El tirón del AVE acerca a Renfe al equilibrio a un paso de la liberalización
El cierre definitivo del ejercicio 2013 para Renfe Operadora deja a la empresa pública a mínima distancia de los beneficios.
Ha funcionado la política más agresiva en precios, con rebajas y tarifas flexibles en el AVE, y el consiguiente efecto llamada frente a modos de transporte como el aéreo o la propia carretera.
La compañía que preside Julio Gómez Pomar se ha apoyado en una mejora del 14% en el número de pasajeros en los servicios comerciales (AVE y larga distancia) y eleva sus ingresos por tráfico (venta de billetes) un 2,6%, hasta los 1.852 millones. El resultado neto de Renfe Operadora arroja unas pérdidas de 3,7 millones, lastrado por los 8,9 millones en rojo que aporta el ferrocarril de vía estrecha (Feve) y los 3 millones más que se dejan las filiales de Mercancías (Contren, Irion y Multi). Renfe Operadora venía de perder 335 millones en 2011 y de 39,5 millones el año pasado.
De las cuentas de 2013 resalta el comportamiento de la filial de Viajeros, que duplica sus ganancias hasta colocarlas en 57,6 millones (27 millones en 2012). Mercancías presenta unas pérdidas de 77 millones (46 millones en el ejercicio anterior) tras añadir 12 millones en negativo declarados por FEVE en este área. Y la filial de Fabricación y Mantenimiento culminó 2013 con un resultado neto en rojo de 600.000 euros, partiendo de los 20,5 millones perdidos un año antes. Los resultados de Renfe Operadora incluyen este año la aportación de 16,2 millones del holding Renfe Operadora Entidad Pública Empresarial.
La compañía llevó ayer el cierre de las cuentas a su consejo de administración. En términos comparables a los de 2012 (sin FEVE y sin las filiales de Mercancías), la empresa dependiente de Fomento habría ganado 8,3 millones.
El efecto de la bajada de precios
El AVE y los trenes de larga distancia convencional, que constituyen los servicios comerciales de Renfe, elevan su facturación un 2,5%, hasta los 1.152 millones. Feve aporta otros 6 millones en esta parcela, llevando el incremento a un 3,1% respecto a 2012. En pasajeros, estos servicios no subvencionados de Renfe pasan de los 22,3 millones a 25,6 millones de clientes, con una mejora del 14,6%.
Los 3,3 millones de nuevos viajeros (en 2012 el AVE perdió 480.000) han hecho que la ocupación del AVE suba de cotas inferiores al 60% a nuevos niveles de ocupación superiores al 70%. El objetivo de Renfe a corto plazo es elevar ese ratio de asientos ocupados hasta el 80%, techo similar al que presenta la alta velocidad francesa.
Renfe sacudió el mercado español del transporte en febrero de 2013 con una rebaja del 11% en la tarifa base del AVE y ofertas con descuentos del 30% al 70% en función, por ejemplo, de la anticipación de la compra. El objetivo de la bajada fue popularizar un medio de transporte en el que España ha invertido ya 47.000 millones de euros a través de la empresa pública Adif. Las tarifas, sumadas a la próxima liberalización del transporte de pasajeros en tren, que Fomento ha fijado para antes de las vacaciones de agosto, buscan que la cifra de viajeros en alta velocidad supere los 45 millones en cuatro o cinco años.
Ya en 2014 los billetes del AVE han permanecido congelados mientras se han encarecido un 1,9% los de Cercanías, media distancia convencional, Feve y Avant.
Las obligaciones de servicio público, principalmente las Cercanías, mejoraron sus ingresos por venta de billetes un 1,8% en 2013, hasta los 694 millones. Un incremento que deriva fundamentalmente de la subida de precios y de una moderación en la caída de pasajeros (-0,2%, hasta 440,4 millones).
fuente Cinco Días
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