El museo se ubica en las antiguas naves que fueron taller de vagones |
«El museo del ferrocarril está en peligro»
El presidente de la Asociación que
lo gestiona advierte de que quedará aislado con la reforma que plantea
el Ayuntamiento para esta zona y el consistorio se compromte a una vía
peatonal de acceso
El presidente de la Asociación que lo gestiona advierte de que quedará aislado con la reforma que plantea el Ayuntamiento para esta zona y el consistorio se compromte a una vía peatonal de acceso
17.01.14 - 07:58 -
«El museo está en peligro, la nueva pasarela que proyecta
el Ayuntamiento desde la calle Castilla hasta Duque de Ahumada, por
encima de las vías del tren, nos deja aislados. No contempla un acceso
hasta el museo. No sobreviviremos. Me temo que será nuestro fin». Así de
claro resume la situación Cristian Suárez, el presidente de las
Asociación Cántabra deAmigos del Ferrocarril.
El museo está detrás del cuartel de la Policía Local. El
acceso se realiza recorriendo las rampas y pasarelas que cruzan por
encima de las vías. La nueva pasarela no contempla una bajada hasta el
museo, «ni una rampa ni escaleras ni un ascensor, nada de nada. Los
técnicos municipales ya nos los han dicho. Así que nos quedaremos
aislados y nadie podrá venir a conocer las piezas que tenemos».
El museo recibió la pasada Navidad más de 500 visitas en
solo cinco días de horarios especiales, «lo que demuestra el interés del
público por conocer nuestros fondos». El museo está en unas naves de
650 metros cuadrados alquiladas a Adif desde el año 1984. La sociedad
ferroviaria tampoco ha prestado mucha atención a los amigos del
ferrocarril. «Nos ha dicho que el público podrá entrar por el camino
desde el aparcamiento de las estaciones».Pero el camino sale del
aparcamiento, que explota una empresa privada y hay que atravesar sus
instalaciones. «Y para el público, transitar por un camino que no está
adecentado para ese uso es complicado. Y no hay luz por la noches, y es
entre las vías. No es muy apropiado para quienes deseen visitarnos».
Los amigos de ferrocarril de Cantabria son un colectivo de
50 socios que pagan 72 euros de cuota al año. Con ese dinero y con 200
euros de subvención del Ayuntamiento pagan el alquiler de las naves y
los gastos generales. El año pasado recibieron también 200 euros de
ayuda de una entidad bancaria. La entrada al museo es gratuita.
Las instalaciones del museo son muy sencillas, en unas
naves que fueron taller de vagones, pero guardan importantes fondos,
como la locomotora ‘Peñacastillo’, restaurada por la Consejería de
Cultura, o una ‘jardinera’ de los tranvías, restaurada por el
Ayuntamiento de Santander, ambas en excelente estado. Y una locomotora
quitanieves de 1962 y 30 toneladas de peso en proceso de restauración. O
una máquina de vía estrecha también restaurada.Y la locomotora Udías,
de las minas de Reocín.
Esas son las grandes piezas. Entre las pequeñas están
planos, maquetas de vías y estaciones, locomotoras en miniatura,
uniformes, documentos, carteles, faroles de carburo, fotografías,
máquinas de hacer billetes y cientos de libros.
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