Comienzan las pruebas del AVE que unirá en abril Barcelona y Francia
Los convoyes circulan por el nuevo trazado para realizar los test de validación mientras el corredor mediterráneo sigue a la espera de financiación
MÓNICA ROS VALENCIA
Mientras el Corredor Mediterráneo aparece grafiado en los planos a la
espera de financiación, no hay demora que valga en la construcción de la
línea del AVE que unirá Barcelona con Francia. Es más, la entrada en
servicio de este proyecto está prevista para el mes de abril, tal como
anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la semana pasada.
Por ello, las primeras pruebas ya han comenzado tras numerosas paralizaciones. Trenes que se emplean en el servicio comercial de viajeros de alta velocidad circulan ya por el nuevo trazado para realizar los test de validación. Las pruebas durarán una semana para que técnicos de Adif y Renfe comprueben las prestaciones y el comportamiento de los convoyes sobre la infraestructura. De esta forma, en menos de siete meses 14 capitales españolas de provincia estarán conectadas por alta velocidad con Francia, pero ninguna de ellas será de la Comunitat Valenciana.
Y es que hace dos semanas el Gobierno central asestó un nuevo golpe a la competitividad de los valencianos al anunciar la puesta en marcha del tramo Barcelona-Figueres -que culminará así el corredor Madrid-Zaragoza-Lleida-Barcelona-frontera francesa, impulsado por el Gobierno de Aznar, y que debe estar finalizado a principios de 2013- y dejar para un futuro incierto la conexión directa con Europa de Castelló, Valencia y Alicante. La iniciativa deja más que en evidencia el retraso del AVE entre Alicante y Barcelona, que soló tendrá listo el tramo entre Valencia y Castelló en 2015.
El AVE que comunicará a los valencianos directamente con Europa tendrá que esperar, igual que el ansiado Corredor Mediterráneo que, de momento, aparece grafiado en planos pero no cuenta ni con calendario ni con suficiente asignación presupuestaria por parte del Gobierno central, según criticó hace unos días Ferrmed, grupo que apoya la conexión mediterránea con los grandes corredores europeos de pasajeros y mercancías.
El principal escollo del proyecto no es, ni más ni menos, que la financiación, con el corredor del eje central como enemigo visible. Y es que la Comunitat Valenciana, como ya contó este diario, recibe únicamente 190 millones, de los que 80 son para el corredor propiamente dicho y los 110 millones restantes son para la adaptación de las vías al ancho europeo, lo que significa instalar un tercer raíl entre los dos de ancho ibérico actuales.
Además, por si fuera poco, los presupuestos incluían que la finalización de este proyecto alternativo se retrasa hasta 2017. Es más, la enmienda más importante de las que el PP valenciano presentará al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013 es una dirigida a lograr un incremento en 76 millones de euros de la dotación para el Corredor Mediterráneo, según anunció el pasado viernes el vicepresidente del Consell, José Císcar.
Por ello, las primeras pruebas ya han comenzado tras numerosas paralizaciones. Trenes que se emplean en el servicio comercial de viajeros de alta velocidad circulan ya por el nuevo trazado para realizar los test de validación. Las pruebas durarán una semana para que técnicos de Adif y Renfe comprueben las prestaciones y el comportamiento de los convoyes sobre la infraestructura. De esta forma, en menos de siete meses 14 capitales españolas de provincia estarán conectadas por alta velocidad con Francia, pero ninguna de ellas será de la Comunitat Valenciana.
Y es que hace dos semanas el Gobierno central asestó un nuevo golpe a la competitividad de los valencianos al anunciar la puesta en marcha del tramo Barcelona-Figueres -que culminará así el corredor Madrid-Zaragoza-Lleida-Barcelona-frontera francesa, impulsado por el Gobierno de Aznar, y que debe estar finalizado a principios de 2013- y dejar para un futuro incierto la conexión directa con Europa de Castelló, Valencia y Alicante. La iniciativa deja más que en evidencia el retraso del AVE entre Alicante y Barcelona, que soló tendrá listo el tramo entre Valencia y Castelló en 2015.
El AVE que comunicará a los valencianos directamente con Europa tendrá que esperar, igual que el ansiado Corredor Mediterráneo que, de momento, aparece grafiado en planos pero no cuenta ni con calendario ni con suficiente asignación presupuestaria por parte del Gobierno central, según criticó hace unos días Ferrmed, grupo que apoya la conexión mediterránea con los grandes corredores europeos de pasajeros y mercancías.
El principal escollo del proyecto no es, ni más ni menos, que la financiación, con el corredor del eje central como enemigo visible. Y es que la Comunitat Valenciana, como ya contó este diario, recibe únicamente 190 millones, de los que 80 son para el corredor propiamente dicho y los 110 millones restantes son para la adaptación de las vías al ancho europeo, lo que significa instalar un tercer raíl entre los dos de ancho ibérico actuales.
Además, por si fuera poco, los presupuestos incluían que la finalización de este proyecto alternativo se retrasa hasta 2017. Es más, la enmienda más importante de las que el PP valenciano presentará al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013 es una dirigida a lograr un incremento en 76 millones de euros de la dotación para el Corredor Mediterráneo, según anunció el pasado viernes el vicepresidente del Consell, José Císcar.
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