contra otros. Pero el siniestro pudo haber sido mucho mayor, ya que el tren continuó su camino por el vestíbulo de la estación y sólo se detuvo a tres metros de los molinetes que regulan el acceso de los pasajeros.
El maquinista Julio Benítez quedó detenido al menos durante toda la
mañana. En diversos medios argentinos se aseguraba que Benítez sustrajo
de la cabina el disco duro donde quedaron grabadas imágenes del tren,
fundamentales para dilucidar las causas del choque. Aunque el Gobierno
no confirmó ese dato, fuentes judiciales indicaron que Benítez había
escondido el disco duro en su mochila y ahí fue donde la policía lo
descubrió, manchado con sangre.
El conductor había quedado atrapado en su cabina con heridas leves y tuvo que ser rescatado por los bomberos. Minutos después, los viajeros se agolpaban ante su cabina, ya vacía, coreando “asesino, asesino”, como pudo verse en varios vídeos grabados por teléfonos móviles.
El accidente sobreviene cuando faltan solo ocho días para que se celebren las elecciones legislativas del 27 de octubre. En ellas, el Gobierno luchará por preservar en el Congreso una mayoría exigua que al menos le permita seguir manteniendo el control sobre el Senado y la Cámara de Diputados.
La tragedia del 22 de febrero de 2012 marcó un punto de inflexión en la popularidad del Gobierno de Cristina Fernández. La presidenta tardó más de cinco días en comparecer en público. Y a lo largo de todo un año, según los familiares de las víctimas, el Gobierno silenció la tragedia. Al cumplirse el primer aniversario, Cristina Fernández mencionó en un discurso a las víctimas de Once. Pero a los familiares les pareció que eso era demasiado poco y llegaba demasiado tarde.
En el comunicado que difundieron a los medios, los familiares declararon: “La tragedia de Once fue la consecuencia de la voluntad de enriquecerse sin importar las consecuencias. Actuaron con desprecio por la vida, creyéndose impunes. Hoy luchamos para que esa impunidad se termine. La corrupción no sólo se llevó la plata del pueblo, esta vez se llevó muchas vidas. La cara visible de la corrupción es la muerte y su cómplice es el silencio. Para ser más claros, los empresarios y funcionarios corruptos mataron a nuestros seres queridos”.
Cuatro meses después de ese comunicado, el pasado 13 de junio, de nuevo se registró otro accidente en la línea Sarmiento. En aquella ocasión un tren embistió por detrás contra otro que se encontraba detenido entre las localidades bonaerenses de Morón y Castelar. Murieron tres personas y 315 resultaron heridos. El maquinista, Daniel López, se encuentra en libertad pero incriminado en un juicio por el supuesto delito de estrago culposo.
fuente El País
¿Falló el maquinista Julio Benítez, falló el deteriorado sistema ferroviario argentino o fue una combinación de ambos factores? La justicia ni siquiera ha podido responder aún a esa pregunta en el caso del choque que ya se registró en esa línea el pasado junio, cuando murieron tres personas. Y tampoco ha logrado responderla respecto al accidente del 22 de febrero de 2012, cuando fallecieron 51 personas y 700 resultaron heridas.
A diferencia de lo que ocurrió en el choque del año pasado, esta vez se produjo el pequeño milagro de que cedió el “paravalanchas” de la estación ante el impulso del tren, con lo cual la máquina se alzó por encima del andén y así se evitó que los vagones quedasen aplastados unos contra otros. Pero el siniestro pudo haber sido mucho mayor, ya que el tren continuó su camino por el vestíbulo de la estación y sólo se detuvo a tres metros de los molinetes que regulan el acceso de los pasajeros.
La tragedia del 22 de febrero de 2012 marcó un punto de inflexión en la popularidad del Gobierno de Cristina Fernández
El conductor había quedado atrapado en su cabina con heridas leves y tuvo que ser rescatado por los bomberos. Minutos después, los viajeros se agolpaban ante su cabina, ya vacía, coreando “asesino, asesino”, como pudo verse en varios vídeos grabados por teléfonos móviles.
El accidente sobreviene cuando faltan solo ocho días para que se celebren las elecciones legislativas del 27 de octubre. En ellas, el Gobierno luchará por preservar en el Congreso una mayoría exigua que al menos le permita seguir manteniendo el control sobre el Senado y la Cámara de Diputados.
La tragedia del 22 de febrero de 2012 marcó un punto de inflexión en la popularidad del Gobierno de Cristina Fernández. La presidenta tardó más de cinco días en comparecer en público. Y a lo largo de todo un año, según los familiares de las víctimas, el Gobierno silenció la tragedia. Al cumplirse el primer aniversario, Cristina Fernández mencionó en un discurso a las víctimas de Once. Pero a los familiares les pareció que eso era demasiado poco y llegaba demasiado tarde.
En el comunicado que difundieron a los medios, los familiares declararon: “La tragedia de Once fue la consecuencia de la voluntad de enriquecerse sin importar las consecuencias. Actuaron con desprecio por la vida, creyéndose impunes. Hoy luchamos para que esa impunidad se termine. La corrupción no sólo se llevó la plata del pueblo, esta vez se llevó muchas vidas. La cara visible de la corrupción es la muerte y su cómplice es el silencio. Para ser más claros, los empresarios y funcionarios corruptos mataron a nuestros seres queridos”.
Cuatro meses después de ese comunicado, el pasado 13 de junio, de nuevo se registró otro accidente en la línea Sarmiento. En aquella ocasión un tren embistió por detrás contra otro que se encontraba detenido entre las localidades bonaerenses de Morón y Castelar. Murieron tres personas y 315 resultaron heridos. El maquinista, Daniel López, se encuentra en libertad pero incriminado en un juicio por el supuesto delito de estrago culposo.
fuente El País
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