Así es la nueva línea de Metro de Budapest que ha costado 1.500 millones
La Línea 1 fue la segunda del mundo (1896), reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Ahora se inaugura la polémica y brillante Línea 4
El metro de Budapest es el segundo más antiguo del mundo,
solo después del de Londres. Y su histórica Línea 1 (1896) fue declarada
Patrimonio de la Humanidad en 2002.
Con esa historia había que esperar mucho de su última ampliación. Este
28 de marzo se ha inaugurado la cuarta línea en este metro, una idea que
data de los años 70, aunque las obras reales no comenzaron hasta 2006.
La construcción se ha llevado por delante una cifra astronómica (1.500 millones de euros, el 1,5% del PIB, según The Wall Street Journal), y ha avivado una
fuerte controversia política, con acusaciones de corrupción y de
intereses de todo tipo. De esa cifra total, 600 millones han salido de
fondos de la Unión Europea.
La nueva Línea 4 tiene 7,4 km de longitud y consta de diez estaciones, que conectan Buda y Pest bajo el Danubio.
Los 15 vagones automáticos sin conductor de la línea -los
primeros de este tipo en Europa central- llevan desde este fin de semana
a los pasajeros en unos 15 minutos de un extremo a otro.
Sin embargo, una vez en el interior del Metro, lo que más fascina son los detalles del diseño, muy vanguardista, que sin duda atraerá a muchos turistas con sus cámaras, como ocurre desde siempre con la Línea 1.
En ese diseño se ha utilizado acero, vidrio, azulejos brillantes y un tono general muy moderno, con un cierto aire industrial.
Se han utilizado bloques de paneles de colores llamativos, luces LED o
de neón, según la zona, y entradas espectaculares a las nuevas
estaciones.
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