El operador ferroviario cerrará las estaciones y líneas deficitarias

Fomento estudia con las autonomías el cierre de estaciones de Renfe

La compañía se dividirá en cuatro para liberalizar el transporte de viajeros | Aragón, Galicia, Valencia y Asturias tienen la mayoría de estaciones deficitarias | En el 2011, un total de 328 estaciones de tren no recibieron más de 5 pasajeros diarios

07/12/2012 -Conchi Lafraya

Tras encauzar unas 1.500 jubilaciones en Aena, el Ministerio de Fomento trabaja en un ambicioso plan para otra de las grandes empresas públicas: Renfe.

Como ha señalado en numerosas ocasiones la ministra de Fomento, Ana Pastor, "el operador ferroviario cerrará las estaciones y líneas deficitarias antes de finales de año". Tras un encuentro con periodistas el pasado miércoles, el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, confirmó a La Vanguardia que "se está trabajando con las autonomías para definir la cifra exacta de estaciones y apeaderos que cerrar". Otra línea en la que también se trabaja, apuntó, "es la reducción de la inversión en estaciones nuevas, cuyo coste previsto inicialmente era muy elevado". Renfe invertirá sólo 236,2 millones de euros el próximo año.

Antes de final de año, el Ministerio de Fomento presentará al Consejo de Ministros la lista de infraestructuras y de conexiones ferroviarias de media distancia que no presentan rentabilidad social ni económica, y por lo tanto, susceptibles de cierre. Estos días, el Gobierno y distintas comunidades autónomas están cerrando el mapa de las conexiones afectadas.

Según un informe de Ineco, un total de 328 estaciones de tren no reciben más de cinco pasajeros diarios. Prácticamente la mitad de ellas (167 estaciones) apenas acogen un viajero cada día y 29 no alcanzan más de diez pasajeros en todo un año. La explotación por parte de Renfe del actual servicio de trenes de media distancia convencional arroja un déficit de 275 millones. En el 2011, estos trenes generaron ingresos de unos 190 millones, importe que apenas permite cubrir el 40% del coste de 478 millones que supone su puesta en circulación. Otro de los servicios que podrían ser suprimidos es el de los servicios nocturnos internacionales, que también es deficitario.

En este contexto, el Ministerio de Fomento ya trabaja en la redacción de conexiones ferroviarias que tengan consideración de obligación de servicio público, cuyo funcionamiento, por lo tanto, tendrá que garantizar el Ejecutivo para atender las necesidades de movilidad de los ciudadanos. Las frecuencias que queden fuera de esa lista serán susceptibles de desaparecer.

Entre las comunidades autónomas que tienen más estaciones de tren con escasa afluencia de viajeros pasajeros destacan Aragón, Valencia, Asturias y Galicia.

El pasado 8 de octubre, el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, detalló en el Congreso por dónde irán los tiros de la reestructuración de la entidad pública el próximo ejercicio.

Renfe Operadora se va a dividir en cuatro sociedades públicas: una correspondiente al área operativa de viajeros de Renfe-Operadora, otra correspondiente a mercancías, otra dedicada al área de fabricación y mantenimiento y una cuarta para la realización de las operaciones de arrendamiento y vinculadas a los activos de material ferroviario.

Otro de los ejes de Fomento es la integración de Ferrocarril de Vía Estrecha (Feve) en Adif y Renfe-Operadora, acción que se hará efectiva también antes del 31 de diciembre de este año.

Según Gómez-Pomar, Renfe obtendrá una cifra de negocio de 2.168 millones de euros en el 2013, lo que supondrá un 6,8% más que el presente ejercicio, de los que el 91% (1.965 millones) corresponderá al transporte de viajeros y el 9% (203 millones) al transporte de mercancías.

Renfe arrastra una deuda cercana a los 5.000 millones. Por ello, la compañía se encuentra inmersa en un plan de contención de gastos. En el 2012, el ahorro final ascenderá a unos 288 millones de euros. Respecto a los gastos de personal, Renfe "cuenta con un presupuesto de 866 millones, en el que se prevé tanto la congelación salarial como la no incorporación de personal, así como la reducción de la estructura de dirección".