17 noviembre 2012

Dimite el ministro Egipcio de Transportes

Mueren 47 niños y tres adultos al chocar su autobús escolar con un tren en el sur de Egipto

Francisco Carrión | El Cairo
La tragedia, que se suma a una larga lista negra de accidentes ferroviarios en Egipto, tuvo lugar alrededor de las ocho de la mañana (6.00 GMT) en la ciudad de Manfalut, al sur de la provincia de Asiut, cuando el autobús que transportaba a unos 60 escolares atravesó un paso a nivel.
Tras golpear el vehículo, el tren lo arrastró a lo largo de un kilómetro. Los 47 menores fallecidos tenían entre cuatro y seis años de edad. También perdieron la vida el conductor del autobús y dos cuidadores. Según las autoridades, otras 18 personas resultaron heridas. Siete de ellas permanecen en estado crítico.

Investigación del siniestro

Las fuerzas de seguridad arrestaron a un empleado de la empresa estatal de ferrocarriles y le acusaron de no haber bajado la barrera, lo que habría precipitado el fatal desenlace. Algunos familiares de las víctimas denunciaron además que el encargado del paso se había quedado dormido.
Sin embargo, la compañía negó tal versión de los hechos y aseguró que el conductor del autobús se saltó un paso señalizado con luces y campana y vigilado por un agente de la policía.

Compensaciones a las familias

Mursi, que ofreció sus condolencias en la televisión estatal, prometió compensaciones económicas a las familias de los fallecidos e informó de que ha enviado a varios funcionarios al fiscal general "con el objetivo de identificar a los responsables". Asimismo, el primer ministro Hisham Qandil se ha desplazado al lugar del accidente acompañado por los titulares de Interior, Salud y Desarrollo Local.
Entretanto, continúa la retirada de los cadáveres. Las familias, que buscaron a sus seres queridos entre cuadernos y libros esparcidos por la vías, se quejaron de la lentitud del auxilio y se manifestaron exigiendo la ejecución de los responsables de la colisión.

Dimisión del ministro de Transportes

El accidente ha provocado ya una cadena de dimisiones. El ministro de Transporte Mohamed Rashad el Metini ha asumido su responsabilidad y ha dejado el cargo. El jefe de la Autoridad ferroviaria Mustafa Qenaui también ha seguido el mismo camino. Y el presidente, el islamista Mohamed Mursi, ha pedido a su primer ministro, Hisham Qandil, que socorra a las familias de las víctimas y los heridos.
Tras el suceso, se ha abierto una investigación. A principios de este mes, la colisión de dos ferrocarriles en la provincia de Fayum, a unos 85 kilómetros al sur de la capital, dejó cuatro fallecidos y 30 heridos. Y el pasado julio 20 personas resultaron heridas después de que un tren descarrilara y chocara con otro a uso 7 kilómetros al sur de El Cairo.

Infraestructuras mal conservadas

El sistema ferroviario egipcio, con 5.000 kilómetros, es el más amplio de Oriente Próximo pero reúne una larga historia de accidentes mortales. Vagones viejos y lentos y unas infraestructuras mal conservadas contribuyen a desastres periódicos.
Hasta la fecha, la peor catástrofe sucedió en febrero de 2002, cuando un tren que se dirigía al sur del país se incendió provocando la muerte de 363 personas a unos 70 kilómetros de El Cairo. Cuatro años después, la colisión de dos máquinas deterioradas y antiguas dejó 58 fallecidos.
En octubre de 2009 otro choque causó 18 víctimas y 55 heridos después de que uno de los ferrocarriles, que se dirigía al Alto Egipto (Sur), hiciera una parada no programada tras empotrarse con una vaca. 37 personas murieron en julio de 2008 al ser arrollados varios vehículos en un paso a nivel en el norte del país.

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