El presidente de la Comisión de Fomento en el Congreso no garantiza que se mantenga la partida de 500 millones de euros para la entrada de la infraestructura ni el soterramiento
X.M. DEL CAÑO - OURENSE
El presidente de la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados,
Celso Delgado, fija para el año 2018 la puesta en funcionamiento de la
estación del AVE en Ourense, en respuesta a la concejala de Urbanismo,
Áurea Soto, que urge al Gobierno que defina el trazado de entrada de la
infraestructura ferroviaria a la ciudad, plasmada en el nuevo Plan
General de Ordenación Municipal que se está redactando. Lo que no
garantiza Delgado es que se mantenga el gasto de 560 millones de euros
que había programado el gobierno anterior para ejecutar la variante
exterior, como reclama Soto.
Celso Delgado explica que el Ministerio de Fomento está estudiando la posibilidad de soterrar el tramo de entrada del AVE a Ourense, "otra cosa es que se pueda hacer o no, porque las circunstancias económicas del país son deplorables. Esto es de dominio público. Por lo tanto, en su momento se tomará la decisión".
El presidente de la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados indica que el Gobierno intentará buscar en esta materia "una solución de consenso con el Concello de Ourense", como ha reclamado el alcalde, Agustín Fernández. Delgado no tiene dudas de que el AVE "llegará a Ourense en 2018", como ha comprometido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. "En ese objetivo se trabaja. No hay más que ver las obras que se están haciendo en la provincia".
Áurea Soto exige a Fomento que licite "cuanto antes" el tramo de entrada del AVE a Ourense, por ser "la única variante que queda por licitar en Galicia". Recuerda que el proyecto constructivo fue encargado en 2011, por lo que Fomento "tuvo que recibirlo hace tiempo".
Soto muestra preocupación porque Fomento mantenga la partida de 560 millones de euros prevista por el Gobierno anterior para la entrada del AVE, que "supondría liberar el recorrido todo en la zona del CHUO, de San Francisco y As Lagoas. Y advierte que si no se acomete ese proyecto por ser caro, como sugirió en su momento que podía ocurrir la ministra Ana Pastor, "entonces tendrá que quedar muy claro que el AVE entrará a Ourense por el medio de la ciudad, como hasta ahora, cortando el casco urbano", asevera Áurea Soto.
La concejala de Urbanismo avisa de que Ourense "puede entrar en cólera" si se realiza la entrada del AVE por el espacio que ocupa el trazado actual del ferrocarril, mediante una inversión de 60 millones, como había programado el gobierno de José María Aznar.
El dilema ahora estriba en que la entrada del AVE a Ourense se realice por la variante exterior, cuyo proyecto "ya está entregado", pero tiene el inconveniente de que cuesta 560 millones de euros, o en que se soterren las vías por debajo de las líneas del ferrocarril tradicional, porque si entra por la misma zona a la ciudad, "se consolidaría la barrera que divide en dos el casco urbano". Y a pesar de que el PP sostiene que el proyecto del AVE por el exterior pergeñado por el gobierno socialista "no era soterrado", la concejala de Urbanismo de Ourense interpreta todo lo contrario, dado que "va bajo tierra casi todo", al contar con "17 kilómetros de túneles y de viaductos".
La entrada del AVE a la ciudad constituye una permanente fuente de discordia entre el grupo de gobierno municipal y el PP. La oposición acusa a los socialistas de tomar un acuerdo en su momento con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, para ejecutar la variante exterior, sin escuchar el clamor social que había por el soterramiento. Y el gobierno local teme ahora que peligre la liberación de miles de metros cuadrados de superficie que ocupa el trazado tradicional, para destinarla a viviendas, espacios públicos y servicios.
Celso Delgado explica que el Ministerio de Fomento está estudiando la posibilidad de soterrar el tramo de entrada del AVE a Ourense, "otra cosa es que se pueda hacer o no, porque las circunstancias económicas del país son deplorables. Esto es de dominio público. Por lo tanto, en su momento se tomará la decisión".
El presidente de la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados indica que el Gobierno intentará buscar en esta materia "una solución de consenso con el Concello de Ourense", como ha reclamado el alcalde, Agustín Fernández. Delgado no tiene dudas de que el AVE "llegará a Ourense en 2018", como ha comprometido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. "En ese objetivo se trabaja. No hay más que ver las obras que se están haciendo en la provincia".
Áurea Soto exige a Fomento que licite "cuanto antes" el tramo de entrada del AVE a Ourense, por ser "la única variante que queda por licitar en Galicia". Recuerda que el proyecto constructivo fue encargado en 2011, por lo que Fomento "tuvo que recibirlo hace tiempo".
Soto muestra preocupación porque Fomento mantenga la partida de 560 millones de euros prevista por el Gobierno anterior para la entrada del AVE, que "supondría liberar el recorrido todo en la zona del CHUO, de San Francisco y As Lagoas. Y advierte que si no se acomete ese proyecto por ser caro, como sugirió en su momento que podía ocurrir la ministra Ana Pastor, "entonces tendrá que quedar muy claro que el AVE entrará a Ourense por el medio de la ciudad, como hasta ahora, cortando el casco urbano", asevera Áurea Soto.
La concejala de Urbanismo avisa de que Ourense "puede entrar en cólera" si se realiza la entrada del AVE por el espacio que ocupa el trazado actual del ferrocarril, mediante una inversión de 60 millones, como había programado el gobierno de José María Aznar.
El dilema ahora estriba en que la entrada del AVE a Ourense se realice por la variante exterior, cuyo proyecto "ya está entregado", pero tiene el inconveniente de que cuesta 560 millones de euros, o en que se soterren las vías por debajo de las líneas del ferrocarril tradicional, porque si entra por la misma zona a la ciudad, "se consolidaría la barrera que divide en dos el casco urbano". Y a pesar de que el PP sostiene que el proyecto del AVE por el exterior pergeñado por el gobierno socialista "no era soterrado", la concejala de Urbanismo de Ourense interpreta todo lo contrario, dado que "va bajo tierra casi todo", al contar con "17 kilómetros de túneles y de viaductos".
La entrada del AVE a la ciudad constituye una permanente fuente de discordia entre el grupo de gobierno municipal y el PP. La oposición acusa a los socialistas de tomar un acuerdo en su momento con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, para ejecutar la variante exterior, sin escuchar el clamor social que había por el soterramiento. Y el gobierno local teme ahora que peligre la liberación de miles de metros cuadrados de superficie que ocupa el trazado tradicional, para destinarla a viviendas, espacios públicos y servicios.
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