El tren de lujo Al-Ándalus cruza por primera vez la región a partir de hoy
El convoy llegará esta noche a Zafra procedente de Sevilla y seguirá su viaje parando en Mérida, Cáceres y Monfragüe
De ahí partirá el primera viaje extremeño del Al-Ándalus, que llegará
esta noche a Zafra, donde pasará la noche. Mañana, tras el desayuno,
los viajeros visitarán la «histórica ciudad industrial y comercial que
conserva importantes monumentos de su rico pasado», según la definición
que recoge la breve hoja de ruta que Renfe publica en su web. Más tarde,
subirán de nuevo al convoy y comerán a bordo camino de Mérida, donde el
lujoso tren pasará la segunda noche de su trayecto.
Pasado mañana, los clientes del Al-Ándalus tendrán un desayuno a la altura del precio del billete, concebido por Toño Pérez, cocinero del restaurante Atrio, de Cáceres, el más famoso de Extremadura con sus dos estrellas Michelín. Lo degustarán con el tren en marcha, camino de Cáceres. Tras visitar la ciudad, comerán de nuevo en Atrio, donde harán una visita guiada a su bodega, una de las más completas y selectas del mundo, distinguida con varios premios internacionales. «Tras la comida -anuncia la compañía- disfrutaremos de tiempo libre para recorrer la ciudad, pudiendo como alternativa opcional disfrutar de una visita al Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear». Después, cena a bordo camino de Monfragüe, que será la última parada que hará el ferrocarril a su paso por la región.
La mayoría de los ocupantes de cada una de las suites del tren de lujo, de 64 plazas, serán, probablemente, extranjeros, que son los usuarios mayoritarios de este tipo de servicios turísticos. De hecho, solo tres de cada diez viajeros que subieron a este tren el año pasado -no hubo recorrido por Extremadura, sí por otras regiones- eran españoles, según los datos de Renfe. La ocupación en el Al Ándalus en 2013 fue del ochenta por ciento, y un tercio de los viajeros eran anglosajones (británicos y americanos), otro tercio latinoamericanos (mexicanos, venezolanos y brasileños, fundamentalmente), mientras que el resto procedían de Europa del Este y Rusia.
fuente Hoy
Pasado mañana, los clientes del Al-Ándalus tendrán un desayuno a la altura del precio del billete, concebido por Toño Pérez, cocinero del restaurante Atrio, de Cáceres, el más famoso de Extremadura con sus dos estrellas Michelín. Lo degustarán con el tren en marcha, camino de Cáceres. Tras visitar la ciudad, comerán de nuevo en Atrio, donde harán una visita guiada a su bodega, una de las más completas y selectas del mundo, distinguida con varios premios internacionales. «Tras la comida -anuncia la compañía- disfrutaremos de tiempo libre para recorrer la ciudad, pudiendo como alternativa opcional disfrutar de una visita al Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear». Después, cena a bordo camino de Monfragüe, que será la última parada que hará el ferrocarril a su paso por la región.
Visita al Parque Nacional
El jueves, los viajeros del Al-Ándalus dedicarán la mañana a visitar el Parque Nacional, regresarán al convoy a comer y más tarde partirán con destino a Toledo. El viaje irá de la ciudad castellano-manchega a Aranjuez y el sábado, de ahí a Madrid, destino final del trayecto.La mayoría de los ocupantes de cada una de las suites del tren de lujo, de 64 plazas, serán, probablemente, extranjeros, que son los usuarios mayoritarios de este tipo de servicios turísticos. De hecho, solo tres de cada diez viajeros que subieron a este tren el año pasado -no hubo recorrido por Extremadura, sí por otras regiones- eran españoles, según los datos de Renfe. La ocupación en el Al Ándalus en 2013 fue del ochenta por ciento, y un tercio de los viajeros eran anglosajones (británicos y americanos), otro tercio latinoamericanos (mexicanos, venezolanos y brasileños, fundamentalmente), mientras que el resto procedían de Europa del Este y Rusia.
fuente Hoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario