29 enero 2013

Piden conservar la línea a La Fregeneda y salvarla del olvido y la degradación

La Federación por el Patrimonio de Castilla y León urge a conservar la línea férrea a La Fregeneda

La entidad regional estima que el enorme potencial de la infraestructura es clave para el desarrollo de la zona



La Federación por el Patrimonio de Castilla y León urge al Ministerio de Cultura a conservar la línea a La Fregeneda (declarada Bien de Interés Cultural) y salvarla del olvido y la degradación “cumpliendo con lo exigido en la Ley de Patrimonio Histórico Español a propósito de los bienes de interés cultural” por lo que se exige “emprender las acciones oportunas para la restauración y conservación de la línea férrea entre las localidades de La Fuente de San Esteban y La Fregeneda”, ya que “el mal estado de conservación, que se agrava de día en día, está afectando a la propia integridad del bien declarado”.
La federación regional también apunta al “enorme potencial de desarrollo socio-económico” que la línea férrea y las construcciones inherentes supondrían para el desarrollo del oeste de la provincia de Salamanca y lamenta que las Administraciones competentes hayan despreciado las propuestas realizadas por entidades cívicas e institucionales de la zona en las últimas décadas.
La línea férrea entre La Fuente de San Esteban y la localidad portuguesa de Barca d'Alva, que transcurre por un paisaje geográfico único, fue construida hace 125 años dentro de una estrategia de desarrollo socioeconómico y de comunicación internacional para realizar el transporte de mercancías portuguesas hacia Europa a través de Salamanca. El territorio estuvo articulado con esta línea hasta que en 1985 el Gobierno de España tomó la desacertada decisión de cerrarla.
Esta obra de ingeniería posee un alto valor patrimonial en su tramo La Fuente de San Esteban-La Fregeneda: por la singularidad de algunos de sus tramos, por su envergadura (13 puentes  y 22 túneles en 17 kilómetros) y el uso del hierro. Desde el año 2000 es considerada Bien de Interés Cultural con categoría de monumento, pero el abandono que padece ha llevado un estado de deterioro considerable que hace peligrar la integridad del bien declarado.
El Estado, al tratarse de una línea férrea de titularidad y gestión estatal, es el responsable de su conservación como propietario del monumento. La Ley 16/1985 de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español, recoge que “los poderes públicos procurarán por todos los medios la conservación, consolidación y mejora de los Bienes declarados de Interés Cultural”; y que “los bienes integrantes del Patrimonio Histórico Español deberán ser conservados, mantenidos y custodiados por sus propietarios o, en su caso, por los titulares de derechos reales o por los poseedores de tales bienes”.

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