Lara quiere ser el único gestor junto a Renfe en la privatización del AVE
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El interés desmedido de Lara tiene otros competidores. La empresa estatal de ferrocarriles de Francia (SCNF), el grupo turístico Globalvía (Juan José Hidalgo) y la empresa constructora Acciona (Entrecanales) han mostrado su ánimo a participar en el proceso de liberalización ferroviaria, como ya es público. Todos ellos se encuentran a la expectativa de las negociaciones que los representantes del editor catalán mantienen con la ministra Ana Pastor en busca de una adjudicación dirigida a favor de la empresa Veloi Rail.
En realidad, José Manuel Lara desarrolló esta compañía hace ahora un año a partir de Inversiones Hemisferio, la sociedad patrimonial de la familia desde la que auspició también la creación de Vueling, en la que ha invitado a participar a otros socios de la burguesía catalana. Como en el caso de la aerolínea low cost, integrada ahora en IAG, su intención es que Veloi Rail dé paso con el tiempo a nuevos accionistas, una vez que sus primeros propietarios aseguren la puesta en valor del negocio que pretenden lograr del Estado.
El presidente del grupo Planeta, José Manuel Lara (Reuters).Por cuestiones operativas, según fuentes oficiosas, es probable que Fomento sólo saque a concurso una licencia. Esto hace que únicamente haya hueco para un operador complementario a Renfe. La capacidad ferroviaria de las actuales líneas no permite que haya tres gestores operando la infraestructura, por lo que sólo se sacarán a concurso dos títulos habilitantes, uno de los cuales irá a parar lógicamente a la compañía pública Renfe en calidad de lo que se conoce como operador incumbente.
Madrid-Barcelona, la gallina de los huevos de oro Lara tiene claro su objetivo: conseguir la gestión de la línea de Madrid-Barcelona, la verdadera gallina de los huevos de oro en el mercado español de alta velocidad. Sin embargo, Fomento se muestra renuente a sacrificar la cuenta de resultados de Renfe, de la que también depende la financiación de Adif, y considera conveniente emprender la privatización en algún otro corredor que ofrezca mayores estímulos para una competencia eficiente dentro del sector ferroviario, en lugar de arrancar con la más apetitosa.
Por este motivo, la alternativa que maneja el Gobierno se decanta por abrir en una primera fase el corredor de Levante, que une la capital de España con Valencia. La distribución del mercado de transporte de viajeros ofrece en este tramo un margen de actividad adicional, ya que el tren y el avión absorben solamente un 40% del mercado, quedando el 60% reservado al tráfico rodado. En este tramo, la incorporación de un nuevo operador podría robar cuota al uso del coche sin afectar gravemente al negocio de Renfe.
Este planteamiento es imposible para el AVE entre Madrid-Barcelona. La suma de tren y avión se reparte casi a medias la totalidad del mercado, de manera que la irrupción de un competidor ferroviario más sería a costa de reducir las expectativas de Renfe, gestor dependiente del Ministerio de Fomento. En este caso, la concesión de una licencia privada para operar esa línea implicaría un trasvase de rentas desde la empresa pública a la compañía adjudicataria, a lo que aspira especialmente Lara.
fuente El Confidencial
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