China refuerza la seguridad en las estaciones de tren tras los últimos ataques
Las autoridades anuncian que van a llevar a cabo “operaciones especiales antiterroristas”
El Gobierno chino ha reforzado la seguridad en las principales estaciones de tren por todo el país después del ataque a cuchilladas llevado a cabo ayer por un hombre en una estación ferroviaria de Guangzhou
(capital de la provincia sureña de Guangdong), en el que hirió a seis
personas. El asaltante, que actuó solo, según la policía, fue detenido
tras ser herido por disparos de los agentes. Pekín ha anunciado también
que va a llevar a cabo “operaciones especiales antiterroristas”.
El ministro y dos viceministros de Seguridad Pública visitaron el
martes por la noche terminales de tren en diferentes ciudades, entre
ellas Pekín, Shanghái y Suzhou, en un esfuerzo destinado a tranquilizar a
la población y mostrar que el Gobierno se está tomando en serio el tema
de la seguridad, según ha informado este miércoles el diario de Hong
Kong South China Morning Post (SCMP).
El ataque en Guangzhou es el tercero que se produce con cuchillos contra civiles en poco más de un mes en estaciones de ferrocarril. Las autoridades dijeron que el autor actuó solo, pero algunos testigos aseguraron a medios de comunicación chinos que hubo varios asaltantes.
La policía no ha informado del motivo del atentado ni si está relacionado con el conflicto étnico y nacionalista que sufre la región autónoma china de Xinjiang, hogar de la minoría musulmana uigur. Los dos ataques anteriores fueron atribuidos por las autoridades a “extremistas religiosos” de Xinjiang con conexiones con grupos en el extranjero.
El miércoles pasado, tres personas murieron y 79 resultaron heridas en un asalto a cuchilladas y con bombas en una estación de tren en Urumqi (capital de Xinjiang). Fallecieron un transeúnte y los dos autores. El 1 de marzo, 29 personas que se encontraban en la estación de Kunming (capital de la provincia sureña de Yunnan) murieron y 143 resultaron heridas a causa de las cuchilladas asestadas durante un ataque llevado a cabo por “un grupo de separatistas de Xinjiang”, según los denominó el Gobierno. Cuatro de los asaltantes —entre ellos, una mujer— fallecieron por disparos de la policía.
Pocas horas después del atentado de ayer, Guo Shengkun, ministro de Seguridad Pública, visitó la estación Sur de Changsha (capital de la provincia central de Hunan) para inspeccionar las medidas de seguridad, según SCMP. Fu Zhenghua, viceministro de Seguridad, recorrió la Estación de Pekín y la Estación Sur de Pekín, y fue informado de que en caso de emergencia la policía solo tardaría dos minutos en llegar al lugar.
Los controles ya eran bastante intensos en China, donde es preciso pasar el equipaje por máquinas de rayos X en estaciones de tren y de metro. Pero, a raíz de los últimos atentados, las patrullas y la vigilancia han sido incrementadas en las zonas céntricas de las ciudades. Es posible ver unidades de la policía con armas de fuego y perros.
Las fuerzas de seguridad de Zhengzhou (capital de la provincia central de Henan) llevaron a cabo el martes por la noche unos ejercicios en los que participaron 100.000 policías, guardas, bomberos y funcionarios, según el periódico de Hong Kong. Instalaron controles en las carreteras e inspeccionaron hoteles baratos y cibercafés.
Pekín ha asegurado que llevará a cabo “operaciones especiales antiterroristas”. Meng Jianzhu, responsable de la poderosa Comisión Central de Asuntos Políticos y Legales del Partido Comunista Chino, que controla, entre otros órganos, la policía, ha prometido que “las autoridades golpearán duro a los terroristas”, según la agencia oficial Xinhua. Para ello, “los cuerpos policiales y departamentos judiciales harán uso de nuevas tecnologías destinadas a detectar y eliminar las amenazas contra la seguridad”. También deberán “mejorar sus relaciones con los ciudadanos y ganarse su apoyo, especialmente en Internet”.
Un informe publicado recientemente por un centro de pensamiento de Pekín afirma que China no está bien preparada para hacer frente a ataques terroristas. El estudio del Centro de Estrategia Internacional y Estudios de Seguridad de la Universidad de Relaciones Internacionales de Pekín dice que los riesgos de terrorismo en el país se han intensificado.
fuente El País
El ataque en Guangzhou es el tercero que se produce con cuchillos contra civiles en poco más de un mes en estaciones de ferrocarril. Las autoridades dijeron que el autor actuó solo, pero algunos testigos aseguraron a medios de comunicación chinos que hubo varios asaltantes.
La policía no ha informado del motivo del atentado ni si está relacionado con el conflicto étnico y nacionalista que sufre la región autónoma china de Xinjiang, hogar de la minoría musulmana uigur. Los dos ataques anteriores fueron atribuidos por las autoridades a “extremistas religiosos” de Xinjiang con conexiones con grupos en el extranjero.
El miércoles pasado, tres personas murieron y 79 resultaron heridas en un asalto a cuchilladas y con bombas en una estación de tren en Urumqi (capital de Xinjiang). Fallecieron un transeúnte y los dos autores. El 1 de marzo, 29 personas que se encontraban en la estación de Kunming (capital de la provincia sureña de Yunnan) murieron y 143 resultaron heridas a causa de las cuchilladas asestadas durante un ataque llevado a cabo por “un grupo de separatistas de Xinjiang”, según los denominó el Gobierno. Cuatro de los asaltantes —entre ellos, una mujer— fallecieron por disparos de la policía.
Pocas horas después del atentado de ayer, Guo Shengkun, ministro de Seguridad Pública, visitó la estación Sur de Changsha (capital de la provincia central de Hunan) para inspeccionar las medidas de seguridad, según SCMP. Fu Zhenghua, viceministro de Seguridad, recorrió la Estación de Pekín y la Estación Sur de Pekín, y fue informado de que en caso de emergencia la policía solo tardaría dos minutos en llegar al lugar.
Los controles ya eran bastante intensos en China, donde es preciso pasar el equipaje por máquinas de rayos X en estaciones de tren y de metro. Pero, a raíz de los últimos atentados, las patrullas y la vigilancia han sido incrementadas en las zonas céntricas de las ciudades. Es posible ver unidades de la policía con armas de fuego y perros.
Las fuerzas de seguridad de Zhengzhou (capital de la provincia central de Henan) llevaron a cabo el martes por la noche unos ejercicios en los que participaron 100.000 policías, guardas, bomberos y funcionarios, según el periódico de Hong Kong. Instalaron controles en las carreteras e inspeccionaron hoteles baratos y cibercafés.
Pekín ha asegurado que llevará a cabo “operaciones especiales antiterroristas”. Meng Jianzhu, responsable de la poderosa Comisión Central de Asuntos Políticos y Legales del Partido Comunista Chino, que controla, entre otros órganos, la policía, ha prometido que “las autoridades golpearán duro a los terroristas”, según la agencia oficial Xinhua. Para ello, “los cuerpos policiales y departamentos judiciales harán uso de nuevas tecnologías destinadas a detectar y eliminar las amenazas contra la seguridad”. También deberán “mejorar sus relaciones con los ciudadanos y ganarse su apoyo, especialmente en Internet”.
Un informe publicado recientemente por un centro de pensamiento de Pekín afirma que China no está bien preparada para hacer frente a ataques terroristas. El estudio del Centro de Estrategia Internacional y Estudios de Seguridad de la Universidad de Relaciones Internacionales de Pekín dice que los riesgos de terrorismo en el país se han intensificado.
fuente El País
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