La estación de tren sigue acordonada por un problema en la bajante del agua
Algunos usuarios se han quejado de que está así desde hace un mes y de que no ven intención de que se vaya a arreglar pronto
Alrededor de un mes cortado es como se encuentra el acceso peatonal de la entrada a la estación del AVE en el barrio de Santa Bárbara. Vallas y pivotes es lo que se encuentran los usuarios de esta línea de tren en las últimas semanas debido a unos trabajos que se tienen que acometer en el tubo bajante del agua de la lluvia. Así, la gente tiene que caminar por la calzada adoquinada que, sin duda, estos días es un obstáculo para toda la gente que haya decidido pasar esta fiestas fuera de la ciudad y que vayan cargados de maletas. Lo mismo sucede para los turistas que han elegido la capital regional como destino para unos días de descanso en estas vacaciones.
Así lo han denunciado algunos usuarios que utilizan a menudo este medio de transporte. Lo hacen ante el desconocimiento de por qué está acordonada la zona y sobre todo porque ven que pasan los días y la situación no cambia. Ni ven andamios ni ninguna máquina que indique que pronto se vaya a reparar. «Tememos que se haya desprendido algo de la fachada». Lo que ha hecho Adif ha sido habilitar una acera en paralelo por esta calzada de adoquines.
Y es que, están cansados de tener que salir del edificio por el lateral y de que la entrada «esté tan insegura». Algunas personas que a diario cogen el tren proponen incluso, mientras se arreglan los desperfectos en las dependencias, que se habilite un antiguo acceso a la estación cercano a la marquesina en la que paran los autobuses urbanos en el Paseo de la Rosa del barrio. «Se trata de una puerta muy antigua, por la que si te asomas puedes ver que en línea recta hasta el control de acceso hay pocos metros. Se puede poner en marcha esta entrada alternativa a la estación, esto supone no tener que atravesar todo el vestíbulo del edificio».
Un acceso que los viajeros reivindican porque «es muy cómodo», dicen, para quienes estacionan sus vehículos en el nuevo aparcamiento de Azarquiel, que funciona desde hace unos meses a pocos metros de la estación de tren. «Este estacionamiento, precisamente, está orientado a todos esos vecinos de la ciudad que van todos los días a Madrid para estudiar o trabajar y si se habilitara esta entrada también podrían ahorrar tiempo para subir al tren».
respuesta de adif. Por su parte, fuentes de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) aseguraron ayer a este diario que hace unas semanas detectaron problemas en los tubos bajantes de agua de la lluvia de las cubiertas del edificio. Por ello, decidieron poner en marcha este dispositivo de vallas, pivotes y cintas para no causar ningún perjuicio sobre los viajeros que optan por este medio de transporte para desplazarse hasta la capital de España. Aunque no citaron ninguna fecha concreta, desde Adif explicaron que la intención que hay sobre la mesa es reparar los desperfectos del tejado con la mayor brevedad posible.
Sin embargo, y si el estado de la fachada ofrece esta imagen desde hace tanto tiempo, es porque los responsables de estas instalaciones están buscando presupuesto para sufragar la redacción del proyecto y acometer los trabajos de reparación necesarios que frenen los efectos de las fuertes lluvias. Una intervención que «se complica en un edificio con tanta historia como es la estación de tren de Toledo», que se inauguró en abril del año 1919 con una arquitectura muy particular entre las edificaciones de este tipo y que presenta grandes rasgos características de la arquitectura de Toledo, detallista y de estilo neomudéjar.
fuente: http://www.latribunadetoledo.es
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